Aidan Gillen, en ‘Proyecto Blue Book’. (Fuente: TNT)
Esta crítica se ha escrito tras ver el primer capítulo de ‘Proyecto Blue Book’. No contiene spoilers.
Si Expediente X se mezclara con Mad Men. Esa es la descripción, muy resumida, que Sean Jablonsky, showrunner de la serie, da sobre ella y es bastante acertada. La ambientación de la ficción de AMC da el escenario en el que se desarrolla una historia que Chris Carter contó, en varias ocasiones, en su creación: la de las primeras investigaciones, secretas, de las Fuerzas Aéreas estadounidenses de aquellos OVNIs que sus pilotos afirmaban ver cada dos por tres.
Proyecto Blue Book se basa en historias reales pero las dramatiza de tal modo que los espectadores puedan engancharse a las peripecias semanales del doctor Hynek y el capitán Quinn. Los dos cumplen la función clásica en este tipo de narraciones de contar con un escéptico y un creyente que ofrezcan los dos lados de la interpretación de la historia. Aquí, Hynek es Mulder y Quinn, Scully, y sus agendas son incompatibles, aunque a priori no lo parezcan.
También da la sensación de que acabarán confluyendo porque, como igualmente es inevitable, están siendo utilizados en un juego mucho mayor, y más peligroso, del que ninguno sabe nada. Por ahí se construye el principal misterio de la serie, que va más allá de si esos avistamientos son de origen extraterrestre o meros globos meteorológicos.
La esposa de Hynek va a ser importante en la trama. (Fuente: TNT)
Esa conspiración se está construyendo en el primer episodio a través de la esposa de Hynek, sobre todo. Los misteriosos hombres de negro que tanto juego daban en Expediente X hacen aquí su aparición sin que sepamos aún qué pretenden, y se les presenta de una manera que no deja lugar a dudas de que su agenda es, cuanto menos, inquietante. Proyecto Blue Book no es en absoluto sutil ni en ese aspecto ni en las investigaciones de Hynek y Quinn. Tampoco es una historia que nos vaya a sorprender, a no ser que nunca nos hayamos acercado a ninguna ficción que trate los primeros avistamientos de OVNIs.
Y, por supuesto, aunque originalmente esté producida por History (en España se ve en TNT), no debemos buscar más rigor histórico o científico que el que dé verosimilitud a lo que la serie esté contando. Proyecto Blue Book pretende entretener y enganchar con los viejos trucos del “héroe” que busca la verdad y la gente sospechosa que se empeña en ocultarla por todos los medios posibles. Está muy visto, pero sigue funcionando.
Aidan Gillen es un Mulder con toques de Scully (porque es científico) muy efectivo; es la persona obstinada que va a perseguir su objetivo hasta el final, ya sea lograr financiación para un proyecto en su universidad o investigar de verdad los avistamientos. Es el tipo de hombre ideal para colocar en medio de una conspiración porque garantiza conflicto y drama.
(Fuente: TNT)
Proyecto Blue Book ha sido un éxito de audiencia en Estados Unidos, y es fácil ver por qué. Su aproximación a la historia es la más “palomitera” y resulta muy entretenida. Las conspiraciones siempre venden, y más unas que tienen cierto anclaje en la historia y que tocan esa desconfianza hacia las instituciones de las que tanto petróleo sacaron en su momento tanto la propia Expediente X como todos los thrillers del cine de los 70.
Por ahora, su primer capítulo presenta las líneas maestras del misterio al que Hynek y Quinn se enfrentarán de verdad, uno mucho más terrenal que los objetivos de ese programa del ejército. Y también resulta terreno muy conocido por los espectadores que ya hayan visto más ficciones de este tipo.
‘Proyecto Blue Book’ se emite los martes, a las 22:15 h., en TNT.
Podcast: Razones para ver… ‘Proyecto Blue Book’ (ep.25)
Una serie basada en hechos reales sobre casos de avistamientos de OVNIS en los Estados Unidos durante las décadas de…fueradeseries.com