Esta crítica se ha escrito tras ver ‘Cruel Summer’ completa y no contiene spoilers.
La ola de calor te tiene aplatanado en el sofá y las neuronas fritas. Coges el mando de la tele y lo que buscas es una distracción, convenciéndote a ti mismo de que ya retomarás En terapia cuando corra un poco de brisa. Entonces te encuentras con Cruel Summer en Amazon Prime Video, que con ese título parece algo apropiado para la época. Años noventa (sí, ya hemos llegado al punto en que forman parte de la nostalgia), dos adolescentes enfrentadas y un misterio. Efectivamente, es esa serie ligera que buscas. Entretenida es un rato, ¿buena? Eso ya es otro cantar.
Lo que sí está claro es que Amazon ha conseguido dar con la serie del verano, con permiso de White Lotus. Esa ficción que todo el mundo ve y comenta, independientemente de que lo merezca o no. Ya os avanzamos que Cruel Summer no se va a colar en ninguna lista de lo mejor del año ni en las nominaciones de premios, pero cae en estos meses como agua de mayo (o chorro de aire acondicionado bien frío en la cara). Especialmente porque una vez que conoces el misterio, no puedes parar. Por muy ridícula que llegue a parecerte la serie en su recorrido, no vas a dejarla sin saber si la verdad está del lado de Jeannette Turner o de Kate Wallis.
Pero, ¿de qué va todo esto? La serie enfrenta a estas dos muchachas por un suceso: Kate ha estado secuestrada durante meses y al salir acusa a Jeannette de saberlo y no haber hecho nada para que la liberasen. Quién lleva razón es la pregunta que te llevará hasta la línea de meta y, claro, por el camino iremos descubriendo que nada es tan sencillo como parece. Y esto no es la típica línea vaga de sinopsis, realmente es así. Nos lo cuentan, además, en tres líneas temporales (1993, 1994 y 1995), antes y después del secuestro, y para que diferenciemos en qué momento estamos no se andan con sutilezas: a la primera le plantan un filtro cálido, de esos que llevaría una película que sucede en Irak, Egipto o una escena de Breaking Bad en el desierto de Albuquerque; la segunda tiene tonos más neutros y la tercera, la que llamaremos línea temporal Ozark, está teñida de azules y, en ocasiones, hasta parece en blanco y negro.
Sin una propuesta estética de calidad, lo que nos queda es un culebrón de misterio en toda regla (o una trama de Pretty Litte Liars estirada) con interpretaciones sobreactuadas propias de tal género (esas madres, por favor, esa Jeannette haciendo de Betty la fea…) y situaciones que pueden hacerte levantar la ceja o soltar una carcajada, según cómo de serio estés tomándote el asunto. Quizás ahí esté la clave, en no tomársela muy en serio y abrazar su mamarrachismo, que a fin de cuentas estás torrándote en el sofá en plena ola de calor.
A su favor, Cruel Summer tiene unos cuantos giros locos que hacen el camino ameno (otros tantos predecibles y muchos de ellos absurdos, no nos vamos a engañar) y un final que no decepciona (dentro de los parámetros de lo que la serie es, tampoco esperes nada excelso). Es lo que es, pero no querrás que te la cuenten.
‘Cruel Summer’ está disponible en Amazon Prime Video.