Este artículo se ha escrito tras ver ‘Mare of Easttown’ completa y contiene spoilers.
Cuando debutó hace siete semanas, Mare of Easttown nos causó muy buenas sensaciones. Lo hemos dicho por activa y por pasiva, resulta sorprendente cómo una premisa que parece tan genérica se ha desvelado como la serie más estimulante de lo que llevamos de año. Y lo ha sido de dos maneras diferentes; como decíamos en aquella crítica inicial, la construcción de la atmósfera y los personajes hacía que la ficción se sostuviese incluso sin su parte de thriller criminal, pero posteriormente también nos ha dado giros de auténtico infarto en lo referente al caso.
Y este séptimo y último episodio de Mare of Easttown es la mejor muestra de cómo la serie ha conseguido ser brillante, en paralelo, en ambas líneas de interés. O de que la historia de Mare y el resto de habitantes de Easttown nos podía interesar más allá de los vericuetos de la investigación en torno al asesinato de Erin McMenamin. Llegábamos a este capítulo y parecía que estaba todo el pescado vendido: era evidente que John Ross era el padre de DJ y que Billy había participado de algún modo en el crimen, dos cuestiones que se confirman pronto. También se despejan rápido las dudas sobre Dylan y Jess. Solo quedaba por indagar en cuánto sabía u ocultaba Lori.
Así las cosas, tras unos primeros minutos dedicados a atar cabos, la investigación parece estar resuelta: tenemos a un criminal confeso y entre rejas. Entonces, ¿por qué queda todavía más de una hora de metraje? Y como respuesta teníamos dos opciones: una, que Mare of Easttown no quería irse con una carambola de último momento y prefería mostrarnos, casi a modo de epílogo, las consecuencias del suceso y como todos se iban recomponiendo, y dos, que quedaba aún un último as escondido en la manga de Brad Ingelsby, guionista y creador de la serie. Ambas resultaron ciertas.
Ese último giro a la investigación por el que resulta ser Ryan Ross el asesino es suficientemente impactante y tiene sentido; ninguna pista era falsa y, además, se encaja la pieza extra: los Carroll no solo estaban para mostrar el lado más anodino de ser policía en Easttown, sino que terminan siendo determinantes en la historia principal. Y, sin embargo, podríamos haber vivido sin este giro final y no nos habría sobrado un episodio de corte dramático antes de despedir la serie. Porque cerrar el asesinato de Erin era importante, pero lo que ha dado verdadera dimensión a la propuesta ha sido el personaje de Mare. Mare es Mare. Un Emmy para Kate Winslet, por favor.
Muy inteligentemente, el episodio final gira en torno a la idea del perdón y de mirar con esperanza al horizonte. De hecho, una de las conversaciones más emocionantes es la que brota inesperadamente en el restaurante. En esa comida en la que Frank y Faye están firmando la paz con Mare entre bromas, es también, cuando estos dos salen de escena, en la que Helen (Emmy también para Jean Smart) y Mare por fin verbalizan un perdón atascado durante años. También cuando Helen pone sobre la mesa eso que tanto tiempo Mare ha querido esquivar: la necesidad de perdonarse por lo de Kevin. Y ella es tozuda, pero también lista.
Mare of Easttown es sutil al contarnos que las heridas no cierran mágicamente; se alude al paso del tiempo tras la tragedia y también queda patente la importancia de la ayuda psicológica. No hay un final feliz ni una redención precipitada por el propio final de la historia. Pasa tiempo entre que Mare detiene al hijo de Lori y que esta puede perdonar. Esa escena, ay, esa escena. Qué ecos nos trae de aquella en el parque cuando era Lori la que ponía su hombro para que Mare pudiese dejar caer el peso de sus problemas. Efectivamente, Emmy para Julianne Nicholson también. De paso, pedimos el de Evan Peters, aunque hoy no estuviese de cuerpo presente.
Quedan cosas por decir —con Siobhan entendemos que hay un acercamiento pero no se verbaliza mucho y con Carrie no consigue tender puentes tanto como nos gustaría— pero es evidente que hay un avance, se mira hacia delante, se comienzan a sanar heridas y se acepta el perdón. Abrir ese desván, por supuesto, era el último paso.
‘Mare of Easttown’ está disponible en HBO España.