Crítica: ‘La travesía’, los refugiados que huyeron del futuro

Los protagonistas de ‘La travesía’. (Fuente: HBO España)

“De la cadena que te trajo Perdidos”. Ese es el eslogan promocional de esta serie que acaba de estrenar ABC. No es creativo, pero es un hecho incontestable. También lo es que ABC es la cadena que canceló en sus primeras temporadas series como FlashForward, The River, Invasión y V dejando a sus espectadores sin respuestas, y esto es algo que hay que tener en cuenta al decidir invertir el tiempo en las series high concept con misterios serializados.

Un high concept es una premisa potente que puede resumirse en una frase y plantea una idea familiar que ofrece giro nuevo o sorprendente. En La travesía, a un concepto familiar como el de los refugiados que buscan asilo se le añade el giro: lo importante no es de dónde huyen, sino de cuándo.

La premisa: un grupo de refugiados aparece en una playa de Estados Unidos, la guerra de la que huyen está ocurriendo allí, pero dos siglos en el futuro.

El primer episodio, el único al que hemos tenido acceso tanto la prensa como el público, es… correcto. Los actores principales, Sandrine Holt (House of Cards), Steve Zahn (Treme) y Natalie Martinez (End of Watch) son solventes y tiene buen nivel de producción, con exteriores y algunos planos destacables en sus primeros diez minutos. En cuanto al guion, va directo al grano con la presentación de la premisa, plantea un par de giros y revela a los principales jugadores en el tablero.

Como parece que no se puede tener todo, a cambio de la información que nos permite tener alguna respuesta perdemos tiempo de desarrollo de personajes; después de 40 minutos no hay ninguno que resulte memorable. Y muchas situaciones se sienten demasiado familiares en el mal sentido: un sheriff divorciado que intenta recomponer su vida y huye de su pasado, la confrontación entre la policía local y las fuerzas de seguridad federales, un encuentro nocturno en la mitad de un puente y hasta un villano que sale de las sombras.

Pero la premisa de La travesía tiene potencial para servirse de la alegoría como recurso que hable sobre la naturaleza humana, los problemas de la sociedad y los conflictos sociopolíticos. En su caso, al mostrar a la propia sociedad americana como esos refugiados a los que tanto teme y cuya realidad siente tan lejana.

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Puede que el verdadero giro de la serie no sea tanto que vengan desde el futuro, sino por qué lo hacen a un momento concreto del presente. Podemos asumir que es 2018, pero en ningún momento se menciona el año exacto en el que se ubica la narración, los refugiados sólo hacen referencia a la larga paz de principios del siglo XXI. Si asumimos que es 2018, es inevitable soltar la risa floja en el momento en el que un refugiado justifica su tranquilidad diciendo que aquí y ahora los derechos de todos están garantizados. Así que, sin entrar en spoilers, cuando se habla de que alguien quiere cambiar el curso de la historia, evitando o propiciando alguna situación, quizá tengan intención de hacer un comentario más concreto de la realidad política actual de Estados Unidos.

• Ya tenemos los datos de audiencia de su estreno. Consiguió un millón más de espectadores que sus dos competidores (mantuvieron sus cifras, y NCIS emitió una reposición), pero perdió dos millones de la audiencia de American Idol y cuatro de los que obtuvo The Good Doctor en la misma hora la semana anterior.
• En cuanto a la garantía de que no cancelen la serie y dejen a sus seguidores sin respuestas, no sólo juega en contra el historial de la ABC, también el de sus creadores. Los créditos de Dan Dworkin y Jay Beattie incluyen Surface y The Event.

Los nuevos episodios de ‘La travesía’ se estrenan los martes en HBO España.