Billy Idol es la clave para el final de ‘American Horror Story: 1984’. (Fuente: FX)
Brooke y Donna van camino del campamento Redwood con el propósito de vengarse de Margaret, pero por el camino se topan con un problema: son descubiertas por una periodista obsesionada con los asesinos en serie y que quiere escribir de la masacre en la que estuvieron involucradas. Esta nueva china en el zapato sirve para revitalizar la pregunta que durante todo el tiempo ha movido a Donna: ¿es la maldad algo intrínsico al ser humano o podemos evitarla?
Si antaño quiso darle alas al señor Jingles para que esparciese el caos, ahora quiere evitar a toda costa que Brooke caiga en el lado oscuro. La periodista, aunque escapa, no será problema porque acaba muerta en manos de otros. Richard, Bruce (el aspirante a asesino que dejaron atado en mitad de ninguna parte) y Margaret han formado ahora un nuevo comando criminal con un propósito con el que ella espera hacerse aún más rica: que todos los músicos del cartel mueran y así convertir Redwood en un lugar de culto donde murieron los ochenta, literal y metafóricamente.
Su problema, sin embargo, no es infalible como hemos podido intuir. Richard solo tiene una debilidad y es Billy Idol; no permitirá que lo maten, pero Margaret por supuesto querrá que la cabeza de cartel ruede por el campamento. Y se liará, claro. Pero eso, si pasa, será en el siguiente episodio, porque en el de esta semana hemos tenido a los psicópatas entretenidos de otra forma: con la batalla más allá de la muerte que se traen entre manos Richard y el señor Jingles (¿o deberíamos llamarle ya simplemente Benjamin?), que intenta proteger a su hijo con un plan que, como su enemigo apunta, tenía un agujero muy gordo (al estar atado a ese lugar, si Richard se pira, no puede hacer nada).
Pero al margen de eso, quizás lo más destacable del episodio, y también lo más sutil, es que prepara al personaje de Montana para la redención. Primero recordando que fue quien “creó” al Acosador Nocturno, después defendiéndose ella de que sean las mujeres quienes tengan que pagar por los pecados de los hombres (qué buen monólogo se marca) y finalmente alejando a Trevor (¿para protegerle?) de su lado. Da la sensación de que, de repente, la zorra fría que parecía ser sí tiene algo de corazón o remordimiento. Yo apuesto por que será clave en el final de temporada.
Mientras tanto, que suene Too Shy de Kajagoogoo.
Todas las críticas de ‘American Horror Story: 1984’
- Crítica: ‘American Horror Story: 1984’ 9×01 — Campamento Redwood
- Crítica: ‘American Horror Story: 1984’ 9×02 — El señor Jingles
- Crítica: ‘American Horror Story: 1984’ 9×03 — Slashdance
- Crítica: ‘American Horror Story: 1984’ 9×04 — True Killers
- Crítica: ‘American Horror Story’: 1984′ 9×05 — Red Dawn
- Crítica: ‘American Horror Story: 1984’ 9×06 — Episodio 100
- Crítica: ‘American Horror Story: 1984’ 9×07 — La mujer de blanco
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Los nuevos episodios de ‘American Horror Story: 1984’ se emiten cada sábado a las 01:10h en FOX España.