Brianna, Claire y Roger. (Fuente: Starz)
Esta crítica contiene spoilers del capítulo 3×05 de ‘Outlander’.
Los fans de Outlander ya no tienen que desesperar más; la semana que viene tendremos la esperada reunión entre Jaime Claire, veinte años y seis capítulos después. El final del quinto episodio, Libertad y whisky, nos deja ver el primer momento de esa reunión, la anticipación y el nerviosismo de Claire al dirigirse hacia la imprenta que ahora regenta Jaime y el desmayo consiguiente de él. Pero todo lo que lleva a ese momento es igualmente destacable.
De las dos historias paralelas que la temporada ha ido contando hasta ahora, la de Claire era la más interesante porque era la retratada de una manera menos convencional. Sí, Jaime lo pasa realmente mal, pero sus peripecias son más previsibles. La manera en la que Outlander nos muestra, por otro lado, el progresivo deterioro del matrimonio entre Claire y Frank está más emocionalmente desnuda de lo que podría parecer en una serie de este estilo.
Sobre todo, porque Claire no se libra de su parte de culpa. Como tampoco lo hace cuando se encuentra cara a cara con Sandy, la amante de Frank, en ese evento en la universidad. Es muy cierto que Claire estaba actuando como el perro del hortelano con ellos, mientras su corazón no se había marchado nunca del siglo XVIII, y toda esa discusión es un recordatorio más de que tiene que regresar.
Sophie Skelton y Caitriona Balfe, como Brianna y Claire. (Fuente: Starz)
El episodio está repleto de esas “señales”. La más evidente, claro, es la llegada sorpresa de Roger a pasar las navidades en Boston. Con Brianna, más concretamente. Pero también para llevarle a Claire nuevos datos de su búsqueda de Jaime, o de Alexander Malcolm, como publica sus folletos revolucionarios en Edimburgo, en 1765. Sin embargo, esto no hace más que despertar dudas en ella, en lugar de convencerla de que debe regresar.
No está segura de su apariencia física (le llega a preguntar a su amigo Joe Abernathy si cree que es atractiva), no está convencida de que deba dejar a Brianna sola, más después de que decida dejar la universidad y se encuentre un poco a la deriva, no sabe si será capaz de encontrar a Jaime y, por tanto, si el viaje (sólo de ida, probablemente) habrá merecido la pena… Son muchas las dudas para Claire, y sólo el apoyo de Brianna termina por convencerla.
Eso y la sensación creciente en Claire de que no acaba de encajar en su época. En ninguna, en realidad. Si regresa junto a Jaime, tal vez encuentre su sitio (es una historia romántica, es mejor no darle demasiadas vueltas a esto). Así que es lo que hace.
Crítica: ‘Outlander’ 3×04 — ‘Of lost things’, en busca de fantasmas
Claire quiere saber qué pasó con Jaime, y éste se resiste a olvidarlafueradeseries.com
El capítulo deja un momento realmente divertido y “meta” con la confección del traje que Claire llevará en su trayecto en el tiempo. Como ya sabe lo que le espera al otro lado de las piedras de Craig Na Duhn, va preparada con medicinas del siglo XX y con un vestido por capas repleto de bolsillos. Que Roger lo apode el “bat-traje” es un pequeño chiste que funciona muy bien, más aún cuando se utiliza de fondo la sintonía de la serie clásica de Batman.
Hay muchos detalles de finales de los 60 bien esparcidos aquí y allá, desde Roger viendo la telenovela de terror Dark Shadows a la cobertura televisiva de la misión Apolo VIII, la primera tripulada que dio la vuelta a la Luna y regresó a la Tierra.
Todo nos prepara para el momento en el que Claire pone el pie en el Edimburgo de 1765. Pero para el reencuentro real habrá que esperar al sexto episodio.
Todas las críticas de ‘Outlander’
- Sobre la tercera temporada: Outlander quiere trascender con su tercera temporada
- Capítulo 3×01: The battle joined, lo que se deja atrás
- Capítulo 3×02: Surrender, el peso de la derrota
- Capítulo 3×03: All debts paid, el tiempo no está de mi lado
- Capítulo 3×04: Of lost things, en busca de fantasmas