Úrsula Corberó vuelve a narrar la historia de ‘La casa de papel’. (Fuente: Netflix)
Esta crítica se ha escrito después de ver el primer episodio de la tercera temporada de ‘La casa de papel’ y no contiene spoilers.
La casa de papel se abrirá de nuevo en unos días. El 19 de julio es el día en que Netflix estrenará su tercera temporada, pero los críticos de televisión ya hemos podido ver cómo arranca esta nueva etapa y, por tanto, puedo decir que regresa con un episodio tremendamente prometedor y donde se comprueba que los valores de producción, respaldados por el éxito que fue la serie internacionalmente, se han disparado.
Por supuesto, en esta crítica no voy a entrar en spoilers de la trama, más allá de lo que se sabe por los tráilers publicados y las declaraciones dadas por los guionistas de la serie. Como han dicho muchas veces, ahora que los atracadores de las máscaras de Dalí son inmensamente ricos, necesitaban una motivación emocional para hacerles volver a las andadas. Y como habréis podido ver en esos avances, esa razón es que Río ha sido capturado.
El primer episodio de la temporada 3 de La casa de papel se mueve en diferentes líneas temporales y una de ellas nos lleva a conocer cómo ha sido la vida del grupo tras el gran atraco. Ahí seguimos la relación de Río y Tokio, y se nos explica cómo él termina siendo cazado, contado muy bien narrado tanto desde los sentimientos de los personajes como por el despliegue de acción que desencadena. Ese es su fuerte.
Nos contaba Jesús Colmenar en una entrevista que esta temporada de La casa de papel es muy Misión Imposible, y viendo el episodio 3×01 se entiende perfectamente la comparación con esta y otras películas de corte similar. La imagen de Úrsula Corberó saliendo de la playa de Tailandia nos lleva rápidamente hasta la de Halle Berry en Muere otro día, pero Tokio demuestra que ella no solo es “la chica” de un Bond cualquiera, sino que tiene más pelotas que el propio Bond y protagoniza algunas secuencias realmente trepidantes.
Porque si la primera etapa de La casa de papel tuvo que suplir la limitación de presupuesto con ingenio y bastantes escenas en interior, en la temporada 3 da la sensación de que no se ha escatimado ni un euro. Por tierra, mar y aire. Y en incontables localizaciones, desde Tailandia a España, pasando por Italia y Panamá. Todo al servicio de dar forma a un producto de ficción que juega en la primera liga internacional, tanto a nivel de espectacularidad como de guion.
Lo importante es que no pierde el norte; los fuegos artificiales no tendrían sentido si la trama no se apuntalase sobre unos personajes (y sus motivaciones) que ya enamoraron al público. Y precisamente ahí es donde más atina la vuelta de La casa de papel: hace vibrar al espectador por la emoción de ver de nuevo a los cacos, qué ha sido de ellos y cómo se juntan de nuevo. Ya sabíamos que volverían a unirse para dar otro golpe, pero verlo en pantalla es realmente emocionante.
“Bienvenidos… otra vez”, escribe El Profesor en la pizarra antes de preparar el nuevo plan junto a sus compinches. Un claro guiño al comienzo de la serie -hay muchas otras referencias a los capítulos anteriores- con el que hacer partícipes a los seguidores de esta nueva aventura que promete mantener la esencia, pero hacer todavía más ruido que la anterior. Si te gustó La casa de papel, su regreso te va a hacer gritar.
La temporada 3 de ‘La casa de papel’ se estrena el 19 de julio en Netflix.