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Crítica: A ‘El baile de las luciernagas’ no la salva ni la amistad más fuerte

(Fuente: Netflix)

Esta crítica se ha escrito tras ver ‘El baile de las luciérnagas’ completa y no contiene spoilers.

Cuesta ser tajante con una serie cuyo eje está en la amistad femenina porque durante años hemos estado famélicas por este tipo de relaciones en pantalla y, aún hoy, nos tienen a dieta. Mientras que en la ficción los hombres han tenido amigos, hermanos en armas, camaradas, “cuadrillas”, etc., nosotras teníamos hermanastras, competidoras y, si acaso, animalitos del bosque. Por eso, la amistad entre las dos protagonistas de El baile de las luciérnagas es el elemento más fuerte de toda la producción, aunque resulta insuficiente.

En esta serie, recientemente estrenada en Netflix, seguimos a Tully Hart (Katherine Heigl), exitosa presentadora de magacín -prototipo de la amiga carismática, guapa, destinada a triunfar, pero con una vida personal muy desgraciada- y a Kate Mularkey (Sarah Chalke), ama de casa que trata de volver al mercado laboral después de década y media fuera y en mitad de su divorcio, amén de hacer las veces de esa amiga no tan agraciada, no tan chispeante, siempre a la sombra de la supernova que es Tully. Ver a dos mujeres trabajando en su relación con tanto ahínco y siempre desde el afecto que sienten la una por la otra es algo que siempre nos alegraremos de ver en televisión. Cuanto más, mejor.

(Fuente: Netflix)

Pero con esto no basta, no a estas alturas (y cuando se ven las costuras por cierta cobardía). Este relevo en la plataforma de Dulces magnolias casi podría haber sido rodada en la década de los 2000 en los que transcurre gran parte de la trama y, además, hay una gran disonancia entre los temas que pretende tratar y el enfoque que se ha utilizado para hablar de ellos. Hay infidelidad, violación, muerte y muchos momentos en los que los personajes dejan de lado sus comportamientos habituales para soltar cuatro verdades muy crudas, pero todo ello sucede con el filtro valencia de Instagram, con un fondo de confort mullido y en el caso de los flashbacks en los años 70 con una nostalgia que no se entiende si tenemos en cuenta el pasado de Tully Hart.

Las dos actrices principales, Chalke y Heigl, son mucho mejores que las frases que les han dado, y pese a eso (o quizá por eso), se convierten en lo más destacable de la ficción, especialmente en la edad adulta. Pero el resto no acompaña en una producción que, incluso en su género, en ocasiones se pasa con la sacarina.

‘El baile de las luciérnagas’ está disponible en Netflix.

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