Esta crítica se ha escrito tras ver la temporada completa de ‘Arrow’.
Casi podríamos decir que Arrow, en realidad, terminó en su capítulo 8, que caía en medio del crossover Crisis en Tierras Infinitas. Aquel evento requería del sacrificio de Oliver Queen para salvar a sus amigos, a su familia y al mundo (los mundos), en realidad, y culminaba su arco desde el principio de su serie. Oliver había sido un justiciero acosado constantemente por la sombra del legado de su padre, por quien había tomado el uniforme verde y las flechas, por sus dudas sobre qué tipo de héroe quería ser y por su esfuerzo por convertirse en un hombre mejor de quien había sido en el pasado.
Esas frases que repetía machaconamente en los créditos, que para salvar Star City tenía que transformarse en otra persona, en algo más, dejaban muy claro lo que estaba en el centro de las peleas con los supervillanos y la reutilización, iluminadas en tonos verdes, de todas las naves industriales de los alrededores de Vancouver. Oliver quería ser la mejor versión de sí mismo y, de algún modo, también quería trascender, no quería que la misión iniciada al regresar de Luan Yu lo consumiera; nunca dejaría de lado lo que consideraba que era su deber, pero no iba a entregar su alma en prenda.
Toda la última temporada de Arrow ha transcurrido por ese camino. La excusa de la preparación ante la crisis llevaba a su protagonista a afrontar todas las tragedias que había vivido desde la primera entrega, y también todas las cosas buenas. El último capítulo es un compendio de todos los guiños y homenajes posibles, del viaje que Oliver hizo como personaje a lo largo de la serie, y es una despedida para los fans que sí, incluye una de esas peleas espectaculares marca de la casa, pero que está más interesado en decir adiós de la mejor manera posible.
(Fuente: SYFY)
El secuestro de William es sólo una distracción en medio del episodio, un truco para mostrar lo lejos que había llegado Oliver desde el principio de la serie y lo mucho que Mia se parece a él en sus dudas y, al mismo tiempo, su convencimiento de que debe continuar su legado. Donde está la miga es en el regreso de Felicity y el encuentro con su hija del futuro, en ese Diggle que también está inseguro de cómo honrar la memoria de su amigo. Él, de hecho, es quien lleva el peso emocional del capítulo, y quien tiene un final más abierto con lo que parece que es la llegada a sus manos del anillo de Linterna Verde.
En el funeral, que vuelve a reunir a personajes clásicos de la serie como Nyssa Al Ghul y al que asisten también Barry Allen y Kara Danvers, es Diggle el que da un panegírico que sirve como despedida de los fans y como cierre a esos ocho años de historias. Arrow fue la piedra fundacional del universo compartido de superhéroes de DC en The CW, pero la serie ha terminado fijándose más en aspectos más cercanos, en los elementos con los que arrancó en 2012.
Esos eran la familia y el sentido de la justicia, y sobre ellos ha girado su final. Los cambios que la muerte de Oliver trajo al Multiverso llevan casi de vuelta a la serie a su primera temporada, pero con el bagaje emocional de las ocho emitidas hasta ahora. Resulta extraño reencontrarse con Moira Queen (mucho mejor personaje de lo que en su momento creimos) pero, al mismo tiempo, tiene sentido esa recuperación de los ladrillos primigenios de Arrow. Y más cuando su cierre definitivo se asienta sobre uno de ellos.
(Fuente: SYFY)
Esa última secuencia, un poco a lo Perdidos, nos deja con un reencuentro que también nos retrotrae a la versión más ligera y divertida de Arrow que trajo consigo Felicity cuando fue presentada, a la mitad de la primera temporada. No es que haya sido una serie destacada por sus historias de amor, pero es cierto que la de Oliver y Felicity sustituyó a la que muchos fans creían que era la que llegaría hasta el final, la de Laurel (porque era la creada para los cómics), y lo hizo, al principio, por aportar esa levedad que tanto hacía falta en Star(ling) City y porque la química entre ellos era muy genuina.
Sin caer en excesivos sentimentalismos, aunque tire mucho de la emoción, y sin grandes alharacas, Arrow cumple el objetivo de rendir homenaje a su protagonista y de dar a sus fans una buena despedida. El mundo de la serie seguirá con Green Arrow and the Canaries, pero esta etapa ya queda cerrada.
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