Imagen del primer episodio de ‘The Feed’ (Fuente: IMDB)
Esta crítica se ha escrito tras ver los tres primeros episodios de ‘The Feed’ y no contiene spoilers.
Imagina una aplicación en tu cabeza que congregue todas las existentes y muchas de las imaginables. Un lugar en la nube que aparentemente solo veas tú y te permita compartir mensajes o guardar tus recuerdos más íntimos y poder reproducirlos una y otra vez. Sería al mismo tiempo la solución práctica para poder tenerlo todo en un lugar y el camino para bloquear la vida tal y como la conocemos. The Feed es lo nuevo que trae Starzplay, adaptación de la novela de Nick Clark Windo y cuyo título da nombre a dicho programa.
Tom es el hijo descarriado de los Hatfield, la multimillonaria familia que posee en propiedad algo que ha revolucionado el planeta. En lugar de trabajar en el imperio familiar, ha optado por ser psicólogo por su cuenta; de hecho se ha especializado en tratar patologías derivadas del uso de The Feed. Vive en un piso razonablemente humilde (al menos para la fortuna que tiene su familia) y ha encontrado en Danny a su media naranja. Todo irá bien hasta que aparezcan diferentes señales del hackeo de la aplicación y se vea impulsado a conseguir averiguar qué sucede.
Si obviamos la premisa, lo cierto es que The Feed apunta a ser una serie normalita. Incluso con la presencia de Guy Burnet (Big Little Lies) en el papel protagonista y de Michelle Fairley (Juego de tronos) en el de su madre, el resultado es discreto y algo manido. No se convertirá en uno de los títulos del año. Sin embargo, logra ser una propuesta entretenida con la que pasar un buen rato.
(Fuente: IMDB)
Quizás su mayor inconveniente reside en su duración. Con 55 minutos por episodio, lo cierto es que sobra un poco, pero aún así no aburre. El entorno en que se ha convertido la sociedad sólo con una aplicación se acerca mucho a una distopía futurista, si no fuera por lo cercano que se encuentra a nuestra vida. Facebook posee Whatsapp e Instagram. Únicamente con esas tres aplicaciones, gran parte de nuestra vida se podría encontrar expuesta. Ahora sumemos algo que permita meterse también en nuestros pensamientos. Qué guardar, cómo hacerlo y con qué nivel de seguridad sería algo que se escaparía de nuestras manos.
Esa mezcla entre distopía y realidad no tan futura es lo que hace que consiga atrapar. También suma la tensa relación de los Hatfield y congregar todo ese poder en una familia que, como tal, tiene sus encontronazos históricos. El resultado es una aventura algo paranoica que engancha a cualquiera que nos guste el punto de partida donde una gran marca es poseedora de nuestra libertad. Pero la verdad es que no tiene mucho más.
Sin embargo, tampoco parece pretenderlo. No hay grandes histerias ni escenas con aires de grandeza, y eso juega a su favor. Además, la postproducción ha llegado ya a tales niveles en la ficción, que no hace falta ser un título muy importante para presentar una propuesta llamativa. En ese sentido, la diferencia entre realidad y ficción, y la superposición de la aplicación en los puntos de vista de los diferentes protagonistas es del todo natural, si salvamos algunos detalles, como el de la automoción.
En definitiva, no puedo decir que The Feed vaya a saltar directa a la lista de las series imperdibles de este año, pero puede colocarse cómodamente en una de esas posiciones que hace que puedas recomendarla fácilmente a cierto perfil de público para un entretenimiento ligero. Yo continuaré con ella. Es entretenida, parece coherente y me expone ante el riesgo de ser controlada por los grandes dueños del mundo. Me vale.
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