Fotograma de ‘Tiempo de esclavos’. (Fuente: TVE)
Era de esperar que, si El Ministerio del Tiempo iba a tener un final de media temporada e irse de vacaciones hasta septiembre (probablemente), su último episodio antes del parón tenía que ser de los importantes. El hashtag #MdTAmelia que el perfil oficial de Twitter de la serie estaba utilizando apuntaba el camino por el que ese episodio podría moverse, más conociendo algunas informaciones que habían surgido durante el rodaje de la temporada.
Y todavía más si teníamos en cuenta la evolución de Amelia durante esta primera mitad de la tercera entrega. Las últimas escenas de Tiempo de esclavos estaban preparándose ya desde el arranque del primer capítulo, y la decisión que toma la joven Folch se ve como perfectamente consecuente con todo lo que hemos visto de ella.
¿Pero cuál es esa decisión?
A partir de aquí habrá spoilers del capítulo 3×06 de ‘El Ministerio del Tiempo’.
Es verdad que, con los anuncios del fichaje de Macarena García y de que Aura Garrido sólo iba a estar media temporada, en algún momento tenía que ocurrir algo que llevara a Amelia a un punto de no retorno, a un momento en el que tuviera que decidir entre su propia estabilidad emocional y salud mental y su trabajo en el Ministerio.
Amelia se despide de Salvador. (Fuente: TVE)
La muerte de Julián, más la incertidumbre sobre su futuro que eso conlleva, las difíciles decisiones que tiene que tomar en las misiones, la sensación de que, de algún modo, está decepcionando a su familia (su madre no deja de repetirle que, con 27 años, está empezando a ser demasiado mayor para encontrar un buen marido)… Todo eso va dejando un poso en Amelia que termina por ser inaguantable con la traición de su tío y, sobre todo, con la muerte de su padre.
Ella, además, no ha estado en casa cuando eso ocurre y, de remate, lo hace como consecuencia de sus propios actos intentando salvar al rey Alfonso XII. Amelia elige lo que cree que es correcto, elige su deber, y esa elección acaba teniendo graves consecuencias personales. Y es el momento de decir basta.
‘El Ministerio del Tiempo’, a debate: ¿ha empezado bien la tercera temporada?
La serie de La 1 se va de vacaciones, y aprovechamos para hacer balancefueradeseries.com
Aunque Salvador relaje el cumplimiento de las normas, viajar por el tiempo tiene consecuencias. Y no ya en la Historia, sino en la salud mental, emocional y física de sus funcionarios y agentes. No es sólo cuestión del debate ético sobre si es correcto salvar a personalidades históricas que no fueron especialmente bondadosas, mientras se deja morir a los seres queridos de los patrulleros; el tema es si puedes seguir adelante sabiéndolo.
Amelia opta por regresar a casa, apoyar a su madre e intentar sacar adelante a su familia, y será muy interesante ver cómo se reintegra, en el futuro, el personaje a la trama principal (porque lo hará).
Imagen de ‘Tiempo de esclavos’. (Fuente: TVE)
Lola Mendieta, por su parte, es de las que prefiere corregir las injusticias. Es una mujer de acción, y Salvador la utiliza como tal, infiltrándola entre los Hijos de Padilla (la sociedad secreta rival del Ángel Exterminador) para obtener más información sobre ellos y, al final, para que sea determinante en la salvación de Alfonso XII y de toda la patrulla.
El juego del subsecretario, sin embargo, es peligroso. A Irene no le hace gracia que el jefe vaya tomando estas decisiones sin consultar con nadie, y todavía no termina de confiar del todo en Lola. Ésta, por su parte, puede aportar una nueva dinámica a las misiones. Es resolutiva y temperamental, pero también es lista, lo que puede ayudar a equilibrar el músculo de Alonso y la perseverancia de Pacino. El hueco de Amelia se va a notar, pero El Ministerio del Tiempo tiene plantilla de sobra para refrescar relaciones.
Por otro lado, aunque este Tiempo de esclavos ha estado dominado por la despedida de Amelia y por la presentación ya oficial de los Hijos de Padilla, también ha tratado algunos aspectos históricos por los que suele pasarse de puntillas, como que España también estaba involucrada en el comercio de esclavos del siglo XIX, o ese ambiente de privilegios (masculinos) en los que se mueven los políticos, los burgueses y los aristócratas de la época, todos en connivencia para mantener el sistema tal y como está.
Seguramente habrá fans que vuelvan a quejarse de cómo la serie muestra los cambios en la historia que va haciendo la patrulla, pero es la continuidad emocional de la serie donde está consiguiendo algunas de sus mejores cotas.
Notas al margen
- Antonio López, marqués de Comillas, es la figura histórica más prominente del episodio, aparte de Alfonso XII. Como bien dice en el capítulo, no nació marqués, y se marchó a Cuba en busca de fortuna. La encontró en su esposa y en el tráfico de esclavos desde África. Al final de su vida se le llegó a conocer como López el Negro.
- Como explica Amelia, la expresión “trágala, perro” se la decían los liberales españoles al rey Fernando VII cuando se vio obligado a jurar la Constitución de 1812. Había una canción popular que detallaba exactamente de qué iba toda la historia.
- “Como subsecretario, esa explicación que os debo, os la voy a dar”. Salvador Martí, al estilo Pepe Isbert en Bienvenido, Mr. Marshall. Lo que nos da una excusa estupenda para recordar las Coplillas de las divisas.
- La discusión entre Amelia y su tío por la ética del atentado contra el rey está dominada por una cita que hace ella de Sebastián Castellion: “matar a un hombre no es defender unos ideales, es matar a un hombre”. Castellion, teólogo francés de la Reforma protestante, la pronunció para denunciar, en 1553, la ejecución de Miguel Servet por oponerse a las doctrinas imperantes en el calvinismo. Servet, además, recuperó los trabajos de Avicena sobre el sistema circulatorio humano y, en concreto, la circulación pulmonar.
Las notas de Fuera de Series:
En Fuera de Series puntuamos nuestros análisis en una triple escala de 1 a 5, inspirada en la que usa Little White Lies, en función de lo deseosos que estábamos de ver la serie (“Antes”), lo que nos ha parecido viéndola (“Durante”) y las ganas de ver más y de comentarla con más gente tras hacerlo (“Después”).
Antes: 4
Con tanto tiempo de espera desde el final de la segunda temporada, y tras el anuncio de la marcha de Rodolfo Sancho, había genuina curiosidad por comprobar cómo regresaba ‘El Ministerio del Tiempo’. Más todavía después de que Netflix haya entrado también en la producción de la serie.
Durante: 3,5
Como en toda serie cuyos episodios tienen el potencial de cambiar totalmente de uno a otro, ha habido algunos más logrados que otros. Los de Hitchcock, Bécquer, Cervantes y Lope y Alfonso XII han sido los que han funcionado mejor. Y la evolución emocional de Amelia ha sido muy interesante.
Después: 3,5
Con la marcha de Amelia (temporal, suponemos) y la introducción ya más directa de Lola Mendieta joven, hay potencial para una segunda mitad de la temporada que pueda ser ligeramente diferente. La lucha entre las dos sociedades secretas no acaba de resultar todo lo atractiva que podría, pero una vez que ya se han presentado a todos los actores, la historia puede darnos alguna sorpresa cuando veamos los nuevos episodios en otoño.