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Crítica: ‘Valkyrien’, el último de los thrillers nordic noir

Ravn, protagonista de ‘Valkyrien’. (Fuente: Filmin)

Noruega es uno de los máximos exponentes, sobre todo en los últimos años, del género llamado nordic noir. Forbydelsen o la penúltima, espero, Monster, son ejemplos representativos de esta tendencia, por lo general, con buena acogida. La corporación de radio difusión pública noruega, o NRK, que son sus siglas, apuesta desde hace unos años por este género y prueba de ello es la reciente, se estrenó en febrero de este año, Valkyrien, ambientada íntegramente en Oslo y que he acabado de ver un día antes de escribir estas líneas. Así que lo tengo fresco (no en vano estamos hablando de Noruega).

Situémonos: Valkyrien es el nombre de una céntrica estación de metro en Oslo que, durante la guerra fría, fue implementada como un refugio ante un posible ataque nuclear. También es el nombre de una cafetería, y lugar de encuentro de los protagonistas, ubicada sobre la misma estación de metro. Leif (Pal Sverre Hagen) es un funcionario municipal encargado del mantenimiento de parte del subsuelo de la capital noruega, además de ser un amante de las conspiraciones del fin del mundo, y habilita el refugio con comida, generadores, y bártulos de todo tipo con objeto de estar preparado para la hora del fin del mundo. Paralelamente, Ravn (Sven Nordin), afamado cirujano de un prestigioso hospital de Oslo, finge la muerte de su mujer ante la imposibilidad de conseguir que las instituciones médicas le permitan hacer unas pruebas no autorizadas para intentar salvar la vida de su esposa.

Reparto principal de ‘Valkyrien’. (Fuente: Filmin)

Ravn lleva a la estación de Valkyrien a su mujer y llega a un acuerdo con Leif para habilitar allí una clínica ilegal y así poder tratar la enfermedad de su esposa sin injerencia alguna. Leif accede y ve, por otro lado, una posibilidad de sacar tajada económica a la situación. Tal es el caso que le propone a Ravn traerle pacientes que no pueden o no quieren pasar por la sanidad pública y así ambos ganan: Leif se subvenciona su refugio para el apocalipsis y Ravn puede trabajar en la clandestinidad. El primer paciente que disfruta de este disparatado acuerdo es Teo (Mikkel Bratt Silset), único fugado de un asalto a un banco que llega a la clínica con sesenta millones de coronas noruegas, una cara por recomponer y una novia embarazada que no sabe si vive o no.

Esta es la premisa que nos presenta Valkyrien durante los primeros capítulos. La narración se centra en el ambiente claustrofóbico del subsuelo y una profundización intimista de los personajes y sus motivaciones personales (Leif ansía proteger a su hermana y sobrino del fin de los tiempos; Ravn, salvar la vida de su mujer; Teo, recuperar su vida junto a su novia). Y digo bien, durante los primeros cuatro capítulos, porque los cuatro restantes (es una mini serie de ocho capítulos), hay un giro en la narración que desvirtúa por completo las premisas de la serie.

También ayer leí un artículo sobre esta serie que alumbró mi perplejidad sobre este cambio al que aludo. El creador de la serie la abandonó después del cuarto capítulo, entrando una nueva hornada de guionistas que fueron quienes cerraron la misma. Y se nota. Para mal.

Si bien la historia tiene similitudes con otras muy conocidas, el comienzo me resultó interesante y me sedujo para seguir. A pesar de lo rocambolesco de la historia, sus altibajos, algunas situaciones mal planteadas y peor cerradas, la interpretación de ambos protagonistas, la inocencia (incluso, algo pueril) de los diálogos, confieso que tenía curiosidad por su desarrollo y conclusión. Sin embargo, la segunda parte (esos últimos cuatro capítulos) desembocaron en un trasiego de situaciones encastradas a golpe de metraje, falta de cohesión y, lo peor de todo, en un final naif.

Como es mi costumbre, no hago spoilers nunca, porque no hay nada mejor que ver, cuestionar y juzgar por uno mismo la serie que nos ocupa en cada crítica. Mi juicio no puede ser benigno y me hubiese gustado, créanme, que lo fuera. Soy un gran fan del Nordic Noir, pero en esta ocasión, nos quedaremos sólo con Nordic.

¿Por qué hay que verla? Si acaso, por la primera parte de la serie.

Puntos fuertes: Ambos protagonistas, es lo mejor.

Claves de éxito: Puedo entender su éxito en Noruega o, quizás, en el resto de Escandinavia, por aquello del localismo y cercanía. Nada más.

‘Valkyrien’ se encuentra disponible en Filmin.

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