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Tenemos que hablar de los señores de ‘Juego de tronos’

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Sandor Clegane y Sansa Stark en el episodio 8×04 de ‘Juego de tronos’. (Fuente: HBO España)

Mi compañero Álvaro Onieva nos recordaba hace unas semanas que la presencia femenina en la escritura de guiones y la dirección de Juego de tronos era anecdótica: Jane Espenson, Vanessa Taylor y Michelle McLaren suman ocho créditos entre las tres, el último en la cuarta temporada. Benioff y Weiss no se han cruzado con ninguna mujer en las siguientes temporadas ni por equivocación.

Con esto no digo que los varones en general no sepan escribir personajes femeninos pero, como los de Juego de tronos ya han tropezado varias veces con la misma piedra, prefiero pensar que carecen de cierta sensibilidad, porque la otra opción es que les parezca bien lo que vemos en pantalla.

No me olvido de Gendry y Theon cuando hablo de la representación de la violencia sexual en Juego de tronos, pero hoy vamos a hablar de otras tres escenas. Es perturbador que haya personas que duden si fue violación la de Drogo a Daenerys, pero inquieta aún más que en la escena de Jamie y Cersei, ni siquiera Alex Graves, el director del episodio, se diera cuenta de que estaba dirigiendo una, porque la frase “bueno, se convirtió en algo consensuado al final”, es cultura de la violación con la que se perpetúa la idea de que si el varón insiste lo suficiente la mujer terminará cediendo.

Y la de Sansa en la quinta temporada que, además de no estar en la obra original, no aporta nada desde el punto de vista narrativo, porque con esa escena los personajes no descubren ninguna información nueva y nosotros tampoco.

Ellos y nosotros ya sabíamos que Ramsay era un psicópata, que Sansa tendría fuerza para sobrevivir a cualquier acto inhumano y que Theon estaba torturado. Desde luego no estaba construida para desarrollar el personaje de Sansa, porque ella quería a Ramsay muerto desde el minuto uno. De todo lo discutible que hay en la incorporación de una trama de violación, lo peor es que se introduzca en función de otro personaje y no de la víctima. La violación de Sansa no fue sobre Sansa, la escena está diseñada al servicio de la trama de Theon.

Y esto nos lleva al episodio 8×04, la escena entre Sandor Clegane y Sansa Stark de la que tanto hemos estado hablando en redes sociales. Muchos intentan explicarnos a los que la hemos encontrado problemática que lo que realmente quería decir Sansa (y los guionistas) era que las desgracias en general la habían hecho fuerte. Así habría sido quizá si no hubiesen implicado la violación 10 segundos antes.

Las quejas surgen por poner en boca de Sansa que los abusos que sufrió fueron los que la hicieron convertirse en la persona que es, porque nadie necesita ser abusado para madurar y porque nos gustaría pensar que los guionistas saben que la Señora de Invernalia es quien es hoy por su fortaleza, no por lo que le hayan hecho otros.

Y todo esto para nada, porque el momento no aporta a la trama y la escena está construida en función de Clegane. Esto queda claro si la vemos una segunda vez: Clegane le dice a Sansa que si se hubiera ido con él no le habría pasado lo que le pasó, ella le coge la mano y le dice que sin ellos seguiría siendo un pajarito. Sansa dice lo que dice para reconfortarlo.

Imaginad ahora el tono diferente que habría tenido esa escena, y lo bonita que habría quedado, si la hubieran cortado cuando ríen porque ella le dio a Ramsay su merecido con perros y él le dice: “Has cambiado, pajarito”.

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valentina

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