Rodaje en Irlanda del Norte de la sexta temporada de ‘Juego de tronos’ (Foto: HBO/Movistar+)
Sí, la cuenta atrás hasta la penúltima temporada de Juego de tronos ya ha empezado, y en Fuera de Series vamos a celebrarlo con un post diario en el que repasaremos diferentes aspectos de la serie. Así, la espera hasta el 17 de julio, cuando veremos los nuevos episodios en HBO España y Movistar+, será más llevadera.
Juego de tronos no sólo es un fenómeno popular a escala mundial; también es una de las producciones de mayores dimensiones que se ha hecho nunca para televisión. El rodaje de cada temporada ocupa prácticamente diez meses, se distribuye por, al menos, dos países distintos y ha llegado a tener tres unidades rodando simultáneamente en localizaciones diferentes.
Los sitios por los que ha pasado la serie han aprovechado para promocionarse turísticamente, con la esperanza de que los numerosos fans de Juego de tronos quieran acercarse hasta allí para ver en directo los lugares que, en pantalla, se hacen pasar por Desembarco del Rey, o Invernalia, o Dorne. España es la última beneficiada de esto, pero la serie ha pasado ya por unos cuantos países antes.
La sede: Belfast
El Salón del Trono de Desembarco del Rey está en los Titanic Studios de Belfast. (Foto: HBO/Movistar+)
El campamento base de la producción está en Irlanda del Norte y, más concretamente, en su capital, Belfast. La ciudad ofrece la infraestructura de los Titanic Studios, unas viejas instalaciones para pintar barcos ubicadas en su puerto. Eso ya nos da una idea del tamaño que pueden tener sus sets, especialmente el más grande de todos, el denominado Paint Hall, donde está construido el Salón del Trono de Desembarco del Rey.
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Desde Belfast resulta muy cómodo partir hacia entornos naturales que simulen ser las tierras del Norte, o los bosques del Camino Real, o las costas de las Islas del Hierro. La oficina de turismo de Irlanda tiene un apartado dedicado exclusivamente a los lugares de rodaje de Juego de tronos; algunos de ellos, como las montañas Mourne, han inspirado a otros autores en la creación de sus obras, como CS Lewis con su mundo de Narnia.
Buena parte de lo que vemos en la serie son paisajes norirlandeses, o de Islandia si aparecen los salvajes Más Allá del Muro, pero de vez en cuando, el país no da lo que la producción va buscando, y tiene que desplazarse a otros sitios. Sobre todo si hace falta sol y ciudades de aspecto medieval. En ese caso, Juego de tronos viaja hacia el Mediterráneo.
Por el sur de Europa
En la primera temporada, la serie ya tuvo un par de localizaciones fuera de Irlanda del Norte. La boda de Daenerys y Khal Drogo, por ejemplo, se rodó en Malta, frente a la Ventana Azul, una famosa formación natural en la isla de Gozo que, por desgracia, se derrumbó el pasado mes de marzo durante un fuerte temporal.
Los viajes de Daenerys por la Bahía de los Esclavos la han llevado también a Marruecos. En concreto, las ciudades de Ait Benhaddou y Essaouira (muy conocida por los aficionados al surf) se hicieron pasar por Astapor y Yunkai.
Y luego está Croacia y, sobre todo, Dubrovnik. La Perla del Adriático, como se la conocía antes de la guerra de los Balcanes, aportó su casco histórico, fundado en el siglo VII, a Desembarco del Rey y, de hecho, lo hizo con unos mínimos retoques digitales. Y ha aprovechado también para ofrecer unos cuantos tours turísticos por todos los lugares que se ven en la serie.
La base de España
Desde la quinta temporada, Juego de tronos ha añadido otro país más a su periplo por media Europa, España. En aquella entrega, sólo se utilizaron los Alcázares Reales de Sevilla para convertirse en Dorne, y la plaza de toros de Osuna para ser el Gran Reñidero de Meereen, pero fue el principio de una relación que se ha intensificado para la séptima temporada.
En la sexta, por ejemplo, el casco antiguo de Girona se convirtió en Desembarco del Rey y en algunas partes de Braavos, donde se encontraba Arya. Las escaleras de la catedral, por ejemplo, protagonizaron algunas de las escenas más intensas de la entrega.
Foto HBO/Movistar+
Se vieron también algunas partes de Peñíscola como diferentes zonas de las Ciudades Libres de Essos, los desiertos de las Bardenas Reales (en Navarra) y la sierra de Alhamila (Almería) como parte de los territorios de los dothrakis, el palacio de Canet de Mar (Barcelona) como la casa familiar de Samwell Tarly y diversas fortalezas árabes por Andalucía. La localización más espectacular, de todos modos, bien pudo ser el castillo de Zafra, en la provincia de Guadalajara, que se transformó en la Torre de la Alegría durante los flashbacks de Bran con el Cuervo de Tres Ojos.
Para la séptima temporada, esas localizaciones se han ampliado con castillos en Córdoba, Trujillo (Cáceres), con playas en Bermeo (Guipúzcoa) y Zumaia (Vizcaya), con las ruinas de Itálica (Sevilla), el casco histórico de Cáceres y el Parque Natural de los Barruecos, en la misma provincia. Si queremos ir de turismo de Poniente, está más cerca de lo que podemos suponer.