Esta crítica se ha escrito tras ver ‘Everlight’, el segundo episodio especial de ‘Mythic Quest’, y no contiene spoilers.
El año pasado circularon por los televisores pocas imágenes más devastadoras que las del episodio especial de Mythic Quest inspirado en la cuarentena por el coronavirus. En aquel destello entre la negrura —se lanzó en mayo de 2020—, la serie, la mayor parte del tiempo una comedia sobre los empleados del estudio responsable de un videojuego de rol online de fantasía medieval, destruía el ritmo de su comedia para abrazar en la distancia a tantos gestos rotos, solos y asustados como dejara la pandemia.
Como parte de un interesante juego de espejos, la plataforma estrena hoy un segundo capítulo extra que sella la continuidad con la nueva temporada, prevista para el 7 de mayo. Si el primer especial asistía de manera subrepticia a las videollamadas y reuniones virtuales con las que los protagonistas mantenían líneas de vida entre ellos, este registra, ya desde una muchísimo más confortable mirada externa, el regreso de los trabajadores a una oficina huérfana de actividad por casi un año. La hoja de ruta queda a la mano: capear el chaparrón, reconstruir los destrozos.
El matiz distintivo entre el bonus track que se estrena hoy y el anterior se abre paso tan sutilmente como una estocada de uno de esos sibilinos hechiceros de orejas puntiagudas que habitan el mundo paralelo de Mythic Quest abriría la carne de un orco: el equipo regresa a la oficina con ocasión de Everlight, una fiesta anual que implica caracterizarse de algún personaje propio del videojuego y pelear en un torneo de softcombat bajo la atenta mirada de los monarcas del reino, a la sazón, los directores creativos del estudio. El primer asalto del desfogue se salda con un nocaut a costa de la distancia, la frialdad y el tufo a unheimlich que envuelven las caricias digitalizadas. Volver al despacho, a la silla acartonada y las pausas para el café, dice Mythic Quest, es casi como volver de entre los muertos.
Es de una importancia bárbara que todo lo que contiene en el episodio, esa corporalidad que puede aludir por igual al abrazo y al agarrón y que lo domina todo —si bien hace dos años habría pasado inadvertida—, ocurra en el plano de lo físico, de lo táctil, de lo real. Ningún evento en línea, ni programado con mil veces el fasto que se le resiste al simpático atrezo de la oficina, habría curado tanto como cura esta celebración del contacto verdadero. Hasta los interludios digitales que durante toda la temporada había prestado Ubisoft, compañía de videojuegos y coproductora de la serie, están desaparecidos. No hay sitio para esas estampas renderizadas —que, por otra parte, siempre se asemejaron sospechosamente a un catálogo de compra— entre tanto jolgorio.
Barriendo para casa, el corte comparte con The Newsroom, además de comedia inteligente y con espíritu de equipo, una manida referencia a la película deportiva Rudy para explicar el verdadero valor de los líderes en las hazañas colectivas, que no es brillar, sino sacar brillo. En lugar de aportar un guiño obvio y facilón —como sí le salió el homenaje a The Newsroom, un extraño desliz en su épica edificante—, el episodio especial de Mythic Quest, con su metáfora doblemente irónica y deconstruida, triunfa en el estrechísimo margen de mejora que dejó la serie de Aaron Sorkin. Y eso es decir mucho.
La serie de Apple TV+ —una de sus dos comedias insignia, junto con Ted Lasso— opta por blindar los más valiosos intangibles que la pandemia ha expuesto al miedo, el recelo y el agotamiento. La vida es extraordinaria, y la festividad inventada de Everlight no existe con más propósito que el de desempolvarnos esa verdad. Todo, con el tacto que separa la insistencia ilusionada del negacionismo y su clandestinidad kamikaze. Por ello, aunque la serie ha prescindido de incorporar las mascarillas al especial, CW, el más anciano de los compañeros, aún se saluda con ellos a través de una pantalla. Corona así la jácara de Mythic Quest una presencia, más que molesta, solemne. Una admonición coherente que se eleva como el peán dolorido para un año que nunca olvidaremos.
El episodio ‘Everlight’ de ‘Mythic Quest’ está disponible en Apple TV+.