El inminente final de Los 100 ha hecho que muchos aprovechemos para echar la vista atrás hacia la evolución de la serie y el legado que deja para el futuro, si es el caso. Dedicamos, esta misma semana, un podcast Gran Angular a comentar exactamente eso, y durante la charla surgió un tema que ha marcado la percepción que se tiene de la ficción: el tratamiento de Lexa, comandante de los grounders e interés amoroso de Clarke durante las temporadas 2 y 3.
En el podcast apuntábamos que era un asunto complejo que prácticamente requería un programa para sí mismo, porque va más allá de las protestas por cómo desapareció de la serie uno de sus personajes más queridos, y uno que se había convertido en importante para el fandom LGTBI. Llamó la atención sobre un tropo de la ficción, el de la “lesbiana muerta” o “entierra a los gais”, que era bastante común: una pareja homosexual no podía tener un final feliz; uno de ellos tenía que morir.
Es una simplificación grande, evidentemente, pero es más o menos el resumen de ese tropo. Con Lexa, sin embargo, se juntaron varias circunstancias que hicieron que su caso acabara siendo paradigmático. Una fue cómo manejó Los 100 su muerte. La salida del personaje era inevitable porque su intérprete, Alycia Debnam-Carey, había fichado por la serie Fear the Walking Dead, y solo con el fallecimiento de Lexa podía lanzarse la trama de la Llama y el “espíritu” de los comandantes pasados, que va pasando a los nuevos.
El problema aquí fue que Lexa moría al estilo Tara en Buffy, cazavampiros, de una bala que no iba dirigida a ella, y justo después de que Clarke y ella se acostaran. No era, desde luego, la mejor decisión (como el propio showrunner de la serie reconocería después).
Denise en ‘The Walking Dead’. (Fuente: AMC)
La otra circunstancia es que, en los meses en los que se emitió la tercera temporada de Los 100, en la campaña 2015/16, hubo más series que mataron a sus personajes lésbicos o bisexuales (The Walking Dead con Denise, Jane the virgin con Rose, Blindspot con Bethany, Jessica Jones con Wendy, Last tango in Halifax con Kate…), lo que llevó a que los medios recogieran el malestar de los espectadores.
A cambio, eso provocó que bastantes guionistas fueran conscientes de la existencia de ese “síndrome” y, desde ese momento, tomaran algunas medidas para no tratar a esos personajes como si fueran de usar y tirar (algo que, por desgracia, a veces es bastante habitual con las minorías en la ficción). Lexa no había sido la primera en sufrir este final, pero probablemente fuera una de las que más ruido generó y, por tanto, su caso fue de los más visibles a la hora de pedir cambios.
La séptima temporada de ‘Los 100’ se estrena el 15 de junio en SYFY España. El resto de temporadas están disponibles en Netflix.
Podcast: Gran Angular — El legado de ‘Los 100’
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