Guiomar Puerta, Carles Cuevas e Iván Marcos son los protagonistas de ’45 revoluciones’. (Fuente: Atresmedia)
Esta crítica se ha escrito tras ver el primer capítulo de ‘45 revoluciones’. No contiene spoilers.
En 2016, HBO se asoció con Martin Scorsese y Mick Jagger para contar la eclosión del punk en el Nueva York de los 70 a través de la serie Vinyl. Su protagonista era un ejecutivo de una discográfica que había caído en desgracia y que creía que podía recuperar su mojo prestando atención a los grupos que estaban despuntando en el underground de la ciudad, grupos como unos New York Dolls con un directo tan potente, que casi causaban el derrumbe del edificio abandonado donde el ejecutivo los había visto tocar.
Vinyl tenía una escena inicial que transmitía el “flipe” de su protagonista (bastante drogado) al ver a aquella banda y darse cuenta que su batería y sus guitarras estaban desprendiendo pintura y yeso del techo. Sin embargo, el resto de la serie quedaba muy lejos de aquella introducción, sin conseguir transmitir la energía y la revolución de aquella escena musical.
45 revoluciones no es Vinyl, pero el dilema al que se enfrenta es bastante similar. La nueva serie de Antena 3, que se estrena esta noche, aspira a mostrar otro momento en el que la música popular vivió un gran cambio, en este caso, en la España de una década de los 60 que se abría tímidamente a ciertas cosas y seguía anclada en la tradición más rancia y en la represión franquista en todas las demás.
Ahí encontramos, también en un concierto, a los tres protagonistas principales: Guillermo Rojas, ex ejecutivo de discográfica caído en desgracia que sueña con abrir su propio sello para lanzar a los jóvenes que están haciendo la música más nueva del momento (la del rock y el pop de inspiración anglosajona); Maribel, secretaria de Golden Records con una preparación y un intelecto muy superiores a lo que la sociedad de la época, y su familia, espera de ella, y Robert, aspirante a cantante que quiere una oportunidad. Los tres se cruzan en una de Las Matinales del Price que dieron a conocer a muchos nuevos grupos españoles, como Los Pekenikes, y a partir de ahí cambian sus vidas.
El sueño de Robert es poder triunfar tocando rock. (Fuente: Atresmedia)
45 revoluciones se presenta con un montaje que imprime gran velocidad al primer capítulo, y Rojas habla también a mil por hora, como si la música joven, como la llama él, fuera un tren en marcha que se le está escapando. Es así, en parte, pero semejante rapidez no consigue que pasemos por alto que, de momento, sus tres protagonistas son unos arquetipos de los que tienen que escapar con la misma prontitud.
Robert es el tipo que se sabe con talento y, por tanto, cree que es el único con opiniones que importan, mientras Rojas está demasiado desesperado por lograr que su iniciativa triunfe. Y debe haber algo más en Maribel que la rebelde que quiere ganarse la vida por sí misma, y no según las normas dictadas por sus padres.
Hay mucho margen para que los tres evolucionen y vayan tomando una forma menos genérica. El primer episodio es una presentación que pone las bases de lo que tiene que ser, teóricamente, algo distinto a los dramas de época que Bambú y Antena 3 nos han acostumbrado a ver, pero no puede quedarse sólo en incluir las particularidades históricas del momento (como la actividad de la Brigada Social tratando como delincuentes a cualquiera que se saliera un poco de los principios del régimen). Y es cierto que hay un detalle al final del capítulo que apunta a que aún no hemos visto nada de lo que 45 revoluciones puede ofrecer.
Pero es en las relaciones entre sus personajes donde estará el quid de la cuestión. Si pasamos por alto la decisión de versionar a lo años 60 éxitos actuales (los resultados son… raros), la dinámica entre Robert, Maribel y Guillermo va a tener la clave de que la serie derive hacia algo interesante, que toque sus temas con más profundidad de la vista en su presentación y que no se quede en, simplemente, otra ficción sobre rebeldes contra el sistema contada más rápido y con más cigarrillos en pantalla que en Mad Men. O una versión española de The Wonders.
Aún es pronto para decidir si 45 revoluciones innova tanto como sus responsables pretenden, con esas pantallas partidas tan de las romcom de Doris Day, y una estética más cuidada aún de lo habitual en una producción de Bambú. Como presentación, se queda en algo que ya hemos visto otras veces, contado a más velocidad. Habrá que esperar a ver cómo sigue evolucionando.
‘45 revoluciones’ se estrena esta noche, a las 22:45 h., en Antena 3. Los episodios estarán disponibles también bajo demanda en Atresplayer.
’45 revoluciones’ apuesta por la música y un estilo diferente para Antena 3
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