Esta crítica se ha escrito después de ver los cuatro primeros episodios de ‘Reza, obedece, mata’ y no contiene spoilers.
Con la llegada de las plataformas y los canales de pago descubrimos que se podían hacer series -documentales o ficcionadas- sobre casos de asesinatos con una asiduidad nueva. De golpe ya no quedaba mal hablar de crímenes constantemente, porque también se estaba hablando de otras muchas cosas; nos encontramos, pues, en un momento en que el volumen de casos reales que llegan a nuestras pantallas es enorme, lo que ha hecho que, quizás, nos acostumbremos demasiado a este tipo de historias y le pidamos demasiadas florituras. De ahí podría venir la mayor crítica negativa a Reza, obedece, mata, la serie documental de seis episodios recientemente estrenada en HBO España que, si bien no es perfecta, habría despertado gran atención hace algún tiempo.
La historia nos acerca los sucesos de Knutby, una localidad sueca en la que se situaba (porque ya se ha disuelto) una pequeña colonia pentecostal en la que un día amanecieron con un intento de doble asesinato en dos viviendas distintas. Pronto se encontró un hilo del que tirar y alguien a quien culpar, de modo que este true crime propone revisar el caso mediante entrevistas, incluyendo las hechas al propio acusado. Y aunque no tiene grandes innovaciones narrativas o excesivos fuegos artificiales, advertimos: que no os distraiga el ruido, la historia es potente.
Más allá del teatrillo que los dos investigadores montan (y que en ocasiones se hace demasiado forzado), lo cierto es que es un drama en toda regla, con giros, situaciones incomprensibles y un relato claro. No hagamos juicios demasiado rápidos por culpa de haber visto ya muchos casos: la de Knutby es una historia con bastante información de la que tirar y un relato que nos puede atraer. Posiblemente hubiera ganado concentrándose en 3 o 4 episodios y los 6 existentes se puedan hacer algo largos, pero esa es una de las pegas que suelo encontrar en este género, no todas las historias dan para tantas horas de metraje.
La vida en Knutby es pintoresca, parte de una comunidad religiosa pequeña y viciada. Como poco. Una de las grandes luces atrayentes que se encienden en esta serie es que la sociedad mostrada roza el comportamiento sectario, con unas discusiones, costumbres y situaciones que hacen que no sea solamente la historia de un asesinato. Resulta atractivo el propio contexto y este provoca una serie de detalles en la justificación del asesinato que solo dejan de ser caricaturescos cuando los colocas en su lugar, y que parecen venir de alguien infantil y no de un adulto funcional. Son esos detalles los que crean suficiente adicción como para que la serie sea muy entretenida, incluso sin innovaciones narrativas.
El de Reza, obedece, mata es un relato potente, con un acusado con personalidad que da interrogatorios entretenidos, un entorno muy curioso y un crimen romántico con detalles surrealistas; HBO España nos ha traído una de esas historias que recordaremos durante tiempo y que referenciaremos cuando hablemos de comportamientos endogámicos y algo incomprensibles. Dadle una oportunidad, porque hará las delicias de los aficionados a lo criminal. Ah, y además tiene maquetas monísimas para reproducir las situaciones, pero para eso tendréis que ver la serie.
‘Reza, obedece, mata’ está disponible en HBO España.