Kelly McDonald, en ‘La víctima’. (Fuente: Filmin)
Esta crítica se ha escrito después de ver la miniserie ‘The Victim’ completa. No contiene spoilers.
Un crimen siempre arroja un culpable y una víctima. Esto, que es de Perogrullo, no ha variado desde que existe la Ley como tal. En la actualidad, la irrupción de internet no ha modificado esa máxima; sin embargo, el ritmo tecnológico y sus infinitas posibilidades (borrón y cuenta nueva o el anonimato como perversión acusatoria en el caso que nos atañe) alteran, sin que la propia Ley pueda o sepa evitarlo, tal máxima. Los roles de culpable y víctima y, más aún, sus definiciones per se, ya no son perfectos, ya no son maniqueos.
La víctima es un drama en toda regla cuyo detonante es un delito. Ya disponible en Filmin, a lo largo de cuatro capítulos, la miniserie escocesa nos envuelve con diligencia en una espiral de dudas y conflictos donde la resolución, principalmente, no es el objetivo primordial de la trama, sino los actos y sus consecuencias. La miniserie está escrita por Rob Williams (Killing Eve, Chasing Shadows, The Man in the High Castle), y dirigida por Niall MacCormick (The Durrells, Crossing Lines, The Game).
Situémonos: Edimburgo, en la actualidad. Craig Myers (James Harkness), un conductor de autobuses municipales, es salvajemente agredido en la puerta de su casa la noche de Halloween; un tiempo atrás, su nombre, foto y dirección son publicados en internet por alguien que afirma que él es Eddie J. Turner, un hombre que, a la edad de 14 años, había matado a un niño de nueve, Liam Graham, hace ya 15 años. Después de cumplir siete años de prisión es liberado, otorgándole el tribunal una nueva identidad y la posibilidad de rehacer su vida.
Rebbeca Myers (Karla Crome), esposa de Craig, denuncia a la Policía la agresión y las publicaciones en internet que refieren a su marido como el asesino Turner. Steven Grover (John Hannah), recién llegado a la comisaría del distrito, se hace cargo de investigar el crimen contra Myers y de localizar a la persona quien puso sus datos en Facebook. Las primeras pesquisas de Gverver le dirigen a la madre de Liam, Anna Dean (Kelly MacDonald), que vive en el mismo vecindario de Myers. Anna, destrozada durante todos estos años e iracunda por la laxitud de los tribunales en su día, resulta ser la autora de las publicaciones acusatorias en internet. Sin embargo, no confiesa quién le ha confiado la información. La Policía la detiene por un delito de incitación al asesinato.
¿Es Craig el asesino de un niño hace 15 años? (Fuente: Filmin)
La trama comienza a enmarañarse cuando descubrimos que el traslado de Grover viene motivado por una mala actuación en su antiguo puesto y cuyos métodos no son aceptados por sus superiores. Además, el primer marido de Anna y padre de Liam, Christian (Cal MacAninch), acaba de salir de la cárcel y su presencia condiciona la vida de Anna hasta el final. También su hija, Louise (Isis Haisnworth), estudiante de derecho, se debate entre la lealtad y la moral. Su novio, Danny (Andrew Rothney), pasa del apoyo incondicional a Louise a una ambigüedad inextricable.
Desarrollada durante cuatro días, La víctima explora un caso de identidad aparentemente errónea donde un post anónimo, sin más información que la acusación, tambalea la vida de una persona. Desde el primer episodio hasta el tercero, el thriller inicial deriva en un trayecto de ida y vuelta entre la investigación policial y el proceso en la sala de la Corte. El cuarto, más allá de la conclusión del juicio, alberga la encrucijada moral de la víctima y el acusador, de las líneas que separan a ambos roles, y de cómo estas fronteras son carreteras de doble sentido en función de quién está a un lado y al otro.
La miniserie finaliza con unos versos muy elocuentes y significativos del poeta afgano Rumí:
“Más allá de las ideas que recogen el bien y el mal, hay un lugar. Allí nos encontraremos”.
‘La víctima’ está disponible en Filmin.
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