De izq. a dcha., Cate Blanchett, Kerry Washington, Reese Witherspoon y Nicole Kidman. (Fuentes: FX, Hulu, HBO)
Ellas toman el control. No podemos decir que sea una novedad que existan mujeres productoras en Hollywood, pero sí es cierto que el paradigma de las estrellas está cambiando. Ya no se conforman con estar a merced de otros que decidan si las contratan o no; muchas célebres actrices invierten lo ganado en levantar proyectos con sus propias empresas, sea para protagonizarlos o no. Nicole Kidman y Reese Witherspoon, gracias al enorme éxito de Big Little Lies, son el ejemplo perfecto, pero no son las únicas.
El primer paso de Kidman en la producción, a través de su propia compañía Blossom Films, fue la película Rabbit Hole que ella misma protagonizó. Se trataba de una cinta de bajo coste, pero que funcionó bastante bien y que abrió los ojos a la actriz: “Oh, Dios mío, en realidad puedo hacerlo”, dijo después. Su acercamiento hacia la tarea de producción tiene mucho que ver con el poder que supone (y, por supuesto, no se disculpa por ello), pero también deja claro que no se mueve por la idea de amasar dinero de los viejos estudios: “Solo hago cosas que me apasionan. De lo contrario, puedo quedarme en mi casa de Nashville cuidando de mis hijos y ser muy feliz”.
Pero el gran éxito de Nicole Kidman como productora llegaría con Big Little Lies, serie para la que hizo equipo con la también actriz (y también ganadora del Oscar) Reese Witherspoon. Esta le mandó a Kidman el libro de Liane Moriarty -en el que se basaría la serie- y vieron su potencial: “Lo hago si lo haces conmigo”, respondió Nicole. Reese aceptó, viajaron juntas para convencer a Moriarty de que les vendiese los derechos y el resto es historia. Desde entonces, la carrera como productora de Witherspoon en el entorno del streaming ha sido meteórica: en los últimos premios Emmy ha conseguido 18 nominaciones con tres títulos de tres cadenas diferentes: The Morning Show de Apple TV+, Little Fires Everywhere de Amazon y Big Little Lies de HBO. Que ella no esté nominada como actriz resulta casi anecdótico.
Pero más allá del brillo de los Emmy que pueda cazar, no cabe duda de que Witherspoon se ha ganado a pulso el crédito como feroz productora: esas tres series no solo han funcionado por tenerla a ella como reclamo ante la cámara sino porque ha sabido encontrar material de base interesante, dar voz ha personas con talento y tejer alianzas socios potentes: en The Morning Show también es productora Jennifer Aniston (ambas fueron hermanas en Friends) y en Little Fires Everywhere lo hace con Kerry Washington.
Witherspoon y Aniston en ‘The Morning Show’. (Fuente: Apple TV+)
Pero, sobre todo, el éxito de los productos de Reese Witherspoon está en buscar fórmulas no tan explotadas por los estudios tradicionales, centrándose específicamente en productos destinados a mujeres pero que se salen del molde de “series de chicas”. Ella misma lo explicaba cuando hablaba de Hello Sunshine, su productora: “Mi pasión siempre ha sido contar historias de mujeres con autenticidad y humor. Nuestro compromiso es crear contenido que llegue a las mujeres; hacer entretenimiento que les interpele a ellas y a sus valores”. Por su parte, Kidman tiene entre manos tres proyectos de perfil alto que veremos en los siguientes meses: The Undoing para HBO, Nine Perfect Strangers para Hulu y The Expatriates para Amazon.
Como Kidman y Witherspoon vemos otros muchos ejemplos recientes. Este año, Cate Blanchett ha estrenado dos series producidas por ella, Mrs. America en FX y Stateless en el canal australiano ABC (aquí emitida por Netflix como Desplazados); en la primera es protagonista y en la segunda tiene un rol secundario. Por su parte, Kaley Cuoco, en lugar de buscar desesperadamente su siguiente sitcom de éxito o una comedia romántica cinematográfica, ha decidido invertir el pastizal que hizo en The Big Bang Theory en la producción de la serie animada Harley Quinn, donde pone voz a la villana protagonista, y en The Flight Attendant, una de las series más esperadas de los próximos meses basada en una novela de éxito y donde une fuerzas con, entre otros productores, el poderoso Greg Berlanti.
Margot Robbie junto a Kat Dennings en la promo de ‘Dollface’. (Fuente: People)
La lista sigue y sigue. Charlize Theron ha sido productora de Mindhunter y Margot Robbie está detrás de la recientemente estrenada Dollface. Ellen Pompeo se convirtió en productora ejecutiva de Anatomía de Grey a partir de la temporada 14 (que a veces olvidamos que es uno de los mayores e incombustibles éxitos de la televisión en abierto) y, por supuesto, tenemos el caso de Mindy Kaling como actriz-guionista-productora de varias series, siendo Yo nunca su última aventura. La última en unirse al club (al menos en el aspecto televisivo, porque ya produjo cine) es Rachel Weisz, quien acabamos de conocer que producirá y protagonizará la adaptación a serie de la película Pacto de amor de David Cronenberg. El proyecto ha recibido luz verde por parte de Amazon y contará con la guionista de Normal Peope, Alice Birch.
Este es un ejemplo más de las implicaciones que tiene que las mujeres produzcan: que también abren el paso a mujeres con talento en tareas como el guion o la dirección, tradicionalmente gestionadas por hombres. En Little Fires Everywhere, solo dos de los ocho episodios tienen a un hombre como guionista y la dirección de todos ellos está a cargo de mujeres; para Divorce, serie producida por Sarah Jessica Parker, esta buscó a Sharon Horgan (Catastrophe) para que crease y escribiese el proyecto. Y, como ellas, muchas otras van a tomar ejemplo en el futuro. Solo hace falta ver que Millie Bobby Brown, con solo dieciséis años, ya ha comenzado a producir películas.
‘Harley Quinn’ y otras series animadas que no han llegado aún a España
La irreverente serie de DC Universe acompaña a títulos infantiles muy bien recibidos, pero sin casa en nuestro paísfueradeseries.com