Catherine O’Hara y Eugene Levy protagonizan ‘Schitt’s Creek’. (Fuente: Pop)
Hay demasiadas series para poder verlas todas. Aunque sea un poco. Y Schitt’s Creek había quedado fuera del control de mucha gente. Yo incluida. Sabía que existía, iba viendo su renovación, recordaba que estaba en el catálogo de Movistar+ y poco más. La vida no da para revisarlo todo ni cuando dedicas un montón de horas a estar frente a una pantalla de televisión. Y entonces apareció en los Emmy 2019. ¿Pero cómo? ¿Cuatro nominaciones y no sé casi nada de ella? Sobra decir que lo primero que hice esa misma noche fue ponerme a verla y pegarme el atracón de episodios. Y en esas sigo.
La serie canadiense cuenta con el honor de haber conseguido nominación a la mejor comedia (compite con títulos consagrados como Veep o novedades de las que todo el mundo ha hablado como Muñeca rusa), al mejor actor de reparto y a la mejor actriz de reparto en comedia. Está protagonizada por Eugene Levy y Catherine O’Hara. Visto en perspectiva, no entiendo cómo había pasado tanto tiempo de ella. La verdad es que ambos están fabulosos, especialmente ella, quien hace un papel histriónico que no pasa desapercibido.
El argumento es sencillo; una familia rica cae en desgracia y debe mudarse a un pueblo que compró hace años como broma. El contraste entre el pijerío absoluto (en otras circunstancias, podrías verlos en Gossip Girl) y el paleto caricaturizado es muy divertido. Pero lo que hace que la serie gane son sus actores. No tiene grandes bromas ni pretensiones, es un título entretenido que, a medida que avanza, coge el ritmo y la maña a las situaciones que plantea. En ese sentido es muy ágil, aprovechando el permanente contraste para dejar en evidencia toques que todos tenemos de alguna forma más o menos evidente.
Chris Elliot y Eugene Levy en una imagen de la primera temporada. (Fuente: Pop)
Es una producción pequeña, sin grandes escenarios ni argumentos complejos, que hace de sus protagonistas el centro sobre el que gira todo. Chris Elliott es el encargado de capitanear a los vecinos del pueblo. Alcalde por herencia, cabezota y bastante más despierto de lo que podría parecer, encuentra en los Rose una familia con la que entablar amistad y a la que observar como si fueran piezas de un zoo. Por su parte, Johnny y Moira Rose son un matrimonio que conserva mucha complicidad y que trabaja como un equipo para intentar salir del atolladero económico en el que se encuentran. Es un placer verlos a los tres compartir escena, y lo cierto es que, pese a ser una serie pequeña, consiguen atraparte en episodios sencillos y que ruedan solos.
Así que si, como yo, habéis pasado de ella hasta que los Emmy nos han puesto en evidencia, dadle una oportunidad. Es tan fácil y entretenida de ver, que la devoras sin darte cuenta. Y si ya estás de lleno con ella y andas devorándola, puedes aprovechar para esparcir la palabra de los Rose por todo internet.
Las cuatro primeras temporadas de ‘Schitt’s Creek’ están disponibles en Movistar+.
Ausencias y sorpresas en las nominaciones de los Emmy 2019
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