(Fuente: CBS)
Esta crítica se ha escrito tras ver la temporada completa de ‘Evil’.
¿Qué has hecho, Kristen? Con esa pregunta se ha cerrado en SYFY la temporada 1 de Evil, una en la que su estructura de “casos de la semana” ha sido engañosa porque, en realidad, todo estaba mucho más conectado de lo que parecía. Especialmente, la evolución de Kristen a lo largo de estos trece episodios ha ofrecido un nexo de unión bastante más claro que el mapa de los sellos demoníacos o las visiones de David. El propósito de Leland Townsend era empujarla a cometer un acto malvado y, para ello, intenta todo lo que tiene a su alcance, desde ligar con su madre hasta convertir a Orson, el asesino del primer episodio, en una marioneta destinada a morir.
La última escena del episodio es muy significativa porque nos obliga a replantearnos lo que quiere decir estar poseído. David afirma que, si un demonio te controla, el rosario te quemará la mano, pero esa posesión puede no ser literal. En el caso de Kristen, si suponemos que le ha hecho daño a Orson (que lo haya matado sería un paso realmente atrevido por parte de Evil), se ha dejado llevar por pensamientos que, ciertamente, van contra los mandamientos de Dios. Está deseando la muerte de alguien que está acosando y asustando a su familia y, además, está pensando en convertir esos deseos en realidad.
¿Lo ha hecho? ¿Basta con pensarlo intensamente para que el rosario le queme la mano? ¿O acaso hemos visto otro de esos sueños dentro de sueños que la atormentan? El cliffhanger entra dentro del lado inquietante y perturbador que ha mantenido la temporada, construido a través de esas superposiciones repentinas de imágenes sin sonido, un poco siguiendo el estilo de cómo se mostraban los recuerdos en The Good Wife y The Good Fight. Y con esas dos series comparte también la corrupción moral de su protagonista. Alicia, Diane y Kristen tienen muy claros sus principios morales, pero también se van viendo afectadas por su entorno, lo que las empuja hacia el lado oscuro. Y, en el caso de Kristen, eso incluye pesadillas con la forma más clásica del Diablo.
(Fuente: CBS)
La primera aparición de ese Diablo caprino muestra igualmente que Evil no pierde su particular sentido del humor en ningún momento. Verlo como psicólogo de Leland es de los chistes más logrados de los dos últimos capítulos, que también hacen confluir varias tramas que se habían tocado en capítulos anteriores, como la cancioncita viral y potencialmente homicida o el matrimonio en el que a ella se le practica un exorcismo pero es él quien está matando gente.
El final de temporada opta por uno de los recursos más clásicos en estas historias, el de la mujer embarazada de un ente malvado. Los King le dan la vuelta a La semilla del diablo y, en lugar de una secta satánica, lo que encontramos es una empresa de reproducción asistida, ejemplo de cómo se han tratado todos los arquetipos de las ficciones sobre posesiones demoníacas. En todos los capítulos había tecnología de por medio. Lo que se crea es una amplia sensación de inquietud, de que David, Kristen y Ben realmente están luchando contra un enemigo con un alcance mucho mayor del que ellos imaginan.
Los incels, los influencers dispuestos a vender literalmente su alma al diablo por ser relevantes, los jefes tiranos, las víctimas de actos horribles que se dejan llevar por la sed de venganza… Evil ha ampliado el abanico de posibles posesiones y, con ello, ha continuado explorando su debate sobre la naturaleza del Mal. ¿Es peor Leland, siempre maquinando maneras de destruir la vida de Kristen, o la propia Kristen, a la que sus impulsos protectores la empujan aparentemente a cometer un acto terrible?
El camino al infierno está repleto de buenas intenciones.
‘Evil’ está disponible en los servicios VOD de los operadores donde puedas ver SYFY.