Pacino y Alonso viajan hasta la América del siglo XVI. (Fuente: Tamara Arranz/TVE)
Este artículo va a contener spoilers del episodio 3×07 de ‘El Ministerio del Tiempo’.
Hay un momento durante la misión de Pacino y Alonso en lo que hoy es México, en 1518, en el que no logran ponerse de acuerdo en el curso de acción a seguir y Alonso, frustrado, suspira un “echo de menos a Amelia”. En su caso, echa de menos su liderazgo, pero lo cierto es que la serie también la echa de menos. Más concretamente, echa de menos que haya una tercera voz en las misiones que ponga armonía entre Pacino y Alonso, que casi siempre acaban polemizando.
Con Lola ocupada en la investigación más directa de las actividades de esas dos sociedades secretas que pretenden cambiar la historia, el trabajo de campo queda en manos del policía y el soldado de los Tercios. En el episodio anterior, la presencia de Irene equilibraba bien sus diferentes maneras de afrontar el trabajo. Enviarlos solos en ayuda de Gonzalo Guerrero y el padre Gerónimo de Aguilar, sin saber que es una trampa del Ángel Exterminador, no hace más que complicar las cosas. Sobre todo porque es otro momento desmitificador más para Alonso.
De hecho, El Ministerio del Tiempo se ha dedicado siempre a desmontar las leyendas de nuestra historia, como ocurría especialmente con El Cid, y en esta tercera temporada ha concentrado bastantes esfuerzos en enfrentar a Alonso con la realidad de esa España gloriosa para la que él luchaba. Los conquistadores iban a América a por el dinero, el honor les importaba poco, y la idea de contribuir a aumentar la gloria del imperio español, menos todavía. Al fin y al cabo, sus gobernantes no se preocupaban tampoco por ellos.
Podcast: ‘El Ministerio del Tiempo’ 3×05, ‘Tiempo de esplendor’
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Sin embargo, no es ahí donde está lo más interesante del episodio. Incluso teniendo a un Miguel Ángel Muñoz muy convincente como Guerrero, esa trama habría necesitado más tiempo para que cuajara del todo. Donde hay más tensión es en el presente y en el chantaje de los Hijos de Padilla al Ministerio para recuperar a Pere Folch.
Miguel Ángel Muñoz interpreta a Gonzalo Guerrero. (Fuente: Tamara Arranz/TVE)
La serie vuelve a recurrir a un viejo truco de las historias de viajes en el tiempo (y de Looper). Si te pasa algo imprevisto siendo niño, lo vas a sentir de mayor. Es lo que ocurre con Salvador y su alergia a los cacahuetes.
Esa trama sigue mostrando la conexión entre Lola y Ernesto, que es su único confidente, y también da algunas pinceladas más al método de actuación de los Hijos de Padilla y, en concreto, de Marta, la primera agente suya que conocimos en la temporada. Salvador enferma por accidente; es en la gestión de ese choque anafiláctico donde apreciamos que hay ideas divergentes sobre cómo deben proceder. Marta no está dispuesta a comprometer sus principios a cualquier precio, por lo que va a ser interesante comprobar cómo actuará en manos del Ministerio.
Mientras tanto, Salvador sigue erigiéndose como el gran protagonista en la sombra de El Ministerio del Tiempo. Es quien debe tomar las decisiones más difíciles y quien ha de asumir las consecuencias de dichas decisiones. En algún momento tendrá que implicarse todo el mundo más directamente en su lucha.
Notas al margen
- El guiño más evidente del capítulo es el momento en el que Macarena García, vestida de monja, dice que ella hizo la llamada.
- Las entradas que Salvador regala a Pacino e Irene son para el primer concierto de David Bowie en España, en el estado Vicente Calderón de Madrid en 1987. La cadena MTV se los llevó a él y a Peter Frampton de paseo por la ciudad a buscar una cerveza.
Todas las críticas de la tercera temporada de ‘El Ministerio del Tiempo’
- Capítulo 3×01: Con el tiempo en los talones
- Capítulo 3×02: Tiempo de espías
- Capítulo 3×03: Tiempo de hechizos
- Capítulo 3×04: Tiempo de ilustrados
- Capítulo 3×05: Tiempo de esplendor
- Capítulo 3×06: Tiempo de esclavos
- Capítulo 3×07: Tiempo de censura
‘El Ministerio del Tiempo’ se emite los lunes, a las 22:40, en La 1.