Esta crítica se ha escrito tras ver completa ‘La guerra de los mundos’ y no contiene spoilers.
Una crítica del imperialismo y de la arrogancia humana. Eso es lo que los expertos han sostenido que es el tema de La guerra de los mundos, el libro que H.G. Wells publicó en 1898 y que puede decirse que creó el subgénero de invasiones alienígenas de la Tierra tal y como lo conocemos. El escritor volcó en él el interés que habían suscitado las observaciones de Marte de, entre otros, Percival Lowell (que estaba seguro de que existía una civilización inteligente viviendo allí), su formación como biólogo, sus ideas políticas socialistas y la disputa por el control de África que sostenían varias potencias europeas para crear a sus célebres marcianos sobre enormes trípodes mecánicos.
La época en la que se creó es relevante para comprender lo que Wells está contando realmente en su libro, pero su historia funciona también perfectamente trasladada a cualquier otra era de la historia, como demuestran tanto la adaptación radiofónica de Orson Welles en 1938 (a las puertas de la Segunda Guerra Mundial) como las incontables veces que se ha trasladado al cine, ya fuera en adaptaciones directas como la de Byron Haskin en 1953 (en plena Guerra Fría) o inspiraciones clarísimas como Independence Day.
El caso es que, hasta que la BBC no se animó con su propia versión, no se había hecho una obra audiovisual de La guerra de los mundos que transcurriera en la época victoriana, en 1906, en este caso. Ha tardado un poco más de lo esperado en verse pero, finalmente, aterriza en España, en #0, esta misma noche, y sin que tenga fecha de estreno confirmada aún para el Reino Unido.
Eleanor Tomlinson y Rafe Spall, los dos protagonistas principales. (Fuente: Movistar+)
Son tres episodios de una hora que se verán del tirón y en los que el guionista Peter Harness se ha mantenido fiel al espíritu de la época y del libro y ha añadido algunas cosas, como a los dos principales protagonistas, George y Amy, una pareja que, socialmente, se sale de lo que estaba bien visto en la era y que asistirá impotente, primero, a la caída de un misterioso objeto que, inicialmente, se confunde con un meteorito y, después, a la destrucción que los marcianos traen en su invasión del planeta.
El foco geográfico se centra sólo en Londres y la localidad de Woking, y todo lo que vemos es a ras de suelo; acompañamos a George y Amy mientras tratan de huir y de buscar refugio y somos testigos de lo mismo que ellos. No hay escenas en las que gobernantes y militares discuten qué está pasando y buscan la manera de defenderse, sino que todo se ve a pie de calle. Los trípodes alienígenas son una ventaja tecnológica tan insuperable, que desde el principio se aprecia que esa potencia militar del Imperio Británico de la que están orgullosos va a ser aplastada como si fueran hormiguitas.
La principal virtud de esta La guerra de los mundos está ahí, en mostrar la enormidad y la completa impotencia que las personas corrientes sienten al verse atacadas de esa manera. No entienden qué está pasando, no saben de dónde han salido esas altísimas y letales máquinas que no han visto en su vida, y lo único que tienen claro es que van a morir todos.
La miniserie va yendo de menos a más, culminando en una escena en un edificio a oscuras, y abandonado, que consigue transmitir tensión y, sobre todo, desesperación, pero sus momentos iniciales son los más flojos. Rafe Spall y Eleanor Tomlinson funcionan bien como pareja, pero sus personajes toman algunas decisiones al principio que parecen justificarse sólo porque el guión necesita utilizarlos como nuestros ojos en el inicio de la invasión.
Las tensiones familiares a las que se en sometidos también están poco trabajadas. Sí que permiten que George tenga con su hermano Fred, que trabaja para el ministerio de Asuntos Exteriores, una discusión que explicita precisamente los temas principales de la novela de Wells, pero es cuando sus personajes entran en modo supervivencia cuando la miniserie da lo mejor de sí misma.
Hay también otro aspecto de La guerra de los mundos que acaba siendo interesante para su tesis, y que no vamos a desvelar, y que forma parte de la exploración que Peter Harness acaba haciendo de las consecuencias que habría tenido una invasión de ese tipo. Por mucho que el cine de Hollywood se empeñe, en realidad, nuestras cartas habrían estado marcadas desde el momento en el que la primera nave extraterrestre hubiera entrado en la atmósfera.
‘La guerra de los mundos’ se emite completa esta noche, a las 22 h., en #0.
‘La guerra de los mundos’ de BBC llega el 11 de octubre a #0
Movistar estrenará la miniserie después de su preestreno en el Festival de Sitgesfueradeseries.com