Esta crítica se ha hecho tras ver los dos primeros episodios de ‘Loki’ y no contiene spoilers.
Loki, interpretado por Tom Hiddleston, ha vuelto y lo ha hecho conservando todo su encanto, su carisma y su dosis de mala leche. La nueva serie de Disney+ que lleva por título el nombre del personaje es una gozada delirante en la que sabe jugar muy bien con la dualidad del Dios el engaño: es casi una divinidad, pero también es un poco perdedor. A Loki se las dan todas en la misma mejilla y eso es lo que hace que todos podamos empatizar con un señor que, en realidad, está bastante empeñado en dominar la Tierra. O Asgard. O algo. Es hasta enternecedor ver cómo suelta bravata tras bravata mientras en la AVT todo el mundo levanta una ceja que dice: «Claro, claro, estamos impresionados por tu pataleta ¿ya mejor?».
La serie comienza en el momento de Vengadores: Endgame en el que los Vengadores viajan atrás en el tiempo para intentar recuperar las gemas el infinito y el Loki del pasado escapa (recordemos que el del ‘presente’ ya está dándole la murga a Odín dondequiera que esté el más allá asgardiano). Aquí entra en función la AVT, una especie de poder judicial del tiempo con su propia policía; que para restaurar la línea temporal detiene a Loki. Uno de sus funcionarios, Mobius M. Mobius, se da cuenta que el Dios de la mentira les podría ser de utilidad para resolver ciertos problemas que tiene actualmente la agencia: alguien está asesinando a sus agentes y no tienen ni idea de cómo detenerlo.
Cien por cien Marvel
Esta asociación basada en la desconfianza y en el interés promete unas batallas verbales bastante interesantes. El contraste entre la exuberancia y la teatralidad del personaje de Hiddleston choca maravillosamente con el aire de estar hecho de teflón emocional y de vuelta de todo que exuda el agente interpretado por Wilson. Porque Loki es cien por cien Marvel: diálogos rápidos, situaciones absurdas, humor que amortigua los golpes emocionales. Pero no es Bruja Escarlata y Visión, pese a que el formato con toques de thriller policiaco se aleje de lo que hemos visto en la mayor parte de las películas. O en Falcon y el Soldado de Invierno. Loki no pretende experimentar con el formato. Y si rinde homenaje a algo es al mundo de los cómics: a las viñetas, a la libertad imaginativa del papel en la edad dorada de la Casa de las Ideas y al espíritu del MCU. Así que, si te gustó la serie de Wanda porque «no parecía Marvel», bueno, esto no es para ti.
Donde Bruja Escarlata y Visión hablaba del duelo, Falcon y el Soldado de Invierno del TETP (Trastorno de Estrés Postraumático) y de cómo se trata a los veteranos; Loki va a centrarse en el libre albedrío y las consecuencias de las propias acciones. ¿Hasta qué punto somos dueños de nuestras decisiones?, ¿Si todo pasa porque «debe suceder’, somos responsables de nuestros actos?, ¿qué nos hace ser quiénes somos? Lo cierto es que Loki no se toma nada bien esto de que igual sus decisiones no son suyas. Especialmente para ser alguien que dio todo un discurso sobre que nos quiere esclavizar a todos porque la libertad de elección solo produce estrés y abre la puerta a la equivocación (algo que cualquier persona con ansiedad puede apoyar, la verdad).
Loki promete ser una serie repleta de referencias, de easter-eggs que nos va a tener muy entretenidos lanzando teorías a diestra y a siniestra. Está claro también que el peso va a recaer de nuevo en la dinámica de sus dos protagonistas. Especialmente en Hiddleston. Porque, por interesante que parezca la investigación, aquí hemos venido a ver al dios del Engaño sembrar un poco de caos y descubrirse a sí mismo de nuevo. Y eso, la serie, lo sabe.
‘Loki’ se emite los miércoles en Disney+.