Crítica: ‘Vis a vis’ 3×06 — ‘Seis meses dan para mucho’

por Marina Such29 de mayo de 2018

A la concejala nada le sale bien. (Fuente: Fox España)

A la inspectora Rojas se le acaba el tiempo. A Zulema también, pero de otra manera. Ella tiene que tener listo su plan de fuga para dentro de cinco días, que es cuando el contenedor lleno de dinero que Akame pretende robar tiene prevista su partida. El cáncer da a Rojas seis meses más de vida. Es la trama que menos tiempo ocupa en este sexto episodio, pero es la que le da título y la que aporta el toque un poco más humano, como Goya con esa inseguridad disfrazada de fuerte carácter.

Lo fácil que Rizos se enamora es casi lo único que le ha dado algo que hacer en esta tercera temporada, pero al menos esta historia aligera un poco todas las puñaladas traperas y las maquinaciones que dominan Cruz del Norte. El amor inesperado también ha formado parte de Vis a vis (Maca no esperaba liarse con Rizos, por ejemplo); es una manera de no perder la esperanza dentro de la cárcel, de tener algo por lo que seguir viviendo, aunque no vaya a durar mucho.

No está tan mal tener a dos personas que deciden seguir adelante con sus sentimientos cuando la temporada está dominada por una que los manipula todos para conseguir sus propósitos. Zulema necesita siempre estar tramando algo para sentirse viva, y en sus estratagemas mueve a sus “amigas” y a sus enemigas como si fueran peones sin mayor importancia. Si éstas se rebelan, consigue encontrar la manera de darle la vuelta a la situación y de convertir en una ventaja lo que antes era un problema. Si estuviera en la situación de Mercedes, estaría presentándose como una mártir sacrificada en lugar de como una chivata.

La alianza Altagracia-Zulema empieza a ponerse en marcha. (Fuente: Fox España)

Zulema también tiene el don de saber cuándo alguien necesita desesperadamente un cable. Mercedes era una presa fácil cuando entró en prisión; Altagracia lo es ahora porque Frutos hará cualquier cosa con tal de proteger sus chanchullos con Akame. Y el caso es que parece el complemento ideal para Zulema, alguien que no duda en aplicar la fuerza bruta como solución a muchos problemas. La necesidad crea extraños compañeros de cama, aunque la funcionaria y la reclusa no sean tan distintas.

Está bien que sepamos algo más de Altagracia si vamos a verla como algo más que una persona vengativa, si vamos a generar algún tipo de empatía con ella. Vis a vis está haciendo eso con Goya, por ejemplo, mostrando lo que hay bajo el exterior para humanizarla un poco y sacarla del cliché de “chunga” de la cárcel. Es un problema presente en todos los personajes nuevos; todavía no han adquirido entidad propia, ni siquiera Mercedes, que continúa heredando el rol de saco que recibe todos los golpes que tenía Macarena.

La concejala no consigue acertar en ninguno de los pasos que da. No ha aprendido a no creerse de primeras todo lo que le dicen. Es cierto que, esta vez, es la fiscalía quien incumple sus promesas y la deja en la peor situación posible (también es un peón para ella), pero tanta desgracia junta no contribuye a construirla como un personaje más interesante.

La inspectora Rojas. (Fuente: Fox España)

Este Seis meses dan para mucho ha sido más un episodio de colocación de piezas de cara a los dos últimos capítulos de la temporada. Las gallinas explosivas ya apuntaban que más de una situación iba a saltar por los aires: el plan de Zulema, la relación que están empezando Rojas y Rizos, el trato de Mercedes con la policía… Garantiza el drama para la recta final, eso por descontado, y evita que la temporada se estanque.

Tener menos capítulos y que éstos duren menos de lo que era habitual en Antena 3 ha llevado a que Vis a vis casi sea más desarrollo de trama que desarrollo de personajes, pero lo cierto es que la trama está resultando entretenida. Se agradece, eso sí, que todavía se le dé cancha a Saray para soltarle unas cuantas verdades a su madre, por ejemplo.