Esta crítica se ha escrito después de ver la temporada completa de ‘El presidente’. No contiene spoilers.
La semana pasada se incorporó al catálogo mundial de Amazon Prime Video la serie de producción latinoamericana El presidente, que cuenta, según la sinopsis oficial, la historia del escándalo de corrupción conocido como FIFA Gate. Esa es una verdad a medias, porque aquí los hechos reales son un telón de fondo con el que nos cuentan lo que hay tras las bambalinas del negocio del fútbol, el cual es presentado como el de cualquier otra organización mafiosa.
Para contar esa historia de mafia, fútbol e investigación del FBI, el equipo de guionistas tomó dos decisiones muy arriesgadas, que pudieron haber salido muy mal, pero que salieron muy bien. Una es el tono satírico elegido para contar la historia, en lugar del drama serio de corrupción, y la otra, usar como narrador a una persona que nos habla desde su tumba.
Ese narrador es Julio Grondona, una figura muy conocida para los entendidos del mundo del fútbol que, para lo que nos interesa a todos los demás, será quien nos ponga en contexto, dándole color a todos los datos con su acento argentino y el filtro de sus propias opiniones. Pero el protagonista es Sergio Jadue, un señor que de la noche a la mañana pasó de ser presidente de un club recién ascendido a la primera liga chilena, a ser presidente de la federación nacional de su país y vicepresidente de la Confederación Sudamericana de fútbol, el grupo selecto en el que se tomaban todas las decisiones, principalmente, las de reparto de dinero para enriquecer ilícitamente sus miembros.
El presidente podría ser la historia de un hombre humilde que se hizo a sí mismo y ayudó a combatir la corrupción del deporte que tanto amaba, pero Jadue no es ni héroe, ni antihéroe, ni tampoco el villano, es simplemente el protagonista: un hombre mediocre y acomplejado que tuvo un par de golpes de suerte, pero que nunca ha sido capitán de ningún barco, si no un desecho arrastrado por los vientos que remaban a su favor o en su contra.
(Fuente: Amazon Prime Video)
Aunque la primera parte de la temporada, narrada en dos tiempos, resulta innecesariamente confusa, ese bache es salvado por el trabajo de los actores. Andrés Parra (Pablo Escobar: El Patrón del Mal), consigue que Jadue nos caiga en gracia, a pesar de ser incompetente, arribista, corrupto, mentiroso y un torpe manipulador. Y Paulina Gaitán (Narcos) y Karla Souza (Cómo defender a un asesino), dos personajes femeninos que bien podrían no haber existido en manos de otro equipo de guionistas, pero que aquí brillan como las mujeres en la sombra detrás de ese hombre que es la figura pública.
Si conseguís pasar por alto esos pequeños líos narrativos, en la segunda mitad de la temporada encontraréis recompensa, y un cierre con broche de oro en el episodio final, un ejercicio meta y autoconsciente en el que funciona el factor sorpresa. En cualquier caso, y a pesar de los peros, la serie siempre mantiene el ritmo y es divertida; además, os dejará varios datos curiosos, desde un asunto de inmunidad diplomática a cómo se hacen los sorteos, de esos que va bien tener a mano para sacar en las cenas familiares cuando necesitamos cambiar de tema por el bien de todos. En algún momento volveremos a celebrarlas.
El presidente es una buena oportunidad de acercarnos más a la ficción latinoamericana, aprovechando que aquí el talento se ha visto apoyado por unos altos niveles de producción. FIFA Gate aparte, lo mejor de la serie para mí fueron las escenas de Nené y Olivia, cuando las conozcáis, vosotros también querréis ser hinchas de su equipo.
‘El presidente’ está disponible en Amazon Prime Video.