Julia Roberts es Heidi Bergman en ‘Homecoming’. (Fuente: Amazon Prime Video)
Esta crítica se ha escrito tras ver la primera temporada completa de ‘Homecoming’ y no contiene spoilers.
Pocos fichajes pueden sorprendernos últimamente porque a la televisión hace tiempo que dejo de mirársele como la pequeña pantalla, pero que Julia Roberts protagonice una serie, para una plataforma de streaming, y que se comprometa para dos temporadas, sigue siendo noticia. En el caso de Homecoming la presencia de Roberts es, por supuesto, un buen gancho, pero es más que un titular, porque a Amazon Prime Video la adaptación del podcast homónimo de Eli Horowitz y Micah Bloomberg le ha salido muy bien.
A Julia Roberts la acompañan rostros conocidos como Bobby Cannavale, que interpreta a Colin Belfast, su jefe directo; Sissi Spacek, en el papel de su madre; Alex Karpovsky (Girls), otro de los trabajadores de Homecoming; Jeremy Allen White (Shameless), paciente del centro; Shea Whigham (Boardwalk Empire), el funcionario del departamento de Defensa; Dermot Mulrroney (La boda de mi mejor amigo), su novio; y Stephan James, que puede que os suene menos, pero de quién leeréis mucho en los próximos meses, porque protagoniza If Beale Street Could Talk, la nueva película de Barry Jenkins.
Roberts y Stephan James. (Fuente: Amazon Prime Video)
La protagonista de la historia es Heidi Bergman (Roberts), la terapeuta de un programa social, Homecoming, que acoge a soldados de guerra, les ofrece atención psicológica para tratar los transtornos de estrés postraumático y hace que su transición a la vida civil sea lo más natural posible. Uno de esos soldados es Walter Cruz (Stephan James) y los conocemos a ambos el día de su primera sesión.
A Heidi se le nota vocación y un interés genuino en ayudar a su paciente, por eso, sorprende verla años después trabajando como camarera en una pequeña cafetería y asegurando no conocer a Walter Cruz cuando es interrogada por un funcionario del Departamento de Defensa. ¿Cuál es el objetivo de Homecoming, qué pasó con Walter Cruz y por qué Heidi asegura no conocerlo? Esos son tres de los misterios que desentrañaremos en los diez episodios que componen la primera temporada de la serie, y todos encontrarán respuesta.
El principal reclamo delante de la cámara es Julia Roberts, pero detrás de ella, es Sam Esmail y consigue aportar valor audiovisual al material original, vale la pena el cambio de medio. Si habéis visto algo de Mr Robot, sabréis que tiene preferencia por planos muy estilizados, por la simetría y por encuadres que alejan al sujeto del centro para crear una sensación de incomodidad. Todo en flamante panorámico; ese es el estilo para los hechos ocurridos en Homecoming, que corresponden al pasado y que se ubican en 2018. Cuando se nos muestra a Heidi en su nueva vida, cuatro años después, su presente, nuestro futuro (totalmente anecdótico), la pantalla se constriñe a un formato vertical y claustrofóbico que debemos leer en clave psicológica y no tecnológica. La paleta de color cambia y también los movimientos de cámara. La historia va intercalando esos dos tiempos y formatos que se reisginifican en los últimos episodios de la temporada.
Sam Esmail y Bobby Cannavale durante el rodaje. (Fuente: Amazon Prime Video)
Hay, por supuesto, los planos secuencias marca de la casa, para los que en esta ocasión le agradece a Anastasia White, su diseñadora de producción, haberle construido un set de rodaje de tres plantas y sin techo que le permite seguir con un plano cenital a Julia Roberts en un recorrido desde su despacho, por todas las instalaciones del centro hasta la salida. Esto sucede en el primer episodio, en el que ya pone todas las cartas sobre la mesa. No es el único plano secuencia, ni es la única decisión de estilo con la que demuestra su ambición, también consigue un buen efecto con la narración en pantalla partida, con la que consigue un dinamismo especial cuando se nos muestran conversaciones telefónicas que siguen los movimientos de los dos personajes que hablan, demostrando un gran trabajo de planificación al encuadrarlos con los mismos planos.
La elección de la música que acompaña a la serie es también una seña de estilo, ya que se han elegido composiciones ya existentes, tanto clásicas, como bandas sonoras de películas entre las que reconocemos temas de Carrie (guiño intencionado cuando aparece Sissi Spacek) como de La conversación. Lo que se consigue es un efecto que crea una atmósfera de paranoia que mezcla el cine de Hitchcock, las historias de la guerra fría y el noir.
(Fuente: Amazon Prime Video)
Si conocéis el podcast que adapta la serie, adaptación que ha estado a cargo de sus guionistas originales, debéis saber que manteniendo su esencia. pero que aun replicando palabra por palabra muchas de sus situaciones, la historia se desmarca lo suficiente para hacer una nueva propuesta. Puede que no os dé esa sensación en los dos primeros episodios, pero a partir del tercero, la trama empieza a tomar giros diferentes; al principio parecen pequeños, pero luego son muy significativos.
Sea cual sea la razón principal por la que decidáis ver Homecoming, encontraréis recompensa. Si decidís verla por Julia Roberts, la veréis interpretando un doble papel (a los premios Emmy puede presentar su candidatura con el octavo o el noveno episodio); si lo hacéis porque os gusta el estilo de Sam Esmail, estaréis servidos; y si queréis verla porque sois fans del podcast original, se distancia lo suficiente para mantener la curiosidad aunque conozcais desde el principio muchas respuestas. Homecoming es otra de las propuestas de este año que habla sobre el trauma y la memoria (Heridas abiertas, La maldición de Hill House), un buen thriller psicológico que engancha y consigue mezclar lo mejor de la narrativa clásica y contemporánea de este tipo de historias.
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‘Homecoming’ se estrena el 2 de noviembre en Amazon Prime Video.