Esta crítica se ha escrito después de ver los primeros cuatro episodios de ‘Little Voice’. No contiene spoilers.
Bess King, la protagonista de esta historia, es una joven cantautora que sueña con hacer carrera en el mundo de la música. Encuentra huecos para escribir sus canciones en cualquier momento libre que le dejan sus varios trabajos (pasea perros, es profesora de música a domicilio, canta y toca el piano en una residencia de ancianos, la guitarra en las calles de Nueva York, es camarera en un bar…) y por las noches, en el guardamuebles de alquiler que ha acondicionado como estudio particular.
Bess tiene un hermano con trastorno del espectro autista que quiere independizarse, pero al que tiene que supervisar constantemente, su padre es alcohólico, y su compañera de piso, cantante en un grupo de mariachis femenino, es una joven de ascendencia india que lidia con el racismo y la homofobia de la ciudad, mientras intenta posponer el momento en el que sus padres le encuentren un marido, como marca la tradición.
Bess y su hermano, interpretado por Kevin Valdez. (Fuente: Apple TV+)
Bess, es buena persona, muy trabajadora y también es, por supuesto, muy talentosa. Tiene varias canciones originales, una voz preciosa y toca varios instrumentos, si a día de hoy no ha triunfado solo se debe a que no le han dado la oportunidad, pero todos los que la escuchan por primera vez se quedan deslumbrados. Estamos ante un caso de heroína perfecta o, como se ha acuñado el tropo, una Mary Sue, pero si somos capaces de dejarnos llevar por su historia sin que se nos queden los ojos en blanco, Brittany O’Grady, la actriz que la interpreta, nos enamora sin apenas esfuerzo con su carisma y encanto natural.
Little Voice es una creación de Sara Bareilles y Jessie Nelson, el equipo detrás del musical Waitress; Nelson escribe y dirige varios episodios y Bareilles, cuyas primeras experiencias en el mundo de la música han servido de inspiración para la historia (que también ha estado influida por Felicity), ha compuesto la música original de la serie, la de los títulos de crédito y la que escribe e interpreta la protagonista en pantalla.
Además de ver a Bess en su proceso creativo e interpretativo, y en sus relaciones con el resto de personajes -incluidos dos intereses románticos de un inevitable triángulo amoroso-, esta serie de Apple TV+ también es, como no podía ser de otra forma, una carta de amor a la música, a la nostalgia por artistas como Aretha Franklin, a los musicales Broadway y al talento no reconocido de los artistas callejeros que hacen la banda sonora de la ciudad de Nueva York. Una serie innegablemente edulcorada, pero perfecta para evadirnos de la realidad, que puede conquistar a los fans de películas como Begin Again de John Carney.
Los tres primeros episodios de ‘Little Voice’ ya están disponibles en Apple TV+.
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