Jay Hernández, como Thomas Magnum. (Fuente: Calle 13)
Esta crítica se ha escrito después de ver el primer episodio de ‘Magnum’. No contiene spoilers.
Estrenar una nueva versión de una serie muy conocida es muy tentador para las cadenas. A un buen número de espectadores les suena, por lo menos, su título y tienen una idea aproximada de lo que era. Quizás, muchos hasta la vieran en su momento. Puede haber una base de fans ya presente que tenga curiosidad por ver las nuevas aventuras de su personaje favorito. Al mismo tiempo, hay otro sector del público que no está familiarizado con ella y al que hay que llegar también. Esa nueva versión debe ir más allá de la nostalgia y los guiños al pasado y tiene que ofrecer algo que atraiga a nuevos fans. Es el dilema de todos los reboots y, por supuesto, es con el que tiene que vivir la nueva Magnum.
Es una de las apuestas de Calle 13 para el principio de 2019, y aterriza con una presentación que sortea, con relativo éxito, dicho dilema. La nueva Magnum mantiene el escenario en Hawai, el pasado militar de su protagonista, la figura en la sombra de Robin Masters (que es quien le paga las facturas al protagonista), su gusto por los Ferraris y su amistad con dos antiguos compañeros de armas, y retoca algunas cosas para acercar más la serie al siglo XXI. Higgins, por ejemplo, el mayordomo británico de Masters, es ahora una mujer.
Sin embargo, en la actualización de la historia se ha quedado por el camino el carisma del protagonista, algo que contribuyó a que la original fuera el éxito que fue. Jay Hernández es un actor solvente que, hasta ahora, había trabajado como secundario en proyectos más o menos grandes, o integrado en repartos más corales, pero le falta un algo, un toque extra para ser un Thomas Magnum memorable.
Rick y TC, los dos amigos de Magnum. (Fuente: Calle 13).
La sombra de Tom Selleck es alargada, sí, además la nueva serie hasta mantiene la misma sintonía (y una cabecera casi calcada a la original), y para escapar de ella hacía falta, quizás, un actor con más presencia. Y eso que Hernández funciona bien con Stephen Hill y Zachary Knighton, que interpretan a sus dos amigos, y con Perdita Weeks (Higgins).
La acción y el entretenimiento sin pretensiones es lo que ofrece esta versión, en la línea de otros reboots supervisados también por Peter Lenkov como MacGyver y Hawai 5.0. La escasa personalidad propia es el principal defecto que comparten los tres, aunque sus repartos también suelen ir encajando mejor con el paso de los capítulos. Magnum, en ese aspecto, ya tiene parte del trabajo hecho, y sólo necesita que los otros tres personajes principales vayan desarrollando entidades separadas de su protagonista.
Los nostálgicos de la serie original, probablemente, van a pasar un buen rato porque no es tan diferente (hasta mantiene su muy literaria voz en off), y los nuevos espectadores pueden encontrar el aliciente de acabar la semana con un poco de diversión muy ligera, y en la que hay tiroteos, persecuciones en coche y peleas salpicadas de algún que otro chiste.
Higgins y Magnum. (Fuente: Calle 13)
Desde el primer episodio queda claro el potencial para una relación de tensión sexual no resuelta entre Higgins y Magnum (que, de momento, se toleran y se lanzan indirectas) y se nota que la sombra de Masters (muy al estilo de Charlie en Los ángeles de Charlie) dará juego, sobre todo, en el aspecto más humorístico. Es una serie de casos semanales que, de vez en cuando, tirará del pasado en el ejército de sus personajes para aportar más drama, y aprovechará para sacar a pasear algún cochazo deportivo que acabará destrozado.
Magnum no engaña a nadie. Quiere trasladar el espíritu socarrón y de cine de acción a las aventuras de su protagonista, ese detective privado que acaba ayudando siempre a la gente con más problemas. Tampoco destaca demasiado entre el mar de reboots actuales.
‘Magnum’ se emite los viernes, a las 22:10 h., en Calle 13.
