(Fuente: HBO España)
Esta crítica se ha escrito después de ver la segunda temporada de ‘La amiga estupenda’. Contiene spoilers.
Hace un par de días grabé un podcast sobre series protagonizadas por adolescentes (que saldrá la próxima semana en Fuera de Series) e incluí La amiga estupenda. Sé que es una elección peculiar dentro del género, pero me parece importante recordar que las duras experiencias que han vivido Lila y Lenù han transcurrido cuando tenían esas edades. Esta segunda temporada de la serie ha dolido más que de costumbre.
Lenù y Lila son un mar de contradicciones. Cada decisión que toman y cada error que cometen cuentan una historia; los pasos que dan en su camino no solo dependen de sus caracteres opuestos -y complementarios-, sino también de sus pasados, del entorno en el que viven y de las oportunidades que tiene cada una. Es fácil juzgarlas, criticar sus elecciones y preguntarnos por qué actúan como lo hacen en ciertos momentos, pero es muy fácil entenderlas si intentamos ponernos en su lugar y somos conscientes del momento en el que les tocó vivir.
Esta temporada estuvo marcada por sus encuentros y desencuentros, por los inevitables celos que sienten la una por la otra y que están alimentados por lo mucho que se admiran: nunca creen estar a la altura de su amiga estupenda. Por eso, cuando se hacen daño, y lo hacen constantemente, sin que puedan evitar hacerlo, se nos encoge el corazón. Entre ambas se interpuso en esta nueva etapa un obstáculo que parecía insalvable: Nino Sarratore. El triángulo amoroso parece un cliché, pero entre Lila y Lenù todo es siempre más complejo de lo que parece, lo que Sarratore representa es la ambición intelectual; de forma paradójica, porque él ha resultado ser un mediocre que no está a la altura de ninguna de las dos.
Lenù se desvive siempre por recibir su reconocimiento, y ese estímulo es algo que Lila necesita más que el agua para vivir, y a lo que tuvo que renunciar a muy temprana edad, principalmente por la ausencia de apoyo familiar, pero especialmente por el rechazo de la profesora Oliveiro. Es inevitable preguntarse hasta dónde podría haber llegado Lila de haber tenido oportunidades, si hubiese perdido la apuesta que hicieron en la playa y hubiese vuelto a estudiar. Nos lo preguntamos nosotros y Elena también.
(Fuente: HBO España)
Enfermedades mentales desatendidas, miseria, vidas grises; una violencia doméstica, violaciones y abusos aceptados por todos como norma… salir del barrio es algo al alcance de unos pocos como Elena, que ha trabajado su parte con constancia y con una inteligencia que duda poseer, pero que también ha tenido un poco más de suerte y el apoyo constante de su amiga.
Esta segunda temporada de La amiga estupenda ha crecido en lo formal, la voz en off ha tenido menos presencia y Saverio Costanzo ha sabido retratar de forma lírica la claustrofobia y el infierno que vivió Lila con Stefano, con momentos como la visión distorsionada del marido a través del cristal de la puerta del baño en la noche de bodas o ese pasillo eterno y deformado de la casa que compartían. También destacan esas bonitas escenas de parejas corriendo de la mano por las calles o la imagen de la madre de Elena caminando para coger el tren después de cuidar a su hija, pero por sobre todo, los episodios de Isquia, dirigidos por Alice Rohrwacher, que fuera de la violencia del barrio deja entrar la luz y lo pasa todo por el filtro de la mirada femenina.
El último encuentro de Lenù y Lila es descorazonador, y el impacto emocional es mayor en contraposición con las imágenes de cuando eran niñas y leían juntas Mujercitas. En la fábrica de salami el impulso incontrolable de Elena de demostrar su superioridad es apagado por la compasión que siente por Lila, ahora resignada a sobrevivir como puede la vida que se le ha impuesto. Ya no tiene fuego en su interior y el que está en los alrededores solo sirve para quemar el libro El hada azul, ella destruye el símbolo de lo que pudo ser y cree que nunca tendrá, el corazón de la obra publicada que le ha dado éxito a Lenú. “No quiero perderte”, se dicen. Ojalá sea verdad.
‘La amiga estupenda’ está disponible en HBO España.