Litt se merece un final amoroso. (Fuente: USA Network)
Esta crítica se ha escrito tras ver la última temporada de ‘Suits’ y no contiene spoilers.
A Suits el tiempo la cambió. No es ningún secreto. Su arranque venía a mostrarnos un equipo de crápulas ligones y amantes del dinero. No quiero decir que los años les convirtieron en hermanitas de la caridad, pero por lo menos les permitió amarse y detenerse a pensar qué vale la pena. La temporada final no ha servido más que para confirmar esta voluntad y darnos una despedida con cariño.
Todo su cierre es una excusa que sabes cómo debe terminar, pero que sirve para poder pararnos a pensar que hemos llegado a querer a esta gente y que ojalá sólo haya cosas buenas en su vida. Obviaré el último episodio que, ya adelanto sin destripar detalles, es un sinsentido. Pero todo lo anterior es bonito. Simplemente limpio y cariñoso. Y se agradece bastante. No importan los detalles, e incluso si alguno se ha dedicado a buscar qué sucede no habrá estropeado la experiencia.
Suits se ha convertido en una serie de familias. De la que uno escoge cuando es mayor y acaba queriendo tanto o más que a la de sangre. Es gente rota, con recorridos difíciles y necesidad de encontrar apoyos. Porque su trabajo lo reclama, pero también porque ellos tienen piezas que encajar. Y entre medias hay juegos y estrategias para hacer que sus clientes triunfen, pero son solamente el entretiempo divertido para explicarnos que, al final del día, la copa, la palabra de aliento y el consejo se los piden al del despacho de al lado.
(Fuente: USA Network)
No busquemos grandes giros y alta adrenalina, Suits dejó de perseguir eso hace tiempo y se transformó en algo más amable que, más allá del dinero y el éxito, viene a contarnos que hay una gente que se quiere mucho y está dispuesta a hacer lo que haga falta para defenderse.
Yo compro. Compro a Litt recibiendo todo el amor que se le ha negado en la vida, a Harvey dejando de lado su cinismo superficial y a Donna siendo valorada por algo más que una lengua afilada y piernas elegantes. Y por que se amplíe la familia, y evolucione, y se reparta por el continente. Es una producción que ha sabido incorporar a los nuevos para que ayuden a transformar y evolucionar el mensaje, y prueba de ella es su papel en esta novena (y última) temporada.
El cierre de Suits no viene a traer grandes novedades, no es vertiginoso y tampoco sientes que vaya a sorprender, pero no por ello es prescindible. Después de tanta pelea, competición y lucha descarnada por lograr que sus nombres aparezcan en el letrero del bufete hay que bajar las hachas, hacer recuento de los supervivientes y lamerse las heridas una última vez.
Las nueve temporadas de ‘Suits’ están disponibles en Netflix.
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