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Crítica: ‘DES’, cuando el asesino nos deja la piel de gallina

David Tennant es Dennis Nilsen en ‘DES’. (Fuente: Starzplay)

Esta crítica se ha escrito después de ver la temporada completa de ‘DES’ y no contiene spoilers.

Edmund Kemper ya lo avisaba en Mindhunter: sabemos lo que sabemos de asesinos en serie solo por aquellos que han sido descubiertos o se han dejado atrapar. Aquella fue una frase que se grabó a fuego en mi cabeza y que aparece cada vez que veo un true crime; y es, precisamente, la tesis de DES. Con Dennis Nilsen estamos ante uno de esos casos de asesinos que decidieron entregarse y jugar un poco con las autoridades y su adaptación en forma de serie de televisión, que por fin se estrenó este domingo en Starzplay, es de las ficciones criminales que más he disfrutado en los últimos meses.

Nilsen asesinó a un número indeterminado de varones de edad variada en la década de los ochenta en Londres. Sin embargo, no imaginéis a un gran equipo policial buscándolo: ni siquiera se le detectó. Un buen día se descubrieron unos restos y ahí comenzó el tiovivo emocional para saber quién se escondía detrás de esas muertes. No destaparé más detalles del caso porque es de esas historias que convienen ser descubiertas a poquitos y, de hecho, es lo que logra la serie hacer, amparada por un elenco impecable que encabeza David Tennant (Doctor Who, Broadchurch) en el papel protagonista.

Inspector jefe Peter Jay (Daniel Mays) en DES (Fuente: IMDB)

La gran virtud de DES es tener al otro lado a un policía vocacional que no logra pensar en nada más que en identificar los múltiples restos encontrados con las víctimas correspondientes. Se trata del actor Daniel Mays y lo conocemos de la magnífica temporada que hizo en Line of Duty (por poner un ejemplo y olvidando deliberadamente su participación en White Lines). Obviando que se trata de una serie basada en hechos reales y viéndola como la ficción que deberíamos reconocer siempre en casos así, Mays logra mostrar el complicado papel en el que está un agente sin gran rango que trabaja más supeditado a los ritmos de la prensa y las opiniones de sus jefes, que únicamente a descubrir la verdad.

Pero sería absurdo hablar de Mays sin pasar por Tennant, que consigue tener la cara más expresiva y menos gestual de los últimos tiempos. Su papel se vuelve más complejo a medida que pasan los minutos y la imagen inicial (la de un asesino que quiere confesarlo todo) tiene poco o nada que ver con la final. Y en tan solo tres episodios. Porque aunque DES no es una serie rápida, ni de acción, logra avanzar muchísimo en la trama en poco tiempo y modificando no solo lo que cuenta, sino cómo lo cuenta. Es de esas propuestas que atrapan y te llevan por donde quieren. Todos, agentes y espectadores, vamos a la cola de lo que Dennis Nilsen marca de una forma suficientemente inteligente como para que no seas demasiado consciente de ello.

En la escala de la crema true crime, DES se encuentra muy arriba. Cumple con las mayores condiciones: no se extiende tontamente, sus actores logran encarnar la esencia de lo que representan, no se limita a enumerar acciones sino que desarrolla un relato y, sobre todo, aporta nuevas cosas al género. Como ya pasaba con el Kemper de Fincher, el Dennis Nilsen de Lewis Arnold, su director, quedará como una de esas series a las que acudir cuando queramos dejarnos llevar completamente por una historia concisa, emocionante y adictiva.

‘DES’ está disponible en Starzplay.

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