Este artículo no contiene spoilers de las tramas de la 3T de ‘Unbreakable Kimmy Schmidt’.
Dice la crítica que la tercera temporada de Unbreakable Kimmy Schmidt no es la mejor, algunos dicen que es la peor. Yo la he disfrutado muchísimo, tal como me ha pasado con las dos anteriores.
El estilo de comedia de esta serie, como todas las de Tina Fey (y Robert Carlock) es muy particular, y es comprensible que no conecte con un sentido del humor general: suele utilizar muchas referencias a la cultura pop, su voz cómica no genera carcajadas constantes y sus personajes suelen ser bastante estrafalarios. Incluso a mí, que soy muy fan, las tramas de Titus y Lilian no me funcionan siempre, y los defectos que más los definen (el egoísmo de Titus y la cabezonería de Lilian), me impacientan la mayoría de las veces. Pero está Kimmy y mi rendición ante el personaje es absoluta.
La premisa de Unbreakable Kimmy Schmidt es muy, muy oscura; es casi siniestra, y su mérito, es que no solo sabe aprovechar la oportunidad de hacer mucho humor negro, también nos recuerda constantemente que nada ni nadie puede romper a Kimmy. En la segunda temporada, la serie se hizo responsable de que Kimmy tiene un trauma y empezó a hablar de ello, eso se convirtió en uno de sus mayores aciertos. Era importante que la ficción fuera consciente de la situación. Y en la tercera, ha ido un paso más allá.
En ese sentido, el episodio en el que aparece Laura Dern es importante y también uno de los mejores de la temporada. La percepción sobre su personaje, Wendy, por lo que vamos descubriendo sobre ella, cambia en cada escena. Como siempre, la serie suele tener un trasfondo muy retorcido, y en este caso particular es negrísimo, pero lo que descubre Kimmy sobre sí misma y la decisión que toma con relación a Wendy nos hace adorarla más.
Beyoncé conquista ‘Unbreakable Kimmy Schmidt’
Las referencias a ‘Lemonade’ ya estaban en la promo de la tercera temporadafueradeseries.com
Los cuatro personajes principales: Kimmy, Jackeline, Titus y Lilian han tenido un objetivo, han hecho un viaje y han encontrado sus propias formas de crecer a nivel personal. Unos más que otros, claro, pero todos lo han hecho. Además, Jackeline ha tenido más presencia que en la temporada anterior y ha compartido escenas con Titus y Lilian que han funcionado muy bien a nivel de comedia.
Pero lo mejor siempre es Kimmy. Cómo no admirarla, cómo no adorarla. Nos invita a entrar en su mundo lleno de color, optimismo y vitalidad para recordarnos que ha decidido que lo que le ocurrió no va a definir quién es, cómo la ven los demás y cómo va a vivir su vida. No sé vosotros, pero en cuanto se estrena, yo necesito volver a la serie para comprobar episodio a episodio que a Kimmy le van a pasar cosas buenas, porque Kimmy se merece ser feliz.
Las notas de Fuera de Series:
En Fuera de Series puntuamos nuestros análisis en una triple escala de 1 a 5, inspirada en la que usa Little White Lies, en función de lo deseosos que estábamos de ver la serie (“Antes”), lo que nos ha parecido viéndola (“Durante”) y las ganas de ver más y de comentarla con más gente tras hacerlo (“Después”).
Antes: 4
La segunda temporada me gustó más que la primera; esperaba la vuelta de Kimmy con muchas ganas.
Durante: 4
Como siempre, cayó un episodio detrás del otro.
Después: 4
Me ha hecho reír y me ha gustado ver crecer a los personajes. Y a Kimmy buscando el control de la narrativa de su historia. El final tiene un momento muy agridulce, de esos que hacen que quieras entrar en la pantalla a abrazar a Kimmy.
Las tres temporadas de ‘Unbreakable Kimmy Schmidt’ están disponibles en Netflix.