(Fuente: Aaron Epstein/Netflix)
Esta crítica se ha escrito tras ver la primera temporada de ‘Space Force’ y no contiene spoilers.
Greg Daniels y Steve Carell son dos de los sospechosos habituales en el mundo de la comedia que han creado Space Force, lo último de Netflix, una serie que arranca muy tibia y acaba sorprendiendo. Esta es una de esas ocasiones donde la posibilidad de ver la temporada completa del tirón juega en su favor y permite que el espectador sea paciente.
Y es que las comedias necesitan un tiempo de rodaje. No sé cuántas veces habremos dicho o escrito algo parecido, pero en la mayoría de los casos es así. Al inicio los chistes no funcionan, la relación entre los personajes está por consolidarse y lo que luego te arrancará una sonrisa no fluye. Algo así le sucede a Space Force, que empieza siendo sosa y sin mucho ritmo para acabar mostrando una pareja que puede dar mucho que hablar.
Steve Carell da vida al General Mark R. Naird, jefe de la Fuerza Espacial y alguien completamente ajeno a la aventura del espacio. Para dar algo de sentido a las acciones de esta nueva unidad tenemos al doctor Adrian Mallory (John Malkovich), un tipo extraño incluso entre los arquetipos seriéfilos de científico, que no acaba de estar en sincronía con Naird. Sus posturas son opuestas por naturaleza, pero el trato y la necesidad de hacer frente a las presiones externas los acabará convirtiendo en una extraña pareja que funciona.
(Fuente: Aaron Epstein/Netflix)
Alrededor de ellos dos se cuentan tanto las desventuras de este nuevo ejército como la vida privada de Naird, que ha tenido que mudarse a la otra punta del país con su hija (Diana Silvers) y una esposa (Lisa Kudrow) con una pena de cárcel de cuatro décadas. La premisa es bastante loca y pone en manifiesto si un ejército es exactamente lo que se necesita en el espacio exterior, o por lo menos uno tradicional.
Tras un argumento sencillo se esconden un montón de secundarios de renombre que le dan un fondo con sustancia y que acaban por crear un universo divertido y de broma silenciosa. No es una serie de chascarrillos con las risas del público de fondo; de hecho, tiene una pátina de tristeza que conforme avanza le sienta muy bien. El aparente estoicismo y falta de gancho del inicio se transforma en un aire melancólico que empasta perfectamente con su tipo de humor.
Pese a no haber noticias sobre la renovación para una segunda temporada,el final da que pensar que hay una historia de fondo que quiere ser narrada, y que se cuenta con suficiente tranquilidad como para permitir mostrarla tímidamente. Estamos ante una de esas comedias a las que una segunda temporada podría sentarle muy bien y consolidarla como un título seguro, y un lugar amargamente feliz.
La primera temporada de ‘Space Force’ está disponible en Netflix.
De ‘Space Force’ a ‘Upload’, las comedias juegan con el high concept
Mezclar el género con la ciencia ficción no es algo nuevo, pero en el panorama actual destacan dos tendencias muy…fueradeseries.com