Emmy Rossum como Fiona Gallagher en el final de la temporada 9 de ‘Shameless’. (Fuente: Movistar)
Esta crítica se ha escrito después de ver la temporada 9 de ‘Shameless’ y contiene spoilers.
Con el final de la temporada 9 de Shameless, la serie de Showtime despidió a Fiona, uno de sus personajes protagonistas. Su adiós representa para muchos espectadores (me incluyo) el final de la historia de los Gallagher, que no encuentran mayores motivaciones para seguir viéndola después de la marcha de Emmy Rossum.
Shameless no es la primera serie que continúa después de la marcha de uno de sus protagonistas, tenemos los casos de Andrew Lincoln en The Walking Dead, Damian Lewis en Homeland, Sandra Oh y Katherine Heigl en Anatomía de Grey, Josh Charles en The Good Wife o Steve Carell en The Office.
Ni siquiera es la primera vez que John Wells, su creador, se enfrenta a la salida de un personaje importante en su serie; en Urgencias vio marcharse a George Clooney, Juliana Margulies o Anthony Edwards, pero en ninguno de estos casos quien se marchaba era el miembro de una familia como ocurre ahora.
Shameless podría haber asumido sin grandes conflictos la marcha de cualquiera de sus personajes en cualquier temporada, pero la situación y el sentimiento es distinto con Fiona, porque ella ha sido el centro emocional más importante de toda la serie desde el primer episodio.
Lip apoya a Fiona en su decisión de irse. (Fuente: Showtime)
La decisión de Emmy Rossum de dejar la serie obligó a los guionistas a reescribir los dos últimos episodios para preparar su salida de la familia Gallagher y, aunque podamos entender que intentaron encontrar la mejor solución para justificar la salida de su personaje, el último capítulo de la temporada no consigue hacer justicia a lo que Fiona representa para Shameless.
Desde el punto de vista de construcción del guion, entendemos que encadenar varias escenas en las que Fiona se despide de todos los personajes resultaría repetitivo; por eso, debemos conformarnos con que su última conversación con Veronica en el bar sea el adiós entre ambas. O que el cheque de 50.000 dólares que le deja a Debbie sea su forma de decirle que confía en ella, que la quiere y le agradece el papel que ha pasado a ocupar en la familia.
También entendemos que no quiera quedarse en la fiesta que le organizan porque podría hacerla dudar de su decisión. No sería la primera vez que una fiesta improvisada en casa de los Gallagher une a la familia y los hace olvidar los problemas, pero a la despedida de Fiona le ha faltado emoción y Emmy Rossum no ha tenido oportunidad de lucirse en su último episodio en la serie.
La fiesta de despedida de Fiona, sin Fiona. (Fuente: Showtime)
Y, por supuesto, no juzgamos la decisión de Fiona de abandonar la casa familiar y poner kilómetros de distancia para empezar de cero una nueva vida. No hacía falta que lo verbalizara la abogada, como tampoco era necesario mostrarnos que sus hermanos no la necesitaban para preparar el desayuno, porque eso ya lo hemos visto durante toda la temporada y no es lo que define al personaje.
Ni siquiera señalamos algo que la serie parece haber olvidado: que sigue siendo la guardiana legal de Carl y Liam, los menores de edad de la familia. Pero el final sí se resiente que no se despida de ellos. Sobre todo del niño, a quien no ha visto en toda la temporada, literalmente.
La escena con Ian podrían haberla aprovechado para que Fiona expresara lo que ha sido su viaje en esta temporada; al fin y al cabo, no lo ve desde antes de que entrara en prisión. No podemos suponer que han hablado desde entonces, porque ese punto coincidió con su caída en espiral y Fiona solo lleva dos días en pie.
La despedida de Frank a Fiona. (Showtime)
Una escena grupal de despedida en el aeropuerto, aunque tópica y típica, le habría hecho más justicia y le habría dado la oportunidad de compartir un momento con la mayoría de los personajes. Incluso, habría permitido que al salir de casa todos hubiesen sido testigos de las palabras que le dijo Frank a Fiona. Una escena que, a pesar de tener en primer plano al padre y no a ella, es probablemente la mejor del episodio.
Pese a que no fuese como nos habría gustado (al menos a mí), Fiona nos ha dicho adiós. John Wells dice que la serie no se olvidará de ella ni parecerá que ha desaparecido de la faz de la tierra; la puerta está abierta si Emmy Rossum decide volver y espera poder contar con ella para incluir llamadas telefónicas con su familia o algún posible cameo.
También explicó a Deadline que no planeaba que el lugar de destino de Fiona fuese un misterio. Rodó una conversación con la niña que tiene como compañera de asiento en el avión que tuvo que cortar en la sala de montaje porque excedía la duración del episodio. Dónde y cómo está Fiona será lo primero que descubran los espectadores al empezar la temporada 10 de Shameless.
‘Shameless’ está disponible en Movistar+.