Kerry Washington, en una imagen de ‘Scandal’.
Durante un breve periodo de tiempo entre sus temporadas dos y cuatro, Scandal era la serie de la que todo el mundo hablaba en Estados Unidos. Se consideraba que contaba mejor cómo funcionaba Washington DC que House of cards, utilizó Twitter a su favor para retroalimentar a su audiencia y aumentarla y terminó convirtiendo a Olivia Pope (Kerry Washington), la fixer política en la que se centraba la serie, en todo un referente de estilo de vida para sus espectadoras, sobre todo por sus vasos de vino al final del día y, especialmente, su vestuario.
Supervisado por Lyn Paolo (que tiene dos Emmy por Homefront y una nominación por El ala oeste de la Casa Blanca), el estilismo de Olivia siempre fue tan declaración de intenciones de la serie como su comparación de los empleados a su cargo con “gladiadores con traje” o el ruido de obturadores de cámaras para marcar la transición entre escenas. Ella tenía que ir vestida de manera profesional, pero dejando claro que siempre tenía el control, y marcando en estos siete años su evolución personal. De los blancos y beige del principio, al vivo colorido de los últimas temporadas, Scandal es un buen ejemplo de que el vestuario de una serie también cuenta una historia.
Temporada 1: el ‘power suit’
La primera idea que Paolo tuvo para Olivia fue que llevara abrigos blancos (un color poco utilizado en televisión porque iluminarlo es muy difícil) y tanto ella como Kerry Washington decidieron que vestiría más trajes pantalón (los power suit) que faldas, para acentuar la idea de que ella siempre sabía qué hacer en cada situación. La gabardina blanca y el enorme bolso de Prada del mismo color que lleva en el piloto llamó casi más la atención que todo lo que pasaba en el capítulo.
Temporada 2: en tonos neutros
El look de Olivia se mantuvo bastante consistente en las cuatro primeras temporadas. El colorido de su vestuario se movía en tonos neutros, con rosas pálidos, mucho beige, blancos y grises. También lucía prendas de color negro pero, en palabras de la diseñadora, lo que se buscaba era transmitir que “había más inocencia ahí, pero seguía siendo muy directo”. Su ropa tenía que anunciar que a Olivia le gustaban las cosas claras y que se enfrentaba a los problemas sin rodeos.
Temporada 3: los diseñadores
Scandal no quería que su protagonista se quedara atascada en los vestuarios serios y grises que muchas mujeres profesionales visten en entornos políticos, así que se optó por introducir prendas de diseñadores. La tumultuosa relación de Olivia con el presidente de Estados Unidos podía estar en plena ebullición, pero casi se hablaba más entre los fans de, por ejemplo, la chaqueta estilo peplum de Alexander McQueen del segundo episodio de esa temporada y, sobre todo, de que era azul marino, lo que quería decir que Olivia estaba atravesando un momento difícil.
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Temporada 4: el lado relajado
Con todas las cosas que le pasan al personaje de Kerry Washington, no es de extrañar que empezara la cuarta temporada escondida en una playa, y con un estilismo mucho más relajado de lo habitual. La blusa playera, y la botella de vino, mostraban a una Olivia sin preocupaciones, decidida a apartarse del estrés de su vida en Washington. La combinación de ese estilo con su pelo rizado natural causó sensación.
Temporada 5: entra el color
En la quinta temporada, Olivia intenta dejar atrás su relación con Fitz y recuperar su independencia, y el vestuario lo refleja haciendo que vista más faldas y vestidos y mucho más color. Y, además, los colores dependían de la evolución de su relación con Mellie, la Primera Dama; se conjuntaban si ambas estaban en sintonía, por ejemplo. Las chaquetas y abrigos rojos fueron los que más llamaron la atención, pero el mayor triunfo fue un vestido mostaza de Narciso Rodríguez que llevaron al mismo tiempo tanto Olivia como Michelle Obama.
Temporada 6: la metáfora del negro
La apuesta por el color (sobre todo, por rojos y azules) se mantuvo en la sexta temporada, pero el negro y tonos más oscuros fueron apareciendo en el vestuario de una Olivia arrastrada a hacer cosas cada vez más terribles y a guardar cada vez más secretos. Aun así, la prenda que, probablemente, más comentarios suscitó en redes sociales fue una capa de estampado floral de, otra vez, Alexander McQueen.
Temporada 7: un estrecho control
El vestuario totalmente negro, y un poco más ajustado que en las primeras temporadas, ha sido el habitual en la última temporada de la serie. Olivia es la jefa de gabinete de la Casa Blanca y está involucrada en diversas operaciones clandestinas, por lo que la ropa se transforma casi en una armadura, con siluetas más rectas y más en control. No hacía falta que les contaran a los espectadores cómo ha cambiado Olivia Pope a lo largo de las siete entregas de Scandal: su vestuario lo cuenta de una manera muy efectiva.
‘Scandal’ se emite en FOX life.