Esta crítica se ha escrito tras ver los dos primeros episodios de la temporada 2 de ‘Ragnarok’ y no contiene spoilers.
Una de las mayores sorpresas que nos llevamos el año pasado fue con la nórdica Ragnarok. Contra todo pronóstico, la serie soportó el lanzamiento en Netflix, aguantando bastantes semanas entre lo más visto y convirtiéndose en un pequeño fenómeno en las visitas de Fuera de Series. Escribí sobre ella porque me maravilló y descubrí no estar sola, a pesar de que la serie demostraba ser de cartón piedra, con malas líneas de guion y una forzada introducción de la mitología de Thor que generaban una propuesta única de la que era muy difícil apartar la mirada.
Es decir, la primera temporada de Ragnarok estuvo muy cercana a la perfección como la serie costra que promete ser, pero, pese a todo, su mayor problema fue la cantidad de tiempo que tardó antes de presentar lo que realmente quería contar, quedando como una temporada introductoria que destapó su verdadera cara demasiado tarde. Desde luego, no se ha repetido el mismo error en el arranque de la segunda temporada que, de nuevo y por suerte, se mantiene lejos del glamour al que la factoría Marvel nos tiene acostumbrados.
Los nuevos seis episodios ya saben qué vienen a contar y no dudan en destapar un par de giros y sorpresas desde sus primeras escenas para renovar las energías del argumento. De entrada, sabemos a dónde vamos y lo que tenemos por delante es el camino a una batalla con la luna nueva en la que los gigantes se enfrentarán a los dioses por el poder sobre la tierra y sus recursos. Si recordamos, el girito que nos traía Ragnarok era culpar de la contaminación que sufrimos en la tierra a los gigantes y su poca conciencia ciudadana. En Magne, ese ser que representa a Thor, encontramos la bondad del protector y el capitán de la lucha, que ahora deberá esperar la llegada que le ayudará a vencer a los gigantes.
No obstante, no son todo nuevas caras y los equipos tienen que moverse todavía mucho y veremos disidencias en las filas mientras el chaval busca el martillo que todas las leyendas dicen que debe tener. Nuevos secretos cambiarán completamente la pelea que está por venir, donde el poder del dinero y las brechas sociales que este dibuja se entrelaza con un mensaje mucho más místico y propio de fábulas. Es un batiburrillo de conceptos que generan una macla tan mala como pueda sonar y como esperábamos con ganas. Y todo ello con la cajera del Spar, sin duda mi personaje favorito y que no han apartado para esta segunda entrega.
La temporada 2 de ‘Ragnarok’ está disponible en Netflix.