Las segundas temporadas son una prueba de fuego para las series que destacan por su frescura durante el año de su estreno. Para cuando vuelven, las esperamos con ansiedad, y con cierto temor a que nos decepcionen; pueden correr el peligro de estancarse, de repetirse o de reinventarse en algo que, por muy innovador que sea, resulte ser algo alejado de lo que esperábamos encontrar.
El caso de Insecure (serie creada, producida, escrita y protagonizada por la joven Issa Rae) es de los de éxito: sus personajes pueden tener muchas de las inseguridades que anuncia el título, pero la serie no tiene nada de insegura. Esta nueva entrega ha sido más ambiciosa a nivel de realización y de la narrativa, y más atrevida a la hora de explorar nuevas historias para sus protagonistas, dejándolos sin red cada vez que se tomaban una decisión equivocada.
Insecure es auténtica y está orgullosa del color de su piel; los factores culturales y de raza son relevantes, pero no la definen, ni la limitan. La serie explora qué significa ser mujer joven, y ser mujer joven negra, que es igual, pero no es lo mismo. Al final, la historia que nos cuenta es la de cualquier veinteañera buscando su lugar en el mundo, ahí radican su mérito y su encanto.
(A partir de aquí hay spoilers del episodio 2×08 de ‘Insecure’)
En esta segunda temporada la serie exploró temas sociales como la gentrificación de la zona en la que vive Issa, que ha pasado a llamarse I-Wood para los hipsters que serán sus nuevos residentes; la brecha salarial entre hombres y mujeres; o la segregación de las minorías en las escuelas. Los conflictos más interesantes, sin embargo, se han producido a nivel personal, en la búsqueda de su lugar en el mundo por parte de Issa, Molly y Lawrence; de descubrir qué quieren y si sus expectativas son viables.
Después de un séptimo episodio tan divertido, caótico y tenso (como deben ser todas las reuniones celebratorias en la ficción), para el cierre de temporada Issa Rae decidió escribir un guión que nos mostró 30 días en la vida de Issa, Molly y Lawrence, desde sus respectivos puntos de vista porque, a pesar de que los cimientos de la serie están en la amistad entre ellas, fue un acierto explorar también el personaje de él.
El octavo episodio, dirigido de manera excepcional por Melina Matsoukas, nos mostró a los personajes intentando pasar página para salir del marco de lo que habían creído que deberían ser sus vidas y aceptar las posibilidades que les ofrecen. Es una situación con la que todos nos podremos sentir identificados en alguna etapa vital en la que hemos tenido que negociar con lo que esperábamos y lo que realmente podremos tener, hacer y ser.
También podemos identificarnos con las malas decisiones que tomamos cuando nos dejamos poseer por nuestras inseguridades. Si hay algo que los personajes de Insecure saben hacer muy bien es equivocarse y repetir los mismos errores que los han llevado a donde están, por celos, miedo a la inestabilidad o por frustración. En algunas situaciones a causa de los tres sentimientos negativos al mismo tiempo.
Lawrence permitió que la inseguridad producida por sus celos echara a perder su relación con Aparna, al menos por el momento. Pero bien por ella, que supo bajarse de ese coche a tiempo.
Molly ha decidido seguir exponiéndose a una relación para la que no tiene herramientas emocionales, Dro es justo lo opuesto a lo que busca en su vida, y no creo que haya sido a eso a lo que se refería su terapeuta. Esperamos que aplique a su vida personal lo que ha aprendido en la faceta laboral: puede exigir, y hay quien está dispuesto a ofrecerle, lo que busca y se merece.
Para Issa ha sido un año difícil en todos los sentidos: sus varias aventuras sexuales no le proporcionaron placer duradero; perdió el interés, y con él desperdició su talento en el trabajo, hace un año el ascenso de Frieda lo habría recibido ella; y tuvo que irse de su apartamento porque no podía permitirse la subida del alquiler, ni mudarse a otro si tenía que correr con todos los gastos en solitario. Uno de los momentos más elocuentes de su personaje fue durante la maratón, cuando Tiffany no supo encontrar algún cambio que destacar en su vida, que está totalmente estancada. Su apartamento fue una metáfora de su estado vital esta temporada.
Lo mejor de la temporada estuvo en ese episodio final y se concentró en dos escenas. La primera, entre Lawrence en Issa, rodada con muchísima sensibilidad y un ojo exquisito para la puesta en escena. Mantuvieron una conversación honesta y muy emocional que no solemos tener la oportunidad de tener en la vida real.
Reconocieron sus errores y, a pesar de que el cariño sigue ahí, necesitaban expresarlo sólo para poder pasar página y empezar un nuevo capítulo en sus vidas, sin arrastrar y cargar con el peso del resentimiento y la culpa. El momento ensoñación lo que pudo ser y no fue, ya es marca de la casa y fue muy conmovedor.
La segunda gran escena del final de temporada fue la noche en Marruecos que organizó Molly para Issa, ya que la vida se interpuso en sus planes de viajar. En el final de la temporada pasada tuvimos también un bonito momento entre ellas, en el que demostraron que su amistad es indestructible y para siempre, y que no importa que la relación esté pasando por un bache, cuando se necesitan saben que pueden contar la una con la otra.
Dentro de la belleza del acto con el que Molly hubiera organizado esa velada para su amiga del alma, el momento tiene un toque agridulce. Hace un año todo estaba marcado por la honestidad entre ellas, en esta ocasión ambas se están mintiendo, Issa no le dice a Molly que no va a vivir con su hermano sino con Daniel y Molly no le dice a Issa que ha decidido seguir viendo a Dro. En el fondo, sus fachadas son tan falsas como una noche en Marruecos en un piso en Los Ángeles.
El final de temporada está enmarcado por puertas que se abren, la despedida entre Issa y Lawrence en la puerta del piso que compartían es una que se cierra, pero él abre otra al añadirla como amiga a Facebook para empezar de cero; Molly le abre la puerta a Dro y Daniel a Issa. Veremos a dónde nos llevan estas dinámicas la próxima temporada, que ya estoy esperando con ganas.
La de Issa Rae se ha consolidado como una voz autoral a tener en cuenta. Es la serie que ocupa en HBO el lugar de Girls, es la Sex and The City del siglo XXI y, sobre todo, es su propia historia, con un mejor retrato de la amistad femenina que sus predecesoras, porque el corazón de la serie son Issa y Molly. Juntas de Malibú a Marruecos y hasta el fin del mundo.
Notas al margen
- No os perdáis los Wine Down con Issa, unos vídeos de menos de 5 minutos que acompañan cada episodio de esta segunda temporada, en los que Issa bebe vino con un miembro del cast o del equipo técnico y hablan sobre lo que ha ocurrido en la serie cada semana.
- Insecure fue la primera experiencia en televisión de Melina Matsoukas, ella es una reconocida directora de vídeoclips y ha trabajado para artistas como Rihanna, Beyoncé, Kylie Minogue o Katy Perry. En total, ha dirigido siete de los 18 episodios de Insecure, cuatro en esta segunda temporada. También dirigió dos episodios de la segunda temporada de Master of None, Door # 3 (2×07) y Thanksgiving (2×08).
- Shadowing es el término que se utiliza para describir a una persona interesada en aprender a dirigir que se convierte en la sombra de un director en activo durante todo su proceso de trabajo en una producción. Es una práctica muy utilizada en Hollywood por aspirantes a directores, ya sean recién graduados o actores interesados en dar el paso detrás de cámaras. En una entrevista para Glamour, Melina Matsoukas explicó que durante el rodaje de esta segunda temporada de Insecure, Kerry Washington (Scandal) fue su sombra, así que en algún momento leeremos la noticia de que dirigirá algún episodio de TV, quizá en esta última temporada de la serie de Shonda.
- A pesar de las buenas críticas que ha recibido la serie durante la temporada, desde Vulture llamaban la atención sobre el hecho de que los personajes no demostraran activamente que practicaban sexo seguro pues en ningún momento se ven o se mencionan los preservativos. Issa Rae ha tomado nota y ha asegurado que lo tendrá en cuenta para el futuro.
- Os recomiendo esta interesante entrevista con Ana Berkofsky, la directora de fotografía de la serie que explica habla sobre su trabajo iluminando correctamente y con estilo las pieles negras.
- Kelli, con tu permiso, y sólo te daré el crédito la primera vez, voy a usar la expresión Red Wedding cuando tenga la menstruación.
- ¿Dónde estaba Tiffany? En el segmento de Lawrence, Derek dice que está en casa de Issa viendo Due North y, si los días se corresponden, esa noche sólo estaban Molly, Issa y Kelli.
- Due North, por supuesto, no voy a dejar de mencionarlo. El último episodio fue un poco más largo porque, entre otras cosas, nos regaló al final el montaje de todos los trocitos sueltos de la serie a la que estaban enganchados todos los personajes de Insecure. En este artículo de The Hollywood Reporter explican de dónde surgió la idea. La inspiración, como en el caso de la serie que veían los personajes de Dear White People, vuelve a ser Shonda.
Crítica: ‘Dear White People’, orgullo y prejuicios
La nueva comedia de Netflix es inteligente, relevante y muy divertida. Un estreno que tienes que ver.fueradeseries.com
Las notas de Fuera de Series:
En Fuera de Series puntuamos nuestros análisis en una triple escala de 1 a 5, inspirada en la que usa Little White Lies, en función de lo deseosos que estábamos de ver la serie (“Antes”), lo que nos ha parecido viéndola (“Durante”) y las ganas de ver más y de comentarla con más gente tras hacerlo (“Después”).
Antes: 4
Venía con el hype puesto de casa porque la primera temporada me gustó muchísimo y me conquistó desde el temazo ‘Broken Pussy’.
Durante: 4
He disfrutado cada episodio de esta temporada, a nivel narrativo y técnico, y me he reído a gusto. Cada vez soy más fan de Kelli y se ilumina el salón cada vez que Issa sonríe, la amo.
Después: 5
El último episodio me pareció Hella maravilloso y ya quiero que llegue el verano de 2018.
Las dos temporadas de ‘Insecure’ están disponibles en HBO España.