Este artículo no contiene spoilers.
Aunque hemos visto la tele y series toda la vida, siempre tendremos deberes pendientes con producciones de hace varios años; ya sea por edad, o porque la afición llegó un poco más tarde, hay títulos a los que muchos aún no nos hemos acercado, porque la actualidad manda y es difícil mantener el ritmo de los estrenos.
Ahora que las plataformas de streaming se van animando a traer algunos clásicos modernos tenemos una buena oportunidad para saldar esas deudas autoimpuestas. Ver estas series no es ninguna obligación, por supuesto, pero ya que las tenemos disponibles, siempre está bien acercarnos a ellas aunque sea por la curiosidad de comprobar a qué se debe todo el ruido y el misticismo que giran a su alrededor.
Una de esas series de culto es Deadwood. Habréis visto la serie de David Milch en muchas listas, sobre todo, en las de series canceladas antes de tiempo; y últimamente se ha estado hablando mucho de ella por los rumores de una posible continuación como película, rumores que reaparecen cada cierto tiempo desde que finalizó su emisión en HBO en 2006.
De qué va
Cuando empezamos a ver la serie, Deadwood es un asentamiento polvoriento y sin ley, un pueblo en mitad de la América salvaje que estará en permanente construcción durante las tres temporadas . Estamos en el último tercio del siglo XIX, en plena fiebre del oro, y hasta allí llegan individuos de todo tipo, atraídos por la codicia, o porque no tienen una opción mejor. Es la crónica de una ciudad en formación que se erige de forma anárquica en medio del caos y en la impera la ley del más fuerte.
Deadwood es la versión ficcionada de una ciudad que existió y en la que tuvieron lugar hechos célebres en la historia del Viejo Oeste. Milch reimagina leyendas como Calamity Jane, Wyatt Earp o Bill Hickock y los hace interactuar con otros personajes, inspirados también en individuos reales, recreando las historias con un realismo tal que es difícil pensar en que no fue así como ocurrieron.
Razones para verla
La historia
Es ficción histórica de calidad. Si sois fans del wéstern disfrutareis con un retrato épico del género e identificando personajes y leyendas. Y si no, disfrutareis (y sufriréis) con sus personajes; es una serie adictiva y muy serializada que os producirá muchas sensaciones y emociones; algunas incómodas, pero que no deja espacio para el aburrimiento.
La ambientación
Deadwood es una serie ambiciosa con un diseño de producción exquisito, hiperrealista y costoso. Decorados reales creados para el rodaje en los que se tienen en cuenta los detalles más nimios. El pueblo en sí es un vertedero literal y metafórico, construido con sudor, barro, sangre y desechos y que va ampliando sus espacios conforme avanzan los episodios.
Los personajes
Parte con dos personajes protagonistas, Seth Bullock y Al Swearengen, que representaban sobre el papel al héroe y al villano, pero en Deadwood nada es blanco y negro, todo es marrón sanguinolento. Es una serie coral con muchos personajes memorables, carismáticos y hasta entrañables; todos llenos de matices, que intentan sobrevivir como bien pueden y que os conquistarán cada uno a su manera: hay dignidad entre los escombros y pepitas de oro en el fango. Al acabar la serie podréis hacer sin pensar una lista con los 10 mejores personajes y seguro que tenéis la tentación de hacer trampa y colar alguno más. O de comer melocotón en almíbar (ya os quedaréis con la referencia).
Actores
Ian McShane, Timothy Olyphant, Paula Malcomson, Kim Dickens, Anna Gun, Sarah Paulson, Kristen Bell, Keith Carradine, Titus Welliver, Powers Boothe, Molly Parker o Garret Dillahunt, son algunos de los principales nombres de la serie.
El tono
Es HBO, por lo que no había en ese momento limitaciones de ninguna índole, ni económicas ni en lo referente a lo que se podía mostrar en pantalla. O decir; la serie es conocida por el uso anacrónico de insultos que debe tener un récord de número de f***s y todas sus variantes.
En Deadwood hay violencia física, verbal y psicológica; es una serie sucia, brutal, cruel y decadente. Pero no es una serie solemne y depresiva, todo lo contrario, también tiene humor y sarcasmo. Personajes como el de Mr. Wu son un alivio cómico cuyo respiro agradecemos como espectadores; los diálogos de Al Swearengen, la vena del cuello de Seth Bullock siempre a punto de estallar y la fortaleza y capacidad de supervivencia de unos personajes femeninos que viven en el infierno también son soplos de aire fresco: nos permiten respirar y sacar periódicamente la cabeza de la pocilga inmoral y corrupta que es el pueblo.
¿Tiene un final cerrado?
HBO decidió cancelar la serie alegando motivos económicos cuando se estaba acabando el rodaje de la tercera temporada, por lo que se escribió y rodó un último episodio para intentar darle un cierre a la serie. Un falso final apresurado que constituye sin duda el peor episodio de los 36 y que deja a Deadwood a día de hoy como una serie incompleta.
Durante el pasado verano reaparecieron los rumores de la posibilidad de una continuación y cierre de la serie como película en HBO para la que David Milch ya habría escrito el guión. Si consiguen reunir nuevamente a todo el elenco y llevar a buen puerto el proyecto será una noticia muy esperada por los fans, pero que esto no sea un obstáculo para decidir ver la serie, aunque la película nunca se ruede, Deadwood es una serie que vale la pena descubrir. Y sufrir por su cancelación cuando salen los últimos títulos de crédito.
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Las tres temporadas de ‘Deadwood’ están disponibles en HBO España.