Esta crítica se ha realizado tras ver los dos primeros episodios y no contiene spoilers.
Fear The Walking Dead tuvo ciertos problemas encontrando su propia identidad como serie. Lo intentó en México, luego en barco… hasta que por fin se dio cuenta de que su principal problema estaba en sus personajes: funcionaban bien por separado -unos con más carisma que otros, algo inevitable en esta vida-, pero no encajaban bien como grupo. Así que jugaron con las nuevas incorporaciones hasta que en la cuarta temporada consiguieron formar un grupo de supervivientes que funcionaban igual de bien juntos que por separado.
No importa lo bueno que sea un guion si no te importa lo que les ocurra a los protagonistas y viceversa, poco importa que tengas unos grandes personajes si no sabes qué vas a hacer con ellos. Así que en Fear The Walking Dead los han cuidado, se han preocupado de mantener este grupo que les permite conectar con la audiencia, al menos hasta que encontrasen un tono que les permitiese ser menos conservadores.
Western apocalíptico
Los nuevos episodios de la serie demuestran que, por fin, se encuentra totalmente cómoda consigo misma gracias a ese tono de western con llaneros solitarios, casacas azules, revólveres, sombreros, desierto y retos al atardecer en la calle principal desierta. El tono texano le sienta muy bien y son conscientes de ello. Por eso, en esta segunda mitad de la sexta temporada se permiten ser más arriesgados, lo que va a provocar que los espectadores se peguen más de una sorpresa.
Para que la serie no se disperse, ayuda que han dejado lado el formato antológico –sí, ese que parece que ha intentado recuperar The Walking Dead en estos episodios extra con resultado irregular- y optar de nuevo por la concentración de personajes y tramas en un mismo lugar. Y es que estos dos primeros episodios son capítulos de reencuentros: inesperados como el de John Dorie (Garret Dillahunt) y Morgan (Lennie James); esperados, como el de Virginia (Colby Minifie) con Morgan… Y también de algunas sorpresas impactantes, que no especificaremos por aquello de los spoilers, pero que desde luego dejan con la boca abierta tanto por lo sorprendente como por lo dramático.
Fear the Walking Dead ha regresado sacando pecho, sabiendo que, si bien nunca será una ficción revolucionaria, sí que es un buen producto de entretenimiento. Y es que, aunque no ha terminado de salir de la sombra de su serie madre- (ahí están Morgan y Dwight para demostrarlo), sí que avanza con confianza y, a juzgar por estos dos episodios, con las ideas muy claras. La única pregunta que queda es si esta nueva seguridad recién adquirida provocará que tropiecen en las mismas piedras que la serie original, quemando cartuchos con los personajes de forma innecesaria en lugar de seguir cuidando su crecimiento y dinámica como hasta ahora. De evitar esos «vicios», es bastante probable que estemos ante la verdadera esperanza de recuperar el prestigio perdido de la franquicia.
‘Fear The Walking Dead’ se emite los lunes a las 22:10h. en AMC España.