Sandra Oh, en ‘Killing Eve’. (Fuente: HBO España)
Esta crítica no contiene spoilers.
Cuando vemos trailers, corremos el peligro de que lo mejor de la obra que promocionan esté incluido en sus dos minutos de duración. Lo peor no es eso, sino que a veces parecen trailers de una versión alternativa que poco o nada tiene que ver con el producto final. Y cuando lo comprobamos, no podemos evitar sentirnos engañados, porque eso no es lo que nos habían vendido.
No es nada fácil capturar y transmitir fielmente el tono de una historia en un vídeo de dos minutos; a veces no les interesa hacerlo y se actúa con alevosía, otras ni se intenta, pero el equipo de marketing de Killing Eve lo consiguió. Si visteis los trailers y promos de BBC America y os produjeron cosquillitas de emoción, preparaos para disfrutar.
¿Sabéis ese placer que se siente cuando vemos un postre tentador, lo probamos, y resulta estar aún mejor de lo que parecía? Eso fue lo que me pasó cuando empecé a ver el primer episodio de Killing Eve.
Este fue el trailer que me enamoró, el final me chifla.
Killing Eve es un thriller que nos conquista inmediatamente con sus personajes pero, sobre todo, con esas pinceladas de humor de Phoebe Waller-Bridge (Fleabag) que hacen que ver la serie sea un momento de puro disfrute. Killing Eve le aporta frescura a una historia contada mil y una veces, tiene al frente mujeres complejas que explorará a través de su mutua fascinación, una realización impecable y el deseo genuino de que nos lo pasemos bien viendo la serie. Es inteligente, entretenida, divertida y muy adictiva. ¿Estreno del año? Yo digo sí.
Las dos primeras escenas del primer episodio nos presentan a Villanelle y a Eve, las protagonistas, y la serie elige hacerlo con dos momentos muy cotidianos que no están relacionados con sus respectivos trabajos (asesina profesional y agente del MI5).
Empieza con Villanelle sentada en un café y, sin diálogos, es elocuente al hablar de su psicopatía haciendo uso de los tropos que nos permiten identificarla fácilmente. Seguimos con Eve; creemos que estamos viendo a una persona con traumas por su pasado (algo que nos encaja perfectamente con el arquetipo de este tipo de personajes) y entonces, la serie destroza nuestras expectativas de forma brillante, nos hace sonreír y nos muestra de forma transparente cuál es y será su tono.
Una Imagen de ‘Killing Eve’. (Fuente: HBO España)
Lo mejor de ‘Killing Eve’
Todo. Esa sería la respuesta corta.
- Phoebe Waller Bridge. En esta ocasión no está delante de cámara y no es una historia original suya, pero después de haber leído 50 páginas de Villanelle Codename, la primera novela de la serie en la que se basa, os puedo asegurar que, cuando decidió adaptarla, la hizo totalmente suya. Aunque Killing Eve plantea un universo diferente al de Fleabag, aquí podemos percibir su sello, tanto en la presencia constante de un sentido del humor que va de lo sutil a la explosión (humor perspicaz, negro y de todos los colores), como en el dibujo de sus dos protagonistas, mujeres complejas, inquietas, inteligentes, que son tan buenas en lo que hacen que, a pesar de estar enfrentadas, no pueden evitar admirarse y sentir una fascinación mutua.
- Jodie Comer como Villanelle. Está fantástica. Espectacular. No podemos ni queremos dejar de verla, su psicopatía es irresistible. El momento escalera con la vecina es impagable. Y la expresión de su rostro en el plano final de la escena en la Toscana es sublime.
- Sandra Oh como Eve. De Anatomía de Grey ya sabíamos que Oh tiene buen timing para la comedia y que sabe poner caras de asco profundo y desprecio como nadie. Con su personaje tiene oportunidad para aprovechar todo esto. Lo que más me gusta es que, cuando la serie empieza, Eve no es la mejor agente del MI5, ni siquiera es agente.
- El resto de actores están todos a la altura, da un gusto tremendo. Unos buenos secundarios son tan importantes como sus protagonistas para que una historia funcione y aquí son geniales. En cada escena hay un momento, una frase o un gesto que nos recuerda que, a pesar de lo dramático que suponemos es el género del thriller, a Killing Eve venimos a pasarlo bien. Tengo un “momento gif” preferido de cada uno de los personajes; aquí no hay problemas de tono, todos están en la misma serie.
- La realización es impecable, con exteriores bien aprovechados y usados de una forma tan natural, que no quedan como planos de ubicación, sino que realmente parece que los personajes viven o pasan por allí. El director de este primer episodio fue Harry Bradbeer, director de Fleabag, por lo que ya conoce el estilo narrativo y el tono de las historias de Phoebe Waller-Bridge. Y se nota. La dirección de actores es precisa y el ritmo de las escenas, perfecto.
- Una historia de espías y psicópatas bien contada es siempre irresistible. Aquí la tenemos, además, desde ambos puntos de vista, y son igualmente estimulantes. Las historias de obsesiones también son adictivas y Killing Eve promete hacer de la obsesión de sus protagonistas la nuestra. Eve y Villanelle son fantásticas. Quiero que sean amigas. En mi mente ya lo son.
- El primer episodio es suficiente para seducirnos. Cuando acaba queremos más, los queremos todos. Me gusta que me gusten las cosas que me gustan. Killing Eve me encanta y me encanta que me encante. Espero con ansia, ilusión y una excitación casi sexual el próximo episodio. Será mi lugar feliz de la semana.
Si le dais una oportunidad, también será el vuestro.
‘Killing Eve’ está disponible todos los lunes en HBO España.