Lyra y su amigo Roger. (Fuente: BBC/HBO)
Esta crítica se ha escrito tras ver los dos primeros capítulos de ‘La materia oscura’ y no contiene spoilers.
Cuando os enfrentéis a La materia oscura, alejad de vuestra mente todas esas listas de “la nueva Juego de tronos” que se han empeñado en incluirla al lado de See, The Witcher o lo que Amazon quiera hacer con El Señor de los Anillos. Esta coproducción de BBC y HBO está mucho más cerca de Harry Potter que de la obra de George R.R, Martin, aunque comparte con ella una enorme ambición temática que se eliminó en aquella película con Nicole Kidman y Daniel Craig.
Dicha ambición ya estaba presente en la trilogía original de Philip Pullman, publicada entre 1995 y 2000, que nos traslada a un mundo fantástico, con algunas similitudes con el nuestro, en el que las personas conviven con manifestaciones externas de sus almas en forma de animales, conocidas como daimonion, y en la que una institución religiosa llamada el Magisterio lo controla todo. Existe también el “santuario escolástico”, un privilegio que protege a instituciones académicas como el Jordan College de Oxford de la intromisión constante del Magisterio.
Bajo esa protección crece nuestra protagonista, Lyra, una niña que, como en toda buena trilogía juvenil de fantasía que se precie, descubre que el mundo es mucho más grande y peligroso de lo que pensaba y que ella tiene un importante papel que jugar en todo lo que está ocurriendo. Todo eso mientras deja atrás la infancia y se convierte en una adulta.
Ella es la heroína de La materia oscura y es a través de quien nosotros también descubrimos las reglas que rigen ese universo. Y la elección de Dafne Keen para interpretarla ha sido muy acertada. Hasta ahora, la habíamos visto en Logan (donde era el contrapunto más primitivo al viejo Lobezno de Hugh Jackman) y como sólo una niña en Refugiados, si alguien vio aquella serie de laSexta, y éste es su primer papel de verdad protagonista. Es capaz de sostener el peso de la serie y de aportar carisma a Lyra. Nos transmite que es una niña que está creciendo, pero logra evitar que sea irritante (que podría serlo en el arranque).
Ruth Wilson, como la señora Coulter. (Fuente: HBO España)
Tener ese anclaje de Lyra ayuda a que la ingente labor de construcción del mundo que la serie tiene que hacer en sus dos primeros episodios no sea tan abrumadora. Hay mucho que explicar a los neófitos de la historia de Pullman, lo que lastra un poco el primer capítulo, pero el impulso de su trama es muy básico, lo que facilita que su seguimiento sea mucho más sencillo. Unos niños desaparecen misteriosamente y Lyra quiere saber qué ocurre.
A su alrededor se introducen otros asuntos que serán importantes más adelante, pero los dos primeros capítulos pertenecen a Keen y a Ruth Wilson, una villana bastante más humana de lo que podríamos suponer. Sus escenas conjuntas nos ayudan a comprender el funcionamiento de los daimonion y avanzan el desarrollo del personaje de Lyra.
No obstante, la enorme cantidad de presentación del inicio de La materia oscura puede dejarnos un poco fríos. El Magisterio no termina de ser algo más que una entidad abstracta, aunque veamos a sus “funcionarios” (incluido uno al que interpreta el padre de Dafne Keen, Will), y la dispersión de líneas argumentales genera una sensación de que, en ocasiones, no sabemos muy bien adónde va a parar todo esto.
Lo que La materia oscura tiene a su favor es su ambición por mostrar la escala de la historia, que es mucho mayor de lo que vemos inicialmente. Es, evidentemente, un riesgo porque puede caerse todo bajo el peso de dicha ambición, pero se agradece que las miras estén tan altas. El trabajo de ambientación es, también, estupendo, y hay curiosidad por ver cómo se traslada a la pantalla ese Norte que parece albergar muchas respuestas y muchas preguntas peligrosas.
Por ahora, entretiene y navega razonablemente bien la complicación de construir de cero un universo completamente nuevo para los espectadores. Las cosas van a ir complicándose, y se van a revelar pequeñas sorpresas, casi enseguida, así que no habrá tiempo para aburrirse.
La primera temporada de ‘La materia oscura’ está disponible todos los lunes en HBO España.