Esta crítica se ha escrito tras ver el primer capítulo de la temporada 4 de ‘#Luimelia’ y no contiene spoilers.
Desde su inicio, #Luimelia se ha caracterizado por la corta duración de sus capítulos y la mezcla de formatos en su historia. La cuarta temporada ha llegado para romper con todo eso, porque, aunque mantiene en su totalidad su esencia, ha crecido en todos los sentidos: más capítulos de mayor duración con más tramas y personajes. Y esto era justo lo que necesitaba la serie de Atresplayer Premium para afianzarse y para demostrar que este tipo de historias necesitan tiempo para profundizar en sus personajes y para contarse de forma adecuada.
El arranque de esta temporada nos presenta lo que podría ser una serie nueva. Ya conocemos de sobra a sus protagonistas, pero es necesario hacerse a este nuevo formato. Para ello, el primer capítulo opta por hacerlo con el dinamismo que caracterizaba a sus anteriores entregas: voz en off e imágenes que se suceden de forma rápida para ponernos en contexto. A partir de ahí, vamos conociendo poco a poco cómo están Luisita y Amelia desde que las vimos por última vez bailando en un pantano. Mientras que Luisita se gana algo de dinero como profesora de pintura, Amelia sigue buscando incansablemente su lugar en el mundo de la interpretación. Y aunque no se encuentran en su mejor momento económico, las protagonistas se compran una casa en la que construir su futuro, a pesar de que no se lo ponen nada fácil.
La compra de la casa y la boda son los dos principales reclamos de esta entrega y, si miramos más allá, es algo que demuestra lo bien que han evolucionado sus protagonistas. Todo lo que hemos visto anteriormente en las diferentes etapas de su relación nos ha dirigido a este punto, a un momento en el que ambas han madurado, al igual que la serie. El cambio de formato y el aumento de su duración ha hecho que la narración pierda cierto dinamismo, pero también ha ganado en profundidad. Ahora tienen tiempo para parar y contar bien la historia, lo que nos permite digerir todo lo que está ocurriendo y disfrutar mucho más. Conocemos mejor los intereses de los personajes, entendemos mejor las tramas y no nos quedamos a mitad de un conflicto que se resuelve demasiado pronto.
Así, #Luimelia parece una serie nueva porque su historia está contada de una forma muy diferente a lo que estábamos acostumbrados, pero su esencia es la misma. Sigue incluyendo ciertos guiños, así como juega con el formato (como las bromas sobre romper la cuarta pared), pero no es el punto central de los nuevos capítulos, al igual que no lo son los personajes secundarios. Acierta al mostrar más detalladamente el entorno que rodea a Luisita y Amelia y se notan para bien las nuevas incorporaciones, pero no se convierten en otra de las tramas centrales de la historia ni eclipsa lo que verdaderamente hemos venido a ver: a ellas.
El paso dramático de los secundarios está bien compensado, salvo por dos personajes. La historia de Dolores y Gabriela se fue desarrollando a lo largo de la anterior temporada y protagonizaron un capítulo en el que hubo una emotiva declaración que apuntaba a que iba a seguir explorándose. En esta cuarta temporada es maravilloso que sigan estando presentes en la vida de la pareja, pero da la sensación de que van a ser relegadas a un segundo plano en el que no van a tener una trama propia. Al igual que se trata la pareja de Nacho-María-Marina y ahora la de Sergi y Ana, estaría bien que Dolores y Gabriela tuvieran la historia que se merecen.
#Luimelia merece la pena por muchas cosas, pero, sin duda, la principal de ellas es por ver escenas tan bonitas y reales como las dos últimas que forman parte de este primer capítulo de la cuarta temporada. Aunque sean fundamentales el resto de personajes y los dramas en la historia, cuando Luisita y Amelia se miran a los ojos, ahora más maduras que nunca, y se dicen lo mucho que se quieren, todo lo demás deja de importar. Está claro que #Luimelia ha pegado el estirón y que ha abierto la puerta a un nuevo camino por el que avanzar muchas temporadas más.
‘#Luimelia’ se emite los domingos en Atresplayer Premium.