Esta crítica ha sido escrita tras ver la 1ª temporada y contiene spoilers.
Nos trasladamos a los años 70. La revolución de la mujer por alcanzar la igualdad con el hombre estaba en su segunda ola según o tercera ola dependiendo de las autoras que leamos. Mientras la primera ola del feminismo anglosajón se enfocaba principalmente en la superación de los obstáculos legales a la igualdad (sufragio femenino, derechos de propiedad, etc.), en la segunda ola del feminismo las reivindicaciones se centraban en la desigualdad no-oficial, la sexualidad, la familia, el trabajo y el derecho al aborto. La serie ‘Minx’ se centra en esta última mostrándonos una protagonista con ganas de pelear lo que le corresponde por derecho.
Joyce (Ophelia Lovibond) es una joven feminista que vive en Los Ángeles y siempre ha querido ser tomada como una periodista seria que reivindica los derechos de las mujeres. Culta, redicha y algo mojigata, decide hacer un pitch para que alguna editorial la ayude a lanzar la revista que promoverá sus ideas. Durante ese proceso se cruza con Doug (Jake Johnson), un editor de revistas porno que se ha hecho a sí mismo y que es el único que tiene una visión de futuro. Sabe que la revolución feminista está presente, por lo tanto, su público objetivo y el beneficio económico están al alcance de su mano. Estos son los motivos principales por los que decide creer en Joyce y publicar la revista con la condición de que sea una revista porno para mujeres.
La primera reacción de Joyce es de puro rechazo aunque sabe que es la única esperanza de ver sus artículos en la calle. Como no se atreve a dar el paso final, su hermana Shelly (Lennon Parham), que es una auténtica maravilla en esta serie, la anima a meterse en la industria del porno para que pueda cumplir su sueño. Aunque el personaje de Shelly es el de ama de casa con hijos, le da mil vueltas a Joyce a la hora de dejar atrás el puritanismo y ve la sexualidad de la mujer como un tema a tratar con naturalidad. No le hacen falta manifestaciones, revistas ni pancartas.
Esta comedia nos llega con otros personajes de lujo: Bambi (Jessica Lowe) actriz y modelo porno que cautiva por lo divina, dulce y rubia que es, pero de tonta ni un pelo; Tina (Idara Victor) la mano derecha de Doug que maneja todas las revistas y el equipo con mayor maestría que el jefe y Richie (Oscar Montoya) el fotógrafo gay con miedo a triunfar en su profesión fuera de la industria del porno.
Desde los comienzos de la revista, la selección de artículos, los castings de modelos masculinos y los impedimentos para ponerla en circulación, son detallados y muy divertidos mostrando una serie trabajada con una química estupenda entre los protagonistas y con una lucha por dinero (en el caso de Doug) e idealismo (en el caso de Joyce) que nos hace querer el éxito de ambos porque los dos llevan razón a su manera.
La creadora y productora ejecutiva de la serie, Ellen Rapoport, se inspiró en la creación de la revista Playgirl que nació en Estados Unidos en 1973 dirigida al público femenino en respuesta a publicaciones como Playboy. Cerró en 2015 y sufrió mucho a lo largo de toda su andadura para poder sobrevivir y encontrar nuevos editores y nuevas audiencias. A finales de los 70, llegó a vender 1,5 millones de copias por número.
Si quieres una comedia de calidad con una premisa fantástica tienes que ver Minx. Desde sus comienzos con el mundo en contra hasta el estrellato que alcanza, nos acerca una primera temporada de lujo que hace que estemos esperando la segunda con los brazos abiertos.
La serie ‘Minx’ está disponible en HBO Max