Macarena García, como Lola Mendieta de joven. (Fuente: TVE)
Cuando se presentó la novela El tiempo es el que es, Javier Olivares explicaba que de las historias reunidas en ella, había algunas que habían sido, originalmente, ideas para episodios de la serie que, por razones de producción, no habían podido llevarse a cabo. Tiempo de espías, el segundo capítulo de la tercera temporada, era justo una de ellas; una misión en plena Segunda Guerra Mundial, dividida entre las playas de Huelva y un campo de concentración en Francia, y en la que la patrulla se reencontraba de nuevo con Lola Mendieta.
Este personaje había sido una de sus principales némesis durante la primera temporada, y buena parte de la segunda. Rápidamente se vio que Lola (Natalia Millán) era bastante más de lo que parecía a simple vista, pero para Salvador, Alonso, Amelia y compañía era complicado olvidar que los había traicionado. Y ese recuerdo se pone a prueba en este Tiempo de espías que es también la introducción de Macarena García en la serie.
Macarena García: “Llegar a ‘El Ministerio del Tiempo’ ha sido muy emocionante”
La actriz se incorpora a la serie en el episodio de esta nochefueradeseries.com
A partir de aquí habrá spoilers del episodio 3×02 de ‘El Ministerio del Tiempo’.
Realmente, el rol de la patrulla en asegurarse que la Operación Mincemeat se llevaba a cabo, para facilitar el desembarco de las tropas aliadas en Sicilia, es casi secundario ante lo que importa de verdad del episodio, que es esa reacción ante el encuentro con una Lola Mendieta joven, idealista, que vive en la clandestinidad en Francia trabajando como espía para los aliados y ayudan a republicanos españoles y a judíos perseguidos por los nazis a huir.
Una Lola Mendieta cuya familia lo pierde todo al final de la Guerra Civil no porque su padre apoyara a la República, sino porque sus rivales empresariales ganan más poder que él y deciden utilizarlo para represaliarlo, quedarse con todos sus negocios y su patrimonio y eliminarlo; y una Lola Mendieta que, en 2017, le pide un último favor a Salvador antes de morir, un favor que parece que va a perseguirle en lo que queda de temporada.
Tiempo de espías juega un poco con esas historias de operaciones secretas en la Segunda Guerra Mundial que tanto material han dado al cine, y aunque ofrece algunos momentos emocionales bastante logrados (la carta de amor que escribe Amelia con el recuerdo de Julián muy presente; el sacrificio de William Martin), es una misión más o menos convencional.
La patrulla se prepara para viajar a 1943. (Fuente: TVE)
La miga del capítulo está en la reacción de Salvador y Ernesto (y Pacino) ante Lola. Ésta, por cierto, se beneficia de la gran fotogenia de Macarena García y del aire resuelto y, al mismo tiempo, inocente que le imprime, y la relación entre ella y Ernesto en el campo de concentración muestra la conexión humana que se establece entre ellos. Lola no lo abandona cuando es herido en plena huida, y Ernesto no es capaz de matarla para que no termine hablando en medio de las torturas del jefe del campo.
A Salvador, por su parte, le carcome no ser capaz de cumplir una promesa a una mujer en su lecho de muerte, así que acaba actuando, algo no demasiado habitual en él. No parece que vaya a saltarse sus propias normas de que “la Historia es la que es”, pero quizás siga un poco el ejemplo de Irene Larra y encuentre una manera de ser menos rígido con ellas.
Irene, por cierto, da una nueva pista del misterio lanzado en el primer episodio. Ciertamente, hay una facción rebelde en el Ministerio de 1958, pero todavía desconocemos su alcance. Y con los sentimientos que saca a la superficie Lola, esa historia se queda más al fondo, pero está empezando a apuntar cosas muy interesantes. El dilema profundo del Ministerio va a acabar saliendo a la luz.
Fuente: TVE
Este Tiempo de espías ha sido una muestra de ese mayor margen de maniobra que El Ministerio del Tiempo tiene este año en cuanto a la producción de los episodios, y aunque la misión en Huelva necesitara, quizás, un poco más de tiempo para cuajar mejor, la introducción de la joven Lola ha estado bien manejada. Y las emociones contradictorias que levanta prometen grandes cosas.
Notas al margen
- Entre los homenajes y referencias del episodio hay que mencionar Malditos bastardos en la escena en la cantina con Lola y William Martin, una reconocida por Jorge Dorado, el director, en Twitter a El ojo de la aguja y Pacino menciona a Félix Rodríguez de la Fuente y El hombre y la tierra y a la cinta El hombre que nunca existió, que dramatiza los detalles de la Operación Mincemeat.
- Por cierto, que levante la mano quien no se acuerde de Remington Steele cada vez que Pacino menciona alguna película.
- El personaje de Lola Mendieta está basado en la espía española Marina Vega, que trabajó para la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Por otro lado, el padre Azcárate que ayuda a Ernesto y Lola en el campo de Gurs podría referirse a Pablo de Azcárate, embajador del gobierno republicano en Londres durante la Guerra Civil. A su término, y exiliado en Francia, coordinó el Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles para ayudar a los exiliados republicanos a huir hacia Sudamérica.
- Otro personaje histórico mencionado por Pacino, y al que vemos en el Foreign Office londinense, es a Ian Fleming, escritor y creador del personaje de James Bond, que sirvió en la inteligencia naval británica durante la guerra. Pacino también menciona dos parodias de los espías tipo Bond como Superagente 86 y Anacleto, agente secreto.
- El campo de concentración de Gurs, en los Pirineos franceses, se construyó en 1939 para reunir a los exiliados españoles que huían del franquismo, y acabó también como prisión de los judíos atrapados por los alemanes.
- El jingle publicitario que Pacino canta delante de la puerta 222 es el de las Galletas Solsona, cuyo producto más exitoso era, precisamente, la galleta 222, “la que se pide por su número”.
‘El Ministerio del Tiempo’ se emite todos los jueves, a las 22:40, en La 1. también está disponible en el servicio A la carta de RTVE.