Crítica: ‘Juego de Tronos’ 7×07 — El Dragón y el Lobo

por Marina Such28 de agosto de 2017

En esta crítica hay spoilers del final de la séptima temporada de ‘Juego de tronos’.

Al final, el dragón y el lobo del título del último capítulo de la séptima temporada de Juego de Tronos tenía una doble referencia. No sólo eran Daenerys y Jon consumando la atracción que todos, incluso su círculo más cercano, veíamos surgir, sino muy especialmente Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark, el dragón y la loba que lo iniciaron todo.

Los espectadores que no estuvieran muy atentos a las teorías de los fans, o que no hubieran leído los libros, o que necesitaran una confirmación explícita, la tuvieron en ese último diálogo entre Bran y Sam; Robert Baratheon inició su rebelión, que acabó derrocando y casi exterminando a la casa Targaryen, por una mentira. No pudo admitir que Lyanna, de la que estaba enamorado y con la que esta prometido, prefiriera a otro, así que decidió creer que Rhaegar la había secuestrado y la había violado.

Luego había otras cuestiones de fondo por las que Aerys II no iba a durar mucho más en el trono, pero la chispa que encendió el polvorín ocurrió durante el torneo de Harrenhal. Y la chispa prendió con una mentira, un matrimonio secreto y un hijo aún más secreto que Ned, siendo el hombre de honor y familia que era, protegería de su amigo Robert. Así se nos confirma que Jon Nieve, en realidad, es Aegon Targaryen y que es el heredero legítimo del Trono de Hierro. Y esta circunstancia complica un poquito que pase la travesía de Rocadragón a Puerto Blanco en el camarote, y en la cama, de su tía Daenerys. Pero los muertos están en camino y hay que aprovechar todos los momentos en los que uno está vivo, ¿no? Carpe diem.

Jon y Tyrion le dan un buen susto a Cersei. (Fuente: HBO España)

Si dejamos de lado que el incesto es tan intenso en la familia Targaryen como la Fuerza lo era en la familia Skywalker, ese gesto noble pero estúpido de Jon ante Cersei, un gesto muy de Eddard Stark, termina por derretir cualquier resistencia que Daenerys pudiera albergar. No es que Cersei fuera a cumplir su palabra de todos modos, pero como le dice Tyrion al Rey en el Norte, no pasa nada por soltar una mentirijilla de vez en cuando.

Al fin y al cabo, aunque la reina Lannister se lleva el susto de su vida cuando el muerto sale de la caja (Rick Grimes y los suyos deberían aprender del Perro cómo manejar a los zombis), en su cabeza sigue pensando en todas las maneras en las que puede librarse de sus enemigos y sobrevivir al invierno, todo al mismo tiempo. Aunque exterminar a sus enemigos sigue siendo su prioridad. Siempre lo ha sido. ¿Cumplir juramentos? ¿Ir al Norte a combatir a un enemigo que todavía está lejos? Eso no merece ni la tensa, pero estupenda, conversación que tiene con Tyrion.

Los mejores efectos especiales de la serie son esas escenas de diálogos. Las dos de Cersei con sus dos hermanos exponen lo lejos que ha llegado ya para conseguir sus propósitos, y cómo ya es imposible para ella dar marcha atrás, pero también dejan a la vista sus puntos débiles. Puede odiar a Tyrion y puede querer que Jaime no la abandone, aunque ella falte a su palabra a Daenerys, pero es incapaz de dar a la Montaña la orden de que los mate. Siguen siendo su familia.

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La familia también es importante en Invernalia, donde las preocupaciones de algunos espectadores por la rivalidad entre Sansa y Arya terminan quedando en nada. Tampoco es que conspiraran juntas contra Meñique, pero algo de eso había. Todo lo que ambas se dijeron en el episodio anterior era cierto; la ejecución de Ned era todavía un asunto sin resolver entre ellas. Pero también es verdad que Sansa, como ella misma reconoce, ha aprendido bien de Meñique. Y desconfía de él, y lo conoce lo suficiente para saber que, si quiere pillarlo por sorpresa, tiene que ocultar muy bien sus cartas.

Tyrion ya le comentó a Jon que su hermana era más lista de lo que parecía. Sobre todo, Sansa ha aprendido a pensar y analizar la situación. ¿Qué era más probable, que Arya quisiera matarla o que Meñique estuviera empozoñando su relación para sacar provecho? Si Sansa estuviera en la lista de la venganza de la Niña sin Rostro, ya estaría muerta. Pero nunca sabe qué puede estar tramando Lord Baelish. Piensa mal y acertarás, es ley de vida para él. Es lo que le acaba llevando a la muerte. Y aunque Sansa no tenga una lista de objetivos, sí que odia a Meñique por venderla a Ramsay Bolton. Ésta es su última venganza.

Sansa Stark, como dice Tyrion, es mucho más lista de lo que parece. (Fuente: HBO España)

Como viene siendo tradición en Juego de Tronos, incluso con un final de temporada de 80 minutos se opta por el esquema clásico de HBO de estructura de la entrega; el gran clímax, lo más espectacular (generalmente, las muertes más impactantes) llegan en el penúltimo episodio, y el último es el del después, el de la recolocación de piezas y la preparación del año siguiente. Y aquí hay mucho que preparar.

Las Stark han devuelto a Invernalia a lo que era, al último bastión del Norte, y es realmente poético que sea allí donde vayan a confluir casi todas las tramas. Allí arrancó la serie y allí parece que va a terminar. Muchas vueltas tampoco puede dar ya la trama. Los Caminantes Blancos destruyen la parte del Muro donde estaba el fuerte de Guardiaoriente y entran en Poniente con su nueva y flamante arma, “Zombiserion”, y dispuestos a… ¿qué, exactamente?

Tenemos mucho que aprender de Sansa
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¿Cuál es el objetivo del Rey de la Noche? No podía atravesar el Muro hasta no disponer de su propio dragón de hielo, pero desconocemos qué pretende ahora. ¿Será algo tan básico como arrasar toda la tierra? No lo parece. ¿Y qué cosas sabe? ¿Hasta dónde llega su magia si es capaz de ver y tocar al Cuervo de Tres Ojos en sus viajes astrales? Esperemos que Sam, Gilly y Bran dispongan de más información sobre él porque, si no, van a luchar todos como pollos sin cabeza, corriendo de un lado para otro sin orden ni concierto.

Las piezas ya están sobre el tablero de cara a los últimos seis capítulos. Jon, Daenerys y todos sus asesores van camino de Invernalia. Theon, que por fin parece haber recuperado parte de su espíritu, se dirige a las Islas del Hierro a rescatar a Yara, mientras Euron navega hacia Essos a buscar a la Compañía Dorada, que luchará por Cersei gracias al oro del Banco de Hierro. Los hermanos Stark supervivientes gobiernan Invernalia y Jaime Lannister cabalga rumbo al norte, suponemos, para cumplir su promesa de unirse a la causa del dragón y el lobo.

Y la nieve empieza a caer sobre Desembarco del Rey. Valar Morghulis.

Notas al margen

Pozo Dragón está rodado en las ruinas romanas de Itálica, en la localidad sevillana de Santiponce. En concreto, la serie utiliza el anfiteatro, donde se celebraban combates de gladiadores y se reproducían escenas bélicas diversas.
La tensa reunión que tiene lugar allí es la primera vez en siete temporadas en la que están juntos todos los protagonistas principales de la serie, menos Arya y Sansa. Y entre los reencuentros, destaca el del Perro con su hermano, la Montaña. ¿Se producirá al final esa Cleganebowl que los fans desean ver?
Las alusiones a que Daenerys no puede tener hijos no hacen más que sucederse, lo que apunta a ser una “pistola de Chejov” en toda regla.
Hablando de Dany y Jon, Tyrion está al tanto de que han pasado a ser más que aliados, y parece estar más preocupado que otra cosa. Va a ser divertido cuando se sepa toda la verdad sobre su linaje.
El rodaje de la octava temporada no se va a iniciar hasta octubre, y aunque van a ser menos capítulos, no se descarta que su estreno se retrase aún más de lo que lo ha hecho este año. Ya hay quien apunta que, a lo mejor, no la veremos hasta 2019 si pierde el hueco veraniego en la parrilla de HBO.

Más críticas de ‘Juego de Tronos’

Si queréis leer todas nuestras críticas de los episodios anteriores de esta temporada, podéis hacerlo en estos enlaces.

Las notas de Fuera de Series:

En Fuera de Series puntuamos nuestros análisis en una triple escala de 1 a 5, inspirada en la que usa Little White Lies, en función de lo deseosos que estábamos de ver la serie (“Antes”), lo que nos ha parecido viéndola (“Durante”) y las ganas de ver más y de comentarla con más gente tras hacerlo (“Después”).

Antes: 5

La expectación por ver cómo arrancaba ‘Juego de tronos’ su recta final era enorme. Incluso a pesar de filtraciones, fotos de paparazzi del rodaje en el País Vasco y una maquinaria informativa que nunca descansa, la séptima temporada tenía que cumplir unas expectativas muy elevadas.

Durante: 3,5

La velocidad que David Benioff y D.B Weiss han imprimido a la trama ha provocado que sufrieran algunas historias, como el ya famoso rescate en el lago helado. También ha sido un poco extraño ver la atracción, y el enamoramiento, entre Jon y Daenerys, y para ser el potencial nuevo “Ramsay Bolton”, Euron Greyjoy aún no se ha hecho merecedor de ese legado.

Después: 4

La secuencia final del capítulo, con el Rey de la Noche destruyendo parte del Muro gracias al aliento helado de Viserion resucitado, deja en lo más alto una temporada que ha tenido altibajos y que cada vez ha abrazado más su parte de fantasía épica y de su herencia de ‘El Señor de los Anillos’. La espera hasta la última se va a hacer muy larga.