Robyn (Anna Paquin) y Carolina (Sophie Okonedo) en una imagen del primer episodio. (Fuente: COSMO)
Esta crítica se ha escrito después de ver el primer episodio de ‘Flack’. No contiene spoilers.
En la agencia donde trabaja Robyn se encargan de solucionar el tipo de noticias que cuando salen a la luz suponen un problema de reputación. Son, pues, las personas que pueden ver la cara oscura del famoseo, lidiando con secretos ajenos y momentos de muy poco glamour. Lejos de concentrar grandes dramas, las excusas de los personajes conocidos sirven para meter una buena carga de humor negro a una serie de esas que se pasan volando. Flack viene para entretener y hacer pasar un buen rato con la desgracia ajena.
Junto a Robyn (Anna Paquin) encontramos a Eve (Lydia Wilson), una perfecta niña pija y mordaz. Arrastra una mezcla entre superficialidad y sorpresa que deja sin que sepas muy bien si estás contemplando a un genio o a una perfecta cretina. Pero lo cierto es que resulta divertida y el complemento perfecto para Melody (Rebecca Benson), la nueva becaria recién caída del guindo. El elenco se completa con Sophie Okonedo, quien da vida a Caroline, la jefa de todas ellas; altiva, con estilo y completamente desconcertante. En general el ambiente es una mezcla de gente muy profesional que conoce los rincones más feos de la fama y unas perfectas muñecas impecables.
Gracias a todo lo anterior, Flack no es un drama descarnado. Tras toda la sorna hay problemas diarios, pero sobre todo una protagonista completamente rota que juega con la cocaína y el alcohol para superar el fallecimiento de su madre. Visto solamente el primer episodio es difícil valorar hasta qué punto el drama evidente invadirá la trama, pero en su piloto es suficientemente sobrio para que te irrumpa de golpe, seco y sin aspavientos. En medio de risas malévolas se cuela un momento en donde ves lo desorientada que está Robyn cuando se trata de solucionar sus problemas.
Eve (Lydia Wilson), Melody (Rebecca Benson) y Robyn (Anna Paquin). (Fuente: COSMO)
La primera temporada de esta serie, protagonizada por una americana en Londres, tiene únicamente seis episodios, pero ya sabemos que va a haber una segunda, de modo que existe la posibilidad de que los apartados personales tengan más recorrido que simplemente un drama de fondo que le dé algo de empaque.
Lo cierto es que su arranque avanza solo y es, sobre todo, muy rápido. Las escenas se enlazan sin momentos lentos que permitan pararse demasiado a evaluar lo que se está viendo, algo de agradecer en una serie algo ligera y que no quiere encerrarse en lo negativo de las situaciones que se están viendo.
Flack es sobre todo divertida, loca y una excusa maravillosa para ver Londres, desde sus postales más conocidas a rincones que pasan más desapercibidos en una primera visita. De esas series que quizás no vayan a alcanzar la tabla de lo mejor del año, pero que acaban siendo una cita segura semanal. Una serie de fondo de armario que funciona bien y devoras sin darte ni cuenta.
‘Flack’ se estrena el 19 de noviembre, a las 22:00 h., en COSMO.
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