Mulder y Scully se enfrentan a una pequeña crisis vital. (Fuente: FOX)
A lo largo de la historia de Expediente X ha habido bastantes casos en los que alguien tenía la capacidad de influir telepáticamente en otras personas, hasta el punto de llevarlas a la muerte. Pusher puede ser el ejemplo más evidente, pero las proyecciones astrales asesinas, las sugestiones de diferentes tipos y las acciones de personas malvadas que se divierten “jugando” con los demás no le son extrañas a la serie.
Más uno, el capítulo de esta semana, vuelve a utilizar ese tipo de “monstruos de la semana” situándose en un pueblo en el que han muerto ya unas cuantas personas que afirman haber visto antes a su doble. La figura del doppelgänger se refiere exactamente a eso; es una visión de tu otro yo que funciona como augurio de la muerte. Y la serie emplea ese mito para mezclarlo con una historia de hermanos gemelos conectados telepáticamente, y con un poder que sólo saben emplear para hacer el mal.
Es un episodio clásico de Expediente X al que Chris Carter, su guionista, añade algo que distingue esta etapa nueva de la serie, que es cómo ha afectado el paso del tiempo a Mulder y Scully. Especialmente a ella, que no ha conseguido librarse del sentimiento de culpa por dar a su hijo en adopción y que no puede evitar plantearse si está haciéndolo bien en ese momento de su vida, si tendrá siempre a Mulder ahí, si todavía tiene algo que ofrecer al mundo.
Scully es, en parte, el gran centro del episodio. (Fuente: FOX)
Por esas inseguridades es por donde la Pequeña Judy consigue meterse en la cabeza de Scully. Judy y Chucky, los dos hermanos gemelos que juegan al ahorcado, son otra vuelta de tuerca al concepto de las personas con personalidad múltiple que se dedican a cometer todo tipo de villanías, sólo que lo que los define no ese trastorno, sino su conexión telepática y su retorcido placer en jugar a ser Dios.
Ambos representan esa conversación entre Mulder y Scully sobre si es posible que exista el Mal, sobre que todos tenemos un lado oscuro y si dicho lado oscuro puede ser una especie de gemelo malvado, casi otra personalidad nuestra que se dedica a convertir en realidad todos los malos deseos que se nos pasan por la cabeza. Chucky y Judy están interpretados a la perfección por Karin Konoval, que ya fue la señora Peacock de Home, uno de los episodios más perturbadores en la historia de la serie, y que transmite toda la rivalidad existente entre los dos hermanos. Saben que tienen un poder letal y les divierte usarlo, pero también se desprecian, por lo que no es extraño que acaben utilizando dicho poder contra ellos mismos.
Crítica: ‘Expediente X’ 11×02 — ‘Esta’
Unos divertidos Mulder y Scully elevan un notable segundo episodiofueradeseries.com
Chucky, el diabólico. (Fuente: FOX)
Esa charla en la cama es otro clásico. La diferencia es que ambos hablan de cosas mucho más personales para ellos, consecuencia directa de que han vivido mucho juntos y de que ya no son unos jovenzuelos. No es que esté demasiado relacionado con la trama del capítulo, pero la relación de Mulder y Scully ha sido siempre el centro sobre el que giraba Expediente X.
Más uno es un clásico “monstruo de la semana” de la serie y una muestra de que esta 11ª temporada ha vuelto a pillarle el truco a lo que hace funcionar Expediente X.
Todas las críticas de ‘Expediente X’
- Episodio 11×01: Mi lucha III
- Episodio 11×02: Esta
La 11ª temporada de ‘Expediente X’ se emite todos los lunes, a las 22:20, en FOX España.