Esta crítica se ha escrito tras ver el primer capítulo de la temporada 4 de ‘Estoy vivo’ y no contiene spoilers.
Desde el principio, Estoy vivo ha destacado por ser un cóctel de géneros que aúna el thriller policiaco, el drama familiar, e incluso la ciencia ficción, pero en esta cuarta temporada ha querido subir la proporción de otro de sus ingredientes: el humor. La sensación que deja el primer episodio de esta nueva entrega es que Estoy vivo sigue intentando salirse de los cánones ficcionales que estamos acostumbrados a ver en la parrilla española, llena de thrillers o comedias cortadas por el mismo patrón, y eso es algo realmente positivo.
Este arranque de temporada juega mucho con la emoción y con tocarnos la fibra sensible, y qué mejor manera de hacerlo que con grandes reuniones de amigos y familiares, algo que hoy en día tenemos bastante limitado. Es durante una de esas quedadas cuando ocurre algo que cambiará el rumbo de los personajes: un apagón mundial dañará la Pasarela, mientras que El Enlace (Alejo Sauras) se encontraba fuera de ella, dejando a su mujer y su hija arriba. Desde el principio, Estoy vivo nos ha mostrado lo que alguien es capaz de hacer por su familia y muchos capítulos después sigue llevándolo por bandera, porque veremos a toda la tropa unida por un mismo objetivo.
El elenco, sin duda, es uno de los puntos fuertes que hacen que si la trama fantástica no termina de convencernos, con ellos no nos importe quedarnos. En las anteriores temporadas hemos podido comprobar el buen tándem que forman el personaje de Javier Gutiérrez (Manuel Márquez) y el de Sauras, al igual que el que forman Gutiérrez con Cristina Plazas, cuyo personaje vuelve a la carga esta temporada, aunque ya no como Laura Beltrán, sino como su hermana melliza.
Este imán que tienen los personajes lo ha ido construyendo el equipo temporada a temporada, aprovechando la ventaja de que pueden cambiar de cuerpo sin morir para no desprenderse de ellos en ningún momento. Esto consigue que la profundidad de los personajes, así como su arco dramático estén totalmente desarrollados, sea en un cuerpo u otro. Pero eso no quiere decir que no haya incorporaciones, ya que esta temporada cuenta con tres nuevas: Guiomar Puerta, Almagro San Miguel y Pablo Vázquez se suman a la familia. A ellos no los hemos podido ver todavía en acción, salvo a Puerta que aparece de forma un tanto extraña al final del primer capítulo. Veremos si estos fichajes están a la altura.
Dejando a un lado el tratamiento de los personajes y los nuevos fichajes, el arranque de la cuarta temporada de Estoy vivo también llama la atención, como señalábamos antes, por su apuesta por el humor. Mientras que la segunda tiró más por el terror y la tercera por la ciencia ficción, en esta entrega han pensado que no nos viene nada mal reírnos y evadirnos después de este año tan gris. Y es una decisión totalmente acertada. Con alguna divertida secuencia, protagonizada por Gutiérrez y Jesús Castejón, ya nos avanzan lo que nos espera el resto de temporada, pero habrá que confiar en que no sea cosa de un capítulo.
En definitiva, Estoy vivo sigue siendo una ficción diferente que apuesta por salirse de la norma y con la que no te aburres; si no estás con la lagrimilla a punto de salir, estás sufriendo con ellos, riéndote o alucinando con lo que ocurre fuera de la Tierra. Con sus tres temporadas anteriores ya demostró que consiguió salir airosa a pesar de su loca premisa, veremos si con esta cuarta también consigue alcanzar la cima o, mejor dicho, llegar a la Pasarela.
La temporada 4 de ‘Estoy vivo’ se estrena el miércoles 10 de marzo a las 22:10h en La 1.